La competitividad del gas de Vaca Muerta en un mercado desafiante
Un informe de la consultora Gas Transition Consultant SPA indica que la fortaleza de Vaca Muerta radica en sus bajos costos de producción y su capacidad de ofrecer gas con flexibilidad. Sin embargo, la competencia de otras fuentes, la necesidad de inversiones en infraestructura y las fluctuaciones de la demanda son grandes desafíos.
En un contexto de cambios profundos en el mercado global de gas natural, los ojos del sector energético sudamericano están puestos en un nombre: Vaca Muerta. La formación neuquina se perfila como una de las fuentes más prometedoras de gas natural, pero también se enfrenta a un escenario incierto debido a la dinámica global de la oferta y la demanda.
Según un reciente informe de Gas Transition Consultant SPA, las proyecciones de un exceso de oferta global de Gas Natural Licuado (GNL) para 2028 marcan un cambio fundamental en las estrategias de los actores involucrados.
La consultora detalla que, mientras la demanda mundial de GNL crecerá un 35% para 2030, la oferta lo hará en un 48%, lo cual generará un exceso de 55 millones de toneladas anuales (MTPA). Este aumento, que se perfila para después de 2028, será el factor decisivo para redefinir las reglas del juego en el mercado energético global. Este desequilibrio presionará sobre los precios, y, aunque los valores spot de GNL podrían ser más atractivos que los contractuales, en 2028, la competencia por una porción del mercado podría volverse feroz.
¿Una oportunidad para Vaca Muerta?
Según el análisis de Gas Transition Consultant SPA, el exceso de oferta mundial tendrá implicaciones profundas para Sudamérica, especialmente para Vaca Muerta. Argentina, que ya mira con ambición hacia la exportación de gas, ve hoy una oportunidad para captar mercados que antes parecían inalcanzables.
Sin embargo, a corto plazo la mirada está ente los vecinos. La demanda brasileña y el declive de las exportaciones bolivianas ofrecen un panorama mixto, lleno de desafíos pero también de oportunidades. Los costos y la viabilidad de las diferentes alternativas de exportación son factores claves que podrían definir la posición competitiva de la región.
Brasil, con su fluctuante demanda de gas, se presenta como el principal mercado objetivo para el gas de Vaca Muerta en el corto plazo. La puerta se abre ante el declino de Bolivia que hacia el final de esta década ya no tendría excedentes para exportar. En los últimos 10 años los envíos de ese país a tierras brasileñas cayeron más del 50%.
La fluctuación de la demanda por el consumo de las usinas eléctricas, combinada con el uso de las importaciones como "variable de ajuste", ha provocado que los precios brasileños sean muy sensibles a los cambios. En 2021, las térmicas representaban el 46% de la demanda total de gas, pero en 2023, este porcentaje disminuyó a solo el 20%, lo que resultó en un descenso del 33% del consumo gasífero.
Esta volatilidad tiene un impacto directo en los precios spot y en las decisiones de compra de gas natural, lo que abre la puerta a proveedores que puedan ofrecer un suministro más flexible y competitivo. El mercado para la Argentina es apetitoso: unos 45 millones de m3 diarios de demanda industrial brasileña.
La necesidad de gasoductos
El informe subraya la necesidad de desarrollar infraestructura gasífera para sostener este impulso hacia el mercado brasileño. Argentina enfrenta la disyuntiva de expandir sus redes internas y mejorar su infraestructura para llegar al mercado regional de manera eficiente. El Gasoducto Norte y la ampliación del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner son cruciales para conectar de manera efectiva los yacimientos de Vaca Muerta con los centros de consumo brasileños.
Sin embargo, a medida que se proyecta el crecimiento de la oferta mundial de GNL, la región se enfrenta a un desafío adicional: la competencia por contratos más flexibles y precios competitivos. Mientras que los países sudamericanos intentan desarrollar un mercado gasífero regional, la necesidad de adaptarse a un mercado global más volátil se vuelve urgente.
En un contexto donde la conectividad y la optimización de las rutas comerciales son más necesarias que nunca, países de la región están evaluando diferentes alternativas de infraestructura para mejorar su red de transporte de gas. Entre las opciones más destacadas se encuentran la adecuación del sistema boliviano, la ruta bioceánica a través de Paraguay, y la conexión directa a Brasil por el corredor Uruguayana-Porto Alegre.
Bolivia, a pesar de contar con infraestructura de transporte existente, enfrenta una serie de desafíos que dificultan su aprovechamiento óptimo. La crisis política interna, los desbalances comerciales y el riesgo de incumplimiento de contratos son algunas de las preocupaciones que afectan la viabilidad de este país como un nodo estratégico para el comercio regional. Sin embargo, la adecuación de su sistema de infraestructura representa una opción relativamente económica.
Paraguay: la ruta bioceánica
Por otro lado, Paraguay se presenta como un punto clave en la evaluación de alternativas de transporte, con su propuesta de la ruta bioceánica, entre Mejillones, Chile, y San Pablo. Esta nueva vía sería una opción para reducir la dependencia de Bolivia y evitar el tránsito por su territorio. Sin embargo, la implementación de esta ruta no está exenta de retos. La inversión necesaria asciende a casi 2.000 millones de dólares, un desembolso significativo que también depende de la ampliación del Gasoducto del Norte, un proyecto clave para garantizar el suministro energético a lo largo de la nueva ruta. Si se concretara, esta alternativa podría ser un pilar fundamental para la mejora de la infraestructura regional.
El proyecto permitiría llegar a nodo industrial de San Pablo a un precio de 10 u$s/MMbtu con un valor PIST para el gas de Vaca Muerta de 4 u$s/MMbtu
Otra posibilidad de llegar con gas de Vaca Muerta a Brasil es la conexión directa por medio de la ruta Uruguayana-Porto Alegre, aunque requiere de un nuevo ducto de 594 km que debería construir el país vecino. Al proporcionar una fuente de gas natural estable, este gasoducto reduciría la dependencia de Brasil de la energía hidroeléctrica y las importaciones de GNL, que son variables y pueden ser costosas. Aunque la cercanía costera de la ruta la expone a la competencia de un proyecto de regasificación en el sur de Brasil y de los proyectos de licuefacción en la costa atlántica Argentina.
Vaca Muerta, un potencial a explotar
En este complejo escenario de oferta global creciente, volatilidad de la demanda y ajustes en los precios, Vaca Muerta tiene la oportunidad de posicionarse como un jugador clave en el mercado sudamericano y global. Sin embargo, el desafío será navegar las aguas de un mercado global cada vez más competitivo, mientras se asegura que sus costos de producción y exportación sean lo suficientemente atractivos para competir con otros grandes productores de gas natural.
El análisis realizado por Gas Transition Consultant SPA revela que la fortaleza de Vaca Muerta radica en sus bajos costos de producción y su capacidad de ofrecer gas con flexibilidad, dos factores clave en un mercado volátil. Sin embargo, la competencia de otras fuentes, la necesidad de inversiones en infraestructura y las fluctuaciones de la demanda regional significan grandes desafíos.
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