Vaca Muerta como respuesta a la falta de dólares

Vaca Muerta es la llave del futuro de Argentina. Los recursos de la roca madre de la Cuenca Neuquina son la clave para lograr el ingreso genuino de divisas al país y evitar que las cuentas sigan estando en rojo.

En el informe 137 que envió la administración de Alberto Fernández a la Cámara baja del Congreso de la Nación se destaca que la formación no convencional es el principal sostén para dar equilibrio a la macroeconomía.

Para impulsar su crecimiento, el documento destaca la implementación del DNU 277/22 que permitió el acceso a divisas a las empresas para incrementar la producción de petróleo y gas natural.

Asimismo, el informe pondera las obras de infraestructura que “tienen la finalidad de mejorar el resultado comercial del sector energético en particular, y del sector externo en general”. Entre ellas se encuentra Gasoducto Néstor Kirchner, que el viernes 12 de mayo completó su última soldadura regular en línea y que “permitirá ahorrar, sólo este año, 2.100 millones de dólares en importaciones de gas, así como también exportar a países vecinos”.

También menciona la reactivación del Oleoducto Trasandino (OTASA), la construcción de un nuevo oleoducto Vaca Muerta Norte, la ampliación/duplicación de la capacidad de Oleoductos del Valle (Oldeval) y el impulso del oleoducto Vaca Muerta Sur. “El 17 de mayo se reactivó el bombeo de petróleo a través del Oleoducto Transandino, el cual permitirá exportar 115.000 barriles diarios de crudo a Chile, siendo este otro factor clave para aumentar las exportaciones y mejorar los saldos comerciales del sector energético”, subraya el documento.

Otro aspecto que rescata el informe es el envío al Congreso de la Nación del proyecto de ley para la promoción de la producción de GNL (y sus actividades asociadas).

La normativa incluye facilidades para las empresas que realicen inversiones mayores a 1.000 millones de dólares, entre las que se encuentran: el libre acceso en el MULC de hasta un 50% de las divisas obtenidas por exportaciones; el establecimiento de derechos de exportación móviles, cuya alícuota dependerá del precio del GNL (0% si es menor a los 15 dólares por millón de BTU, y al 8%, si es mayor a los USD 20 millones); y la autorización de exportaciones durante todo el año. Al mismo tiempo, el régimen exige que el 15% del total de las inversiones sea de contenido nacional, y que ese porcentaje vaya creciendo en los años sucesivos.

Por otro lado, en el mismo proyecto se trata la promoción de las inversiones destinadas a incrementar la capacidad de producción de hidrógeno verde, un insumo para la producción de energía de bajas emisiones, que se postula como uno de los principales combustibles de la transición energética, y que, por ende, será altamente demandado en el mercado internacional en los próximos años.

Entre las medidas destinadas a incentivar la inversión en el sector que establece este proyecto de ley, se destacan: el acceso al MULC por hasta el 50% de las divisas generadas por sus exportaciones; la exención de derechos de exportación durante los primeros 10 años de efectuada la inversión; y el requerimiento de integración de contenido nacional en las plantas productoras de hidrógeno por al menos el 35% durante los primeros 5 años, para que luego ascienda al 50%.