Vaca Muerta impulsa la producción de acero
La producción cerró el año en alza, impulsada por la energía, mientras sectores clave enfrentan sobreoferta y mayor presión de productos importados.
La industria siderúrgica registró sobreoferta y mayor presión importadora en sectores ligados al consumo masivo, según datos de la cámara del sector. La producción de acero crudo alcanzó en noviembre las 374.900 toneladas, lo que implicó una suba del 0,4% en relación con octubre y un crecimiento interanual del 10,7% frente al mismo mes de 2024.
Los datos fueron difundidos por la Cámara de la Industria del Acero y reflejan un desempeño dispar entre los distintos segmentos de la economía que demandan insumos siderúrgicos.
En paralelo, la producción de laminados tanto planos como no planos totalizó 334.300 toneladas. Esa cifra representó una baja mensual del 1,1%, aunque mostró una mejora del 0,7% en comparación con noviembre del año pasado.
El comportamiento de la actividad estuvo fuertemente condicionado por la evolución de los principales sectores consumidores de acero, que mostraron realidades muy diferentes a lo largo de 2025.
Los datos de la industria
En el rubro de la construcción, la recuperación sigue sin consolidarse y presenta fuertes oscilaciones. Durante noviembre, los despachos de cemento retrocedieron un 13,7% frente a octubre y exhibieron una caída interanual del 4,2%.
La industria automotriz, en tanto, atraviesa un escenario contractivo. En noviembre, la producción de vehículos descendió un 19,6% respecto del mes previo y un 29,3% en relación con igual período de 2024. En el acumulado de los primeros once meses del año, la baja fue del 0,9%.
El segmento de maquinaria e implementos agrícolas cerró 2025 con señales de desaceleración, aunque el balance anual resultó levemente superior al del año anterior. Para 2026, las expectativas están puestas en una mayor estabilidad macroeconómica y en una cosecha favorable que impulse la demanda.
Distinta es la situación de los sectores vinculados al consumo masivo, como la línea blanca, que finalizan el año en un contexto crítico. La combinación de caída de ventas, sobreoferta y creciente presión importadora condiciona al sector. La eventual recuperación en 2026 dependería casi exclusivamente de la normalización del crédito y de una mejora del poder adquisitivo.
El sector energético aparece como el principal motor del acero en 2025. La demanda creció en las áreas asociadas a Vaca Muerta, impulsada por la puesta en marcha de nuevos proyectos de transporte de hidrocarburos que permitieron aliviar los cuellos de botella del sistema.
Lo que se proyecta para el 2026
De cara a 2026, se espera el lanzamiento de nuevas iniciativas energéticas. No obstante, desde la industria advierten que la mayor competencia de productos importados podría afectar la provisión local de insumos de acero para esos desarrollos.
En cuanto al hierro primario, la producción de noviembre de 2025 fue de 214.900 toneladas, lo que significó una leve suba del 0,2% respecto de octubre, aunque marcó una fuerte caída del 21,6% frente a noviembre de 2024.
La elaboración de acero crudo, por su parte, confirmó la tendencia positiva mensual e interanual, mientras que los laminados terminados en caliente registraron un volumen de 334.300 toneladas, con una baja mensual del 1,1% y una mejora del 0,7% frente al año anterior.
Asimismo, la producción de planos laminados en frío alcanzó las 82.800 toneladas en noviembre, lo que implicó un retroceso del 30,9% respecto de octubre y una caída del 10,6% en comparación interanual, reflejando el impacto de la menor actividad industrial y del avance de las importaciones.
En esta nota










