coronavirus

"Es una oportunidad para poder reencontrarse"

El psiquiatra José Lumerman considera que el aislamiento impone un "esfuerzo" para los petroleros y que, más allá de la crisis, pueden hallar claves para el futuro de su vida en el redescubrimiento de sus familias.

El médico psiquiatra José Lumerman desentrañó para +e algunas de las características del modo de trabajo de los petroleros y cómo los afecta el cambio de dinámica que les impuso el freno en de la industria que afecta sus trabajos. A su vez, brindó consejos para convertir al aislamiento en una etapa más llevadera y que, al finalizar, deje una enseñanza.

¿Cómo describiría la dinámica familiar de los trabajadores de la industria que cumplen con un diagrama?

Es un grupo familiar que tiene experiencia y está acostumbrado a estar lejos y al aislamiento. Cuando los hombres están en el campo, se suelen generar disfunciones familiares porque nuestra cultura es tradicionalmente sedentaria. Entonces, la expectativa es que toda la familia esté en la casa y que el padre duerma todas las noches con su familia o que el hombre esté con su compañera. Desde que llegué a Neuquén hace 30 años, vengo observando ese efecto traumático en el núcleo familiar, de una mujer sosteniendo el hogar sola y un hombre que lo sostiene económicamente pero desde la soledad.

¿Qué pasa durante el regreso, cuando deben convivir?

Hay una falta de cotidianidad compartida que genera dificultades porque falta el hecho de mantenerse acompañados en el crecimiento y en los requerimientos de la vida cotidiana. El hombre que regresa está cansado por su trabajo, aunque contento de ver a su familia. También quiere descansar, mientras que la mujer quiere compartir lo que pasó y deposita en él muchas expectativas. Por eso, el hombre no se siente entendido y la mujer tampoco.

¿Esto es exclusivo de las familias en las que un integrante trabaja en el petróleo?

Es algo que se observaba también en los obreros que participaban en grandes obras como la de El Chocón, donde tenían que estar alejados por largos períodos.

¿Y qué ocurre ahora, en un contexto de pandemia en la que, por el aislamiento, muchos trabajadores permanecen en sus casas?

En la dinámica habitual se notan dificultades en la maduración del matrimonio y de la familia que, en algunos casos, se traducen en la aparición de conflictos, violencia y consumo de sustancias, especialmente en la soledad. Este contexto actual pone patas arriba esa cotidianidad de la familia petrolera que era disfuncional pero que se iba acomodando con algunos costos, como las peleas. Ahora se agudiza el tema y se plantea la gran angustia por el tema del trabajo, que es algo terrible. También se ve la incertidumbre para la mujer y para el hombre, que se siente en falta. Es una mezcla muy peligrosa.

¿Qué se puede hacer en este contexto?

Es interesante poder reflexionar sobre estos temas y especialmente en estos contextos que modifican la normalidad de la familia petrolera. La tarea es redescubrirse, reencontrarse en la pareja y con los hijos. Ya sea por parte del hombre como por parte de la familia, también con esa persona que estuvo distante, que no estuvo en el día a día. Esto en algún momento va a terminar, vamos a salir adelante.

¿Qué características suelen tener los trabajadores petroleros que los hacen más vulnerables a este contexto?

El hombre siente angustia por el futuro y se siente en falta en relación con su tarea. El petrolero es un hombre orgulloso de su trabajo, sacrificado. Tiene un espíritu heroico por tantos días y tantos problemas. El trabajo le da mucha identidad y no es solo por la plata. Por eso se siente inútil, en falta, culpable, con autoestima baja, y por eso se puede poner agresivo u hostil. En ese contexto, es muy importante que la compañera entienda lo que le está pasando y acompañe el reingreso al hogar. Hay que ayudarle a que no se siente culpable y que entienda que no es un inútil.

¿Cómo se adaptan a la falta de vida en el campo?

Si fuera un aislamiento solitario, sería más simple para ellos. Lo he visto en algunos casos que se jubilan y extrañan la soledad y la vida de campo. La problemática tiene que ver con conflictiva familiar y con el consumo, este contexto se le hace más difícil al hombre petrolero porque ya no está con hombres sino con su esposa y con chicos. La energía que demanda la relación y la comunicación con la pareja y los niños es muy grande. Mucho mayor que estar perforando en el medio del mar.

¿Es posible que aparezca algún síntoma propio del aislamiento?

Esto es válido para todos: el aislamiento es negativo, pero nos lo imponemos por nuestro bien. Es muy importante que cada uno mire hacia adentro y busque lo más profundo de uno. Es un momento de reflexionar qué sentido tiene la vida. Es medio abstracto, pero es un momento para eso. Si alguien se siente mal, tiene que consultar un especialista. Cada uno tiene que hacer un esfuerzo. Es una oportunidad porque, si no, pasa la vida y aparecen depresiones cuando se jubilan y los reencuentros son cuando ya están viejos. Es una excelente oportunidad y es importante que haya tenido un sentido.

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