Vaca Muerta, de la premonición de Don Elías a Jorge Sapag
"Neuquén con su petróleo pagará la deuda externa", aseguró Elías Sapag en un acto multitudinario en Cutral Co el 23 de octubre de 1983. Hoy Vaca Muerta permite soñar con esa premonición.
Por Héctor Enrique Castillo
En la edición del 22 de noviembre de LMPlay, en un programa conducido por el periodista Francisco Carnese, el dirigente del Movimiento Popular Neuquino Jorge Sapag, reconocido en la esfera oficial como el principal operador de la política energética neuquina, expresó un concepto que no es nuevo en la historia neuquina y argentina.
En la ocasión, el portador del apellido quizás mas reconocido en la política neuquina expresó que “Desde Neuquén podemos nivelar la economía nacional”, y por supuesto no le falta razón. Luego de la aparición en el concierto mundial de la energía de Vaca Muerta, denominación hoy reconocida, como la esperanza del despegue económico del país, pero que, para los viejos neuquinos, que aún en su más locos sueños podrían ni siquiera imaginaron lo que había en sus profundidades, era un ignoto paraje ubicado entre Zapala y Bajada del Agrio.
Toda la anterior perorata viene a cuento para dimensionar lo expresado por otro Sapag, “el califa” Elías, el Senador de la Nación que ejerció ese cargo en varios periodos constitucionales, por lo que es reconocido como el decano de esos legisladores.
El 23 de octubre de 1983, en el patio allende al Gimnasio Municipal de Cutral Co, el Movimiento Popular Neuquino coronaba, en un acto con una multitud sin precedentes para la época, el cierre de la campaña que llevaría, con el retorno de la democracia, al gobierno neuquino a la formula Felipe Sapag-Horacio Forni.
Desde el improvisado palco donde se ubicaban todos los candidatos que el partido llevaba en sus listas, se pronunciaron encendidos discursos, donde hablaron futuros intendentes, legisladores provinciales y nacionales, entre los que destacaba el que retornaría a la senaduría, Don Elías Sapag.
Con su recocido vozarrón, como también su vehemencia, ante el entusiasmo de los militantes y, quizás como el concepto más importante de la alocución, dijo textualmente: “Neuquén, con su petróleo, pagará la deuda externa”.
Premonición o esperanza.
Hoy su hijo, y sin duda su mejor alumno, pone a la consideración de la ciudadanía, con otras palabras y con otro teatro de la economía un concepto que contiene la misma esperanza.
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