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"Argerich fue un baldazo de agua fría pero Noruega tuvo 30 pozos secos antes de encontrar uno productivo"

Diego Lamacchia, miembro del Clúster de Mar del Plata y de la comisión de Offshore y Medio Ambiente del IAPG, compartió su visión sobre el futuro de la actividad en aguas profundas de Argentina.

En un contexto en el que ha bajado la espuma de las expectativas tras el mal resultado del pozo Argerich, la primera perforación en búsqueda de petróleo en aguas ultraprofundas de la Argentina, Diego Lamacchia, miembro del Clúster de Mar del Plata y de la comisión de Offshore y Medio Ambiente del IAPG, compartió su visión sobre el futuro de la industria offshore.

En 2019, Argentina otorgó concesiones para la exploración en aguas profundas, dando a las operadoras un plazo de cuatro años para realizar pozos exploratorios. Sin embargo, la pandemia amplió este plazo a 2025, permitió que las empresas continuaran sus investigaciones. En diciembre próximo, Shell comenzará su campaña de sísmica 3D en los bloques CAN 107 y 109, un paso crucial antes de definir la ubicación de su primer pozo exploratorio.

Lamacchia destacó la importancia de esta fase exploratoria y mencionó que la reciente perforación del pozo Argerich, que resultó seco, fue un “baldazo de agua fría”. Si Argerich hubiera tenido éxito, podría haber acelerado considerablemente el proceso de exploración. “En una zona de frontera como esta, donde no se ha explorado en aguas profundas, es natural enfrentar desafíos. Noruega, por ejemplo, necesitó 30 pozos para encontrar uno productivo, Guyana 14 y Brasil más de 20”, explicó.

La exploración offshore, como la que se lleva a cabo en Argentina, requiere inversiones significativas. Lamacchia estimó que un gran operador podría invertir entre 150 y 200 millones de dólares en sísmica y perforación, (como aconteció con Argerich), enfrentando el riesgo de tener varios pozos secos antes de descubrir uno comercialmente viable. “La industria del petróleo y el gas es de altísimo riesgo, pero también puede ofrecer grandes beneficios una vez que se encuentra el hidrocarburo”, afirmó.

Diego Lamacchia - Socio del Cluster de Energía de Mar del Plata.mp4

La diferencia entre el offshore y Vaca Muerta

Lamacchia también hizo una distinción clave entre las operaciones en Vaca Muerta y el offshore. Mientras que Vaca Muerta representa una operación consolidada con un alto retorno a corto plazo, el offshore es un proyecto de exploración que requiere una inversión inicial considerable pero con posibilidades de retorno a largo plazo. “Los grandes operadores necesitan estar dispuestos a asumir riesgos. Sin embargo, una vez que el país presente un modelo más estable, podremos ver un aumento en las inversiones significativas en Vaca Muerta y en el offshore”, predijo.

La expectativa es que, con mejores condiciones de inversión y un entorno más confiable, las empresas argentinas comenzarán a incrementar su presencia en Vaca Muerta. Lamacchia visualiza un futuro en el que Argentina podría alcanzar una producción de tres millones de barriles por día en menos de cinco años, gracias a la entrada de grandes operadores dispuestos a invertir en el país.

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BGP Prospector es el buque que realizó las tareas exploratorias en el proyecto offshore Argerich.

BGP Prospector es el buque que realizó las tareas exploratorias en el proyecto offshore Argerich.

"Vaca Muerta y el offshore son dos negocios diferentes. Uno es una operación y el otro es un proyecto. Vos fabricas pozos en el pad (en el shale), cuando en el convencional haces un pozo y producís por 40 años. Uno tiene una inversión muy grande y un retorno muy grande (el offshore). El otro tiene una inversión más pequeña y un retorno muy rápido (el no convencional como Vaca Muerta), pero hay que saber hacer ese negocio y tener espaldas para aguantar los cimbronazos que tiene la industria, si no fijate lo que les pasó a los cowboys del Permian en 2014", dijo.

El panorama para la industria del petróleo y el gas en Argentina es complejo y desafiante, pero también está lleno de oportunidades para aquellos dispuestos a asumir riesgos en la búsqueda de hidrocarburos. Con el enfoque adecuado y el apoyo necesario, el país podría transformar su potencial en una realidad productiva.

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