Argentina busca más gas para afrontar un invierno difícil
El reciente compromiso de Bolivia por el gas y el entendimiento con Brasil para importar electricidad forman parte de los tantos movimientos de la gestión de Alberto Fernández para afrontar los próximos meses.
Si las estimaciones de la Secretaría de Energía se cumplen, con el acuerdo con Bolivia la Argentina podría ahorrarse la contratación de 14 barcos de gas natural licuado (GNL), para abastecimiento de cara al invierno, e importaciones por 769 millones de dólares. Si bien el compromiso del gobierno de Luis Arce es garantizar el envío de 14 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d) hacia la Argentina, el escenario no tiene respiro mientras la guerra entre Rusia y Ucrania sigue alterando los precios de la energía.
Según cálculos de analistas del sector, el país necesitaría importar unos 70 barcos de GNL este año. Este combustible alcanzó precios récord este año tras la crisis en Europa del Este.
El secretario de Energía, Darío Martínez, informó que el precio promedio acordado con Bolivia es de 12,18 dólares el millón de BTU (el precio internacional del GNL es más del triple y el del gasoil es más del doble). “Mediante este acuerdo, a la producción récord de gas que hoy tenemos le sumamos volúmenes adicionales de gas y a cierto precio, que de otra forma hubiéramos tenido que importar, ya sea GNL o gasoil, a valores descontrolados”, agregó.
De la mano del Plan Gas.Ar, las petroleras lograron contratos a largo plazo y en dólares para incrementar la producción gasífera. Neuquén alcanzó en enero su mejor marca en diez años con 80,7 MMm3/d, tal como indicó +e en su edición anterior con datos oficiales.
En la conferencia de prensa conjunta en la Casa de Gobierno, tras una reunión en esta primera visita oficial del jefe de Estado boliviano, el presidente Alberto Fernández dijo que “en el caso de que Bolivia incremente su producción de gas, la Argentina tendrá prioridad”. Y así lo confirmó después Arce: “Estamos haciendo un esfuerzo para mantener los niveles de la gestión pasada, y en el caso de una producción adicional, la Argentina tendrá prioridad”.
“Muchas veces uno tiene el deseo de hacer mucho más para poder ayudar, pero cuando se trata de apoyar a un hermano, se da lo que se tiene, no lo que le sobra”, sostuvo Arce. Bolivia ha tenido una caída en su producción de gas, una de las variables de los retrasos en este acuerdo.
Además, Fernández y Arce acordaron avanzar en definiciones para que YPFB, la petrolera estatal de Bolivia, pueda invertir en Vaca Muerta. Esto en paralelo al trabajo en cooperación de ambos países en la identificación de alternativas de suministro de hidrocarburos líquidos en procura de la seguridad energética de ambos Estados.
Estrategia con Chile
El flamante presidente de Chile, Gabriel Boric, visitó la Argentina y la cuestión energética también estuvo en el centro de la mirada diplomática. Uno de los ejes es la rehabilitación del Oleoducto Trasandino (OTASA) que conecta Neuquén con Bío Bío (ver la nota de la página 6), y también se manifestó la necesidad de una estrategia en común por el GNL.
Chile tiene la decisión de acelerar el proceso de descarbonización de su generación eléctrica, algo que Boric puso como prioridad en su agenda, y para ello, están interesados en utilizar gas argentino. Garantizar las exportaciones está en evaluación, pero todavía falta para que pase la tormenta del invierno del 2022, donde la Argentina necesitará de todo el gas que pueda obtener.
“El desarrollo energético es transformacional del entramado productivo y económico. Argentina y Chile avanzan en una agenda conjunta que tiene un importante potencial de efectos productivos y de empleo para ambas naciones”, aseguró Guzmán en un comunicado de prensa.
Negociaciones con Brasil
El ministro de Economía, Martín Guzmán, viajó a Brasil para cerrar acuerdos bilaterales, con la energía como uno de los puntos con más interés. Una de las reuniones será en San Pablo con el ministro de Minas y Energía brasileño, Bento Albuquerque.
“La Argentina fue muy solidaria con Brasil el año pasado, con su sequía y la caída de la producción hidroeléctrica. Ahora lo que buscamos es que ellos nos ayuden con la provisión de gas, sin que eso implique una merma del fluido que usan para su propio consumo”, dijo el embajador argentino en Brasil, Daniel Scioli.
En ese sentido, el ex gobernador de Buenos Aires subrayó: “Todos sabemos lo que está ocurriendo con el gas en el mundo a partir de esta guerra y cómo ha afectado a los precios, en particular del GNL”.
Albuquerque le garantizó a Guzmán que Brasil pondrá a disposición de la Argentina el volumen de energía eléctrica necesaria en los meses de mayo a septiembre. Desde Economía indicaron que este entendimiento es importante dado que contar con un mayor suministro de electricidad permitirá liberar gas para otros usos.
“Brasil va a garantizar la seguridad energética en la Argentina. Esa fue la definición más importante con efecto inmediato en la certeza en nuestra economía”, dijo el ministro argentino y, en esa línea, explicó que los acuerdos con Brasil y Bolivia “dan un horizonte para este año de mucha mayor certeza en el campo energético y la posibilidad de dar más previsibilidad sobre la posibilidad de satisfacer la demanda”.
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