La energía eólica quiere despegar y se lo plantea al G20
La Coalición Global de Energía Eólica para la COP26 envió una carta abierta a todos los líderes mundiales que integran el G20.
A través de una carta abierta, la Cámara Eólica Argentina (CEA), junto a los principales asociaciones y empresas de la industria eólica mundial y en acompañamiento de GWEC (Global Wind Energy Council), solicitaron a los miembros del G20 que “muestren un mayor liderazgo en la crisis climática”, al pedir un mayor compromiso en los objetivos nacionales de cada país.
De acuerdo al documento emitido por la entidad, en los últimos 20 años, la energía eólica demostró su capacidad para aumentar la producción de manera exponencial, crear millones de empleos calificados y catalizar la renovación e inversión de infraestructura a gran escala. Sin embargo, advirtieron que, para los próximos 10 años, “el despliegue eólico anual debe cuadruplicar los 93 GW instalados en 2020”.
“La industria puede enfrentar este desafío, pero necesita de la colaboración de los gobiernos y otras partes interesadas”, señalaron desde la CEA, luego de considerar necesario “presentar planes concretos de manera urgente para aumentar la producción de energía eólica y reemplazar los combustibles fósiles”.
Bajo estas premisas, la organización señaló que el G20 “tiene el poder y el deber público de tomar en serio la mitigación del cambio climático”.
“Las previsiones de crecimiento actuales muestran que las instalaciones de energía eólica están muy por debajo del crecimiento necesario. Si este ritmo persiste, no alcanzaremos la capacidad eólica requerida para la neutralidad de carbono, un 43% para 2050; y estaremos efectivamente condenados a fallar en nuestros objetivos climáticos colectivos. Es requisito un cambio de política decisivo y urgente”, agregaron.
Según datos de la industria, en la actualidad, hay un total de 56.000 GW de potencial técnico eólico marino fijo y flotante en los países que integran el G20, donde sólo Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Japón, Indonesia, México, Sudáfrica y los Estados Unidos albergan 296.000 GW de potencial eólico terrestre.
“La energía eólica debe convertirse en el motor de las economías del G20 en un mundo de 1,5°C y ya puede comenzar a impulsar una recuperación ecológica de la pandemia de COVID-19. Pero la industria enfrenta cuellos de botella políticos y regulatorios críticos que impiden el despliegue de proyectos y bloquean el flujo de inversiones necesarias”, indicaron.
Frente a este panorama, desde el grupo pidieron a los líderes mundiales el aumento en la ambición en los objetivos de este tipo de energías a nivel nacional; la implementación de políticas y marcos regulatorios efectivos para la adquisición y entrega de energía renovable; el compromiso con la construcción rápida de infraestructura; el establecimiento de mecanismos de fijación de precios del carbono; la alineación de los flujos de financiación nacionales y regionales con los puntos de referencia para una vía que cumpla con los 1,5° C, y el desarrollo de políticas cohesivas e inclusivas que dediquen recursos públicos al cambio hacia una economía neta cero, al incluir esquemas de capacitación y transición laboral.
Finalmente, la carta, presentada por la Coalición Global de Energía Eólica para la COP26, remarca la importancia de “actuar con rapidez y con la fuerza colectiva del gobierno, los inversores, la industria y las comunidades”.
“Los representantes de la industria eólica mundial, estamos listos para trabajar con los países del G20 y las partes de la COP y signatarios del Acuerdo de París, el presidente designado del organismo, las principales instituciones internacionales de energía y los principales bancos multilaterales de desarrollo para establecer con ambición, soluciones concretas para acelerar el despliegue de la energía eólica en esta década crucial”, concluye el documento firmado por René Vaca Guzmán, presidente de la CEA.
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