¿En qué provincia de Argentina usan energías renovables para cultivar papas?
Se usa energía solar para hacer funcionar un sistema de riego que permite ampliar la superficie para el desarrollo de papa y tomate.
En el árido departamento de Santa María, Catamarca, la agricultura depende del riego. Allí, un equipo de la Agencia de Extensión Rural del INTA acompañó a productores locales en la implementación de un sistema de riego presurizado que optimiza el uso del agua subterránea. Mediante el uso de energías renovables, este proyecto permitió ampliar la superficie cultivada para papa, tomate y pasturas.
El equipo del INTA brindó asesoramiento en el diseño agronómico e hidráulico para la sistematización de parcelas y el uso eficiente del agua. Flavio Sosa, técnico de la Agencia de Extensión Rural Santa María, explicó que “el agua subterránea se extrae mediante bombeo con energía solar. La perforación eroga un caudal de 70 m³/h, con un rendimiento efectivo de 6 horas diarias”.
“En estas condiciones de aridez y para satisfacer las necesidades de los cultivos se requiere de una lámina de riego de 5 milímetros diarios, permitiendo determinar que con el caudal obtenido y las horas de funcionamiento se pueden explotar 8,4 hectáreas”, agregó Sosa.
De riego superficial a presurizado
Inicialmente, cuatro productores regaban sus parcelas con el método tradicional por melgas y surcos, limitado por el bajo caudal de la perforación. Con el apoyo del INTA, se diseñó e instaló un sistema de riego presurizado adaptado a las necesidades de los cultivos: riego por aspersión para papa y por goteo para tomate.
Además, se brindó asistencia técnica en la instalación del cabezal de filtros, válvulas, cintas de goteo y alas regadoras fijas.
Impacto y resultados
La transición al riego presurizado marcó un cambio significativo. De una superficie cultivada limitada por el riego superficial, se pasó a la posibilidad de explotar 8,4 hectáreas. Actualmente, se cultivan dos lotes de papa, un lote de tomate y maíz para choclo, sumando 1 hectárea, mientras que el resto del caudal se destina a pasturas (alfalfa) para la alimentación del ganado.
Este proyecto, impulsado por el INTA y el uso de energías renovables, no solo optimizó el recurso hídrico, sino que también fortaleció la producción agrícola en una región de condiciones desafiantes.
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