Convivir con el COVID-19 en los yacimientos petroleros
El regreso paulatino de los trabajadores a los yacimientos mantiene un interrogante: cómo siguen los cuidados en la pandemia. La llegada del Plan Gas.Ar implica tener más operarios expuestos al contagio.
La expectativa por la llegada del Plan Gas.Ar, abrió otro interrogante a resolver en estos meses en la industria hidrocarburífera: la convivencia entre la demanda de más personal en los yacimientos y el comportamiento de la pandemia que hasta ahora, y a pesar de la llegada de la vacuna, no está cediendo en contagios en todo el país.
En la provincia de Neuquén, desde que se retomaron las tareas esenciales en los pozos, rige el protocolo sanitario 05/2020 del 30 de junio pasado: es una suerte de manual donde los trabajadores y las empresas tienen que cumplir pautas de cantidad de personal en el transporte, “celdas” de operarios por turnos y medidas sanitizantes para minimizar algún contagio por el virus.
Hace casi un mes, los gremios petroleros del país pidieron al ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, que despliegue algún tipo de estrategia para que el sector hidrocarburífero, como trabajo esencial, pueda estar entre las prioridades de la vacunación con la Sputnik V.
“Hay una actividad estratégica y esencial que son los hidrocarburos y con la firma del Plan Gas sabemos que habrá más personal disponible para trabajar y necesitamos que estén en buenas condiciones”, sostuvo a +e Guillermo Pereyra, secretario general del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa.
Pero más allá de las intenciones, la situación en la industria tiene otro matiz, de acuerdo a lo que han conversado distintas fuentes del sector con +e. Se sabe que para después de marzo, habrá una vuelta casi total de los trabajadores a los pozos.
“Se cumplen muchos protocolos cada vez que se ingresa a un pozo. Si bien hubo contagios, la verdad es que fueron mínimos. La seguridad en la industria siempre fue un tema central”, sostuvieron.
La prioridad de la vacunación en la industria hidrocarburífera asoma compleja, ya que las definiciones se toman a nivel macro, y con otras prioridades. En Neuquén, por ejemplo, las primeras dosis de vacunas por fuera de los trabajadores de salud están siendo aplicadas a personas de riesgo ante el COVID-19, las mayores de 80 años.
Si bien hace unas semanas el secretario general del Petróleo y Gas Privado de Chubut, Jorge “Loma” Ávila sostuvo que en esa provincia durante la pandemia tuvieron el virus 890 trabajadores, la tasa de contagios queda relativizada por la exigencia en los controles que hay en los yacimientos.
Es que cada vez que un operario ingresa a una locación, pasa por una suerte de control de enfermería, donde los médicos de las empresas le hacen un registro periódico de la temperatura corporal y estado de salud general.
En tanto que en la convivencia en los tráileres, oficinas, dormitorios y comedores, solo se permite una cantidad de personal, que implique una persona cada 10 metros cuadrados. Contemplando la movilidad y de un espacio mínimo de dos por dos metros.
En lo que refiere al trasporte de personas, las combis que representaban la inquietud mayor ante la posibilidad de contagios, sólo pueden prestar servicios con un 50% de ocupación. Es decir que viajan 6 personas, en los colectivos que tienen 12 asientos.
El cumplimiento del protocolo, en principio, generó fuerte resistencia por parte de las pymes (por motivos de inversión económica en plena pandemia). Pero los resultados positivos se van viendo con el correr de los días.
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