Las bodegas solares impulsan al sector de las renovables en Mendoza
La instalación de paneles fotovoltaicos en viñedos de Mendoza está transformando la industria vitivinícola, reduciendo costos energéticos y promoviendo la eficiencia y sostenibilidad.
Mendoza, sinónimo de la producción vitivinícola argentina, también comienza a destacarse en el ámbito de las energías renovables. ¿La razón? La industria del vino busca estrategias para bajar costos y mejorar su huella ambiental, y la energía solar se consolida como una solución clave.
Con más de 30 bodegas ya integradas a sistemas solares y nuevos proyectos en desarrollo, la adopción de energías renovables es esencial, ya que la producción de vino depende de la energía en todas sus etapas: desde el riego y la cosecha hasta la fermentación, el embotellado y la distribución. En este contexto, la eficiencia energética no solo mejora la rentabilidad, sino que también permite cumplir con estándares internacionales de sostenibilidad, abriendo puertas a mercados exigentes como el europeo y el estadounidense.
El clima seco y la alta radiación solar de Mendoza ofrecen condiciones óptimas para la generación fotovoltaica. Esto ha motivado a varias bodegas a invertir en sistemas de generación distribuida y a firmar acuerdos con parques solares de gran escala para abastecerse de electricidad limpia.
Bajo la luz del sol
Uno de los proyectos más ambiciosos es el Parque Solar El Quemado, el primer proyecto de energías renovables presentado bajo el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI). Con una inversión de 220 millones de dólares y 330.000 paneles bifaciales en 350 hectáreas, busca suministrar energía 100% renovable a diversas industrias, incluida la vitivinícola.
Sin embargo, Argentina enfrenta desafíos en infraestructura eléctrica que limitan la expansión de las energías renovables. La falta de capacidad en la red de transmisión genera cuellos de botella que dificultan la incorporación de nuevos proyectos.
Por ello, las bodegas están optando por acuerdos privados para garantizar un suministro eléctrico sustentable. Un ejemplo es el contrato entre 360 Energy y el Consorcio Alto Gualtallary, un grupo de viñedos mendocinos que cubrirá el 65% de su demanda energética con energía solar proveniente de parques en La Rioja y San Juan. Este acuerdo reduce costos y la dependencia de combustibles fósiles.
El Consorcio, integrado por bodegas como Zuccardi, Norton, Familia Millán y Riccitelli, junto con un hotel de la cadena Marriott, destinará esta energía principalmente al bombeo de agua para riego, una tarea crítica en Mendoza, donde extraer agua subterránea de hasta 300 metros de profundidad implica un alto costo energético.
El crecimiento en el uso de paneles solares en bodegas se aceleró en los últimos años debido a la eliminación de subsidios eléctricos y la necesidad de diferenciarse en mercados internacionales. Según Luis Romito, coordinador de la Comisión de Sustentabilidad de Bodegas de Argentina (BdA), “la adopción de energía solar es creciente. Algunas bodegas combinan sistemas solares térmicos y fotovoltaicos, y hay casos de operaciones 100% solares”.
Un caso destacado es la bodega Matervini, que utiliza un sistema híbrido con baterías para almacenar energía y garantizar la continuidad operativa, incluso durante cortes de luz. “En un par de domingos sin suministro, pudieron seguir elaborando”, explicó Guillermo Nadal, especialista en energía solar mendocino.
Por su parte, la bodega Trivento cuenta con el parque fotovoltaico más grande del sector en Argentina, con 918 paneles en sus instalaciones de Maipú. Este sistema genera más de 550 MWh al año, cubriendo el 10% de la demanda eléctrica de la bodega. “Mendoza tiene condiciones ideales para la energía solar, y el consumo energético es clave en nuestro camino hacia la carbono neutralidad”, afirmó Mercedes Álvarez, subgerente de Sustentabilidad de Trivento.
Marco normativo y nuevas oportunidades
Desde 2018, la Ley 9084 de Mendoza regula la generación distribuida, permitiendo a usuarios —hogares, bodegas o fábricas— instalar paneles solares y conectarse a la red. La normativa contempla tres modelos: Usuario generador: instala paneles para autoconsumo; Usuario generador colectivo: varias empresas o individuos generan energía en conjunto; Generador virtual: permite instalar paneles en un lugar distinto al de consumo y conectar la energía a la red.
El modelo de “generador virtual” es especialmente prometedor, ya que permite a bodegas sin espacio suficiente acceder a energía renovable mediante proyectos comunitarios, reduciendo la necesidad de grandes inversiones iniciales. Además, se están desarrollando “granjas comunitarias” de 5 a 8 MW, donde varias bodegas pueden asociarse para generar y distribuir electricidad, descongestionando la red nacional y utilizando la infraestructura local.
Ventajas estratégicas
La incorporación de energía solar no solo ofrece beneficios ambientales y económicos, sino también una ventaja competitiva en mercados internacionales. En Europa y Estados Unidos, los consumidores valoran la sostenibilidad, exigiendo certificaciones de trazabilidad y reducción de la huella de carbono.
El Ente Provincial Regulador Eléctrico (EPRE) de Mendoza destaca que “la adopción de energías renovables permite gestionar la demanda energética de forma eficiente y mejorar la competitividad en mercados que exigen trazabilidad en la producción de vino”. José Alberto Zuccardi, director de Familia Zuccardi, refuerza esta visión: “Apostamos por cultivos orgánicos y vinos naturales, y estamos evaluando opciones para abastecernos de energías sustentables a través de generadoras o proyectos privados”.
La energía solar está transformando la industria vitivinícola mendocina, ofreciendo soluciones sostenibles y reduciendo costos en un contexto de tarifas energéticas en alza. Aunque persisten desafíos en infraestructura y financiamiento, el impulso de proyectos privados y un marco regulatorio moderno están allanando el camino para una transición energética efectiva.
Con más de 30 bodegas adoptando este modelo y acuerdos estratégicos con grandes generadores, el sector vitivinícola de Mendoza se posiciona como referente en la integración de energías limpias. En un mundo donde la sostenibilidad es una necesidad, la energía solar se consolida como un aliado clave para el futuro del vino argentino.
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