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Petrobras busca una nueva frontera petrolera en Brasil

La perforación del pozo Norte de Amapá-1, conocido también como Morpho-1, en el Bloque FZA-M-059, se iniciará antes de fin de año.

La estatal Petrobras se prepara para abrir una nueva frontera petrolera en Brasil, luego de recibir la esperada aprobación ambiental para perforar en la cuenca de Foz do Amazonas, una de las zonas más sensibles y debatidas del país. El permiso del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (IBAMA) marca un punto de inflexión en la estrategia de exploración de la compañía y en el equilibrio entre desarrollo energético y sostenibilidad ambiental.

El proyecto, que contempla la perforación del pozo Norte de Amapá-1, conocido también como Morpho-1, en el Bloque FZA-M-059, se iniciará antes de fin de año y se extenderá por unos cinco meses. Según explica Aatisha Mahajan, vicepresidenta de investigación de upstream en Rystad Energy, “este hito representa un paso decisivo para Petrobras, que busca validar años de estudios geocientíficos y evaluar el potencial de una cuenca fronteriza aún inexplorada”.

La cuenca de Foz do Amazonas comparte características geológicas con las prolíficas provincias petroleras de Guyana y Surinam, lo que alimenta expectativas sobre su potencial. Mahajan señala que “el margen ecuatorial podría albergar decenas de miles de millones de barriles de recursos recuperables, posicionándose como la próxima gran región productora de Brasil después del presal”. Sin embargo, advierte que el área “sigue siendo una frontera geológica con escasez de datos de pozo y con fuertes limitaciones ambientales”.

El impacto en el medio ambiente

El avance de Petrobras llega tras un largo proceso regulatorio. En 2023, el IBAMA había rechazado la solicitud de perforación, lo que llevó a la empresa a reforzar sus estudios ambientales y sus sistemas de respuesta ante derrames. La compañía realizó un simulacro de emergencia a gran escala en agosto de 2025, que involucró a cientos de personas, embarcaciones y aeronaves.

Petrobras-Ibama

Mahajan destaca que esta nueva autorización “refleja los esfuerzos sostenidos de Petrobras por cumplir con los más altos estándares ambientales”. No obstante, reconoce que la decisión “reabre un debate de una década sobre la perforación en una región cercana al estuario del río Amazonas, uno de los ecosistemas más frágiles del planeta”.

El contexto político y ambiental añade tensión al escenario. Brasil será sede de la COP30 en la ciudad amazónica de Belém el próximo mes, y la exploración en el margen ecuatorial vuelve a poner sobre la mesa las contradicciones entre las ambiciones energéticas del país y sus compromisos climáticos globales.

Buscan atraer a las petroleras gigantes

El visto bueno del IBAMA no solo beneficia a Petrobras. La decisión podría dinamizar la actividad de otras empresas con bloques en la región, adjudicados durante la quinta ronda de la Oferta Permanente de la Agencia Nacional de Petróleo (ANP). En esa licitación, 19 de los 34 bloques en la cuenca de Foz do Amazonas representaron el 85 % del total de bonos de firma, con promedios superiores a 8 millones de dólares por bloque.

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Brasil avanza sobre el Margen Ecuatorial: Petrobras inicia su primer pozo frente a Amapá. (Foto: Petrobras)

Brasil avanza sobre el Margen Ecuatorial: Petrobras inicia su primer pozo frente a Amapá. (Foto: Petrobras)

Gigantes como Chevron, ExxonMobil y la China National Petroleum Corporation (CNPC) participaron en la ronda, y ahora podrían acelerar sus planes de exploración. “Un descubrimiento significativo en Morpho-1 podría desencadenar un efecto dominó en toda la región”, afirma Mahajan. “Podría atraer nuevos socios internacionales, capital e impulsar la concesión de licencias en el margen ecuatorial”.

Petrobras ha manifestado que, en caso de un hallazgo comercial, buscará agilizar el desarrollo y comenzar la producción en un plazo de siete años. Tal escenario, según Mahajan, “podría transformar la cuenca de Foz do Amazonas de una frontera técnica prometedora en el próximo corredor de crecimiento para la industria costa afuera brasileña”.

Un resultado decisivo para el futuro petrolero de Brasil

Más allá del potencial económico, el pozo Morpho se perfila como una prueba de fuego para Petrobras y para el modelo de gobernanza ambiental de Brasil. El resultado —ya sea un descubrimiento comercial o un fracaso exploratorio— definirá la confianza de los inversionistas, el rumbo de la política energética y el papel del país en la transición hacia un futuro bajo en carbono.

“Esta campaña exploratoria es tanto una apuesta científica como simbólica”, concluye Mahajan. “El margen ecuatorial podría abrir una nueva era para el petróleo brasileño, pero también pondrá a prueba la capacidad de Brasil para equilibrar desarrollo energético y responsabilidad ambiental”.

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