VMOS: Llegan insumos clave para el inicio de la construcción del oleoducto
La llegada de 8.000 toneladas de chapas de acero marca el despegue de la construcción del oleoducto Vaca Muerta Oil Sur.
El Puerto de San Antonio Este (SAE) fue testigo de un evento de trascendencia histórica para la macroeconomía argentina: el arribo del buque Coreship Ocean Lance, proveniente de Asia, con 8.000 toneladas de chapas de acero. Este cargamento vital marca el inicio formal de la construcción de los tanques de almacenamiento para el megaproyecto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), la infraestructura esencial para evacuar y monetizar el crudo de la formación no convencional.
La Secretaria de Energía y Ambiente, Andrea Confini, no dudó en calificar el momento como el "despegue de la Patagonia como productora de energía para el mundo". Esta afirmación subraya una ambición económica que trasciende las fronteras provinciales. Al equiparar la generación de divisas esperada con la del sector agropecuario, Confini posiciona a la región como un hub energético de primer orden, capaz de generar la riqueza y la estabilidad de divisas que el país necesita.
Cronograma y desafío técnico
El operativo portuario se ejecuta a un ritmo acelerado, con cerca de 200 trabajadores en turnos extendidos, con el objetivo de concluir la descarga en tiempo récord. El plan logístico posterior prevé el traslado del material a Punta Colorada mediante 14 camiones diarios, donde se construirán cinco tanques de almacenamiento.
Las dimensiones de estas estructuras son elocuentes: cada tanque medirá 28 metros de alto por 83 de diámetro, totalizando una capacidad de un millón de metros cúbicos. Este volumen es crítico, ya que la capacidad de almacenamiento está directamente ligada al flujo de exportación.
Respecto a los plazos, la funcionaria destacó que la primera etapa contempla la puesta en operación de dos tanques más uno de resguardo hacia fines de 2026, junto con el oleoducto y la boya de off-shore para la carga de buques. Este timing es crucial para que el proyecto cumpla su misión de liberar la capacidad de midstream de Vaca Muerta.
Impacto en el empleo y la inversión
El proyecto global implica una inversión cercana a los $3.000 millones de dólares, con un potencial de crecimiento que podría ampliarse con la adición de futuros proyectos de Gas Natural Licuado (GNL). Sin embargo, el impacto no solo se mide en montos, sino en capital humano local.
Confini subrayó que más del 80% de la mano de obra empleada es rionegrina, abarcando desde las tareas portuarias hasta la construcción de la planta de almacenamiento y el oleoducto. Esta fuerte inserción laboral local se complementa con programas de capacitación en oficios clave, como la soldadura, impulsados en colaboración con UOCRA y la Secretaría de Trabajo. El objetivo es claro: asegurar que el conocimiento técnico se internalice en la fuerza laboral de la provincia, permitiendo a los operarios locales asumir mayores responsabilidades y retener el valor agregado en la región.
El proyecto VMOS, en esencia, busca dar respuesta a un reclamo histórico del sector: la necesidad imperiosa de evacuar la creciente producción de Vaca Muerta. Este oleoducto no solo es un ducto físico; es un canal de monetización de recursos que promete generar un flujo constante de divisas para la nación y riqueza genuina para las provincias patagónicas de Río Negro y Neuquén.
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