Sierra Grande, el hub exportador para Vaca Muerta
El Golfo San Matías se quedó con las dos mayores inversiones en infraestructura para exportar el petróleo y el gas de Neuquén. El desafío de la macro para consolidar las mega inversiones.
Con la decisión de YPF y Petronas de instalar el megaproyecto de producción de Gas Natural Licuado (GNL) en Sierra Grande, Río Negro comienza a configurarse como el principal hub exportador de los hidrocarburos de Vaca Muerta. La votación por unanimidad del directorio de YPF conmocionó la agenda pública esta semana y precipitó lo que era un secreto a voces tras el respaldo del gobernador Alberto Weretilneck a la Ley Bases: que Río Negro le ganaría la pulsada a Bahía Blanca.
Más allá de la puja política con el gobierno de Axel Kicillof, lo cierto es que Sierra Grande ya había sido elegida como sede del principal proyecto de transporte de petróleo neuquino, el oleoducto Vaca Muerta Sur, que YPF puso en marcha con el tendido del caño entre Añelo y Allen.
La obra es una realidad, aunque resta definir el grueso del financiamiento, en torno a los 2.300 millones de dólares, para el tramo entre Allen y Punta Colorada, las estaciones de bombeo, los tanques de almacenamiento y las dos monoboyas que se instalarán en el Golfo San Matías.
Como adelantó +e, las autoridades de la petrolera nacional brindarán a Milei el jueves próximo, cuando viste Neuquén, los detalles de las negociaciones con la empresa estadounidense Energy Transfer, que está interesada en financiar el 50% del oleoducto. De concretarse, sería la primera gran llegada de capitales privados extranjeros a la Argentina durante el gobierno libertario.
GNL: YPF, Petronas y PAE van a Río Negro
Ahora, Sierra Grande sueña en grande con el GNL, un megaproyecto que está llamado a ser la mayor inversión de la historia argentina, de más de 30 mil millones de dólares. Definida la localización, YPF y Petronas ingresaron en etapa de “project finance”. Las compañías buscarán posibles compradores del gas para luego salir a buscar el financiamiento con inversores y la banca internacional. Logrado ese desafío, pasarán a la etapa de FID (decisión final de inversión), lo que podía suceder hacia mediados de 2025, si se da una serie de condiciones.
Por su lado, Pan American Energy (PAE) negocia con el gobierno de Weretilneck la instalación en Punta Colorada del barco licuefactor de la empresa Golar, que contrató por 20 años y que llegaría al país en 2027.
Golar tendrá una participación del 10% en Southern Energy SA, una empresa conjunta con PAE, responsable de la compra de gas natural, operaciones y venta y comercialización de GNL. El proyecto también podría fusionarse con el de YPF y Petronas.
El riesgo argentino
Si bien el recurso de Vaca Muerta permite pensar a la Argentina en las ligas mayores del GNL, se trata de un negocio de márgenes de ganancia muy estrecho y de inversiones multimillonarias, muy complejos para una macroeconomía en crisis crónica.
“Veo chances reales de que se concreten los proyectos. En ambos casos, tanto PAE con otros socios que están evaluando entrar, como en el de YPF y Petronas, hay interesados de peso que están dispuestos a asumir el riesgo que implica un proyecto de este tipo”, señaló Ernesto Díaz, vicepresidente Senior de Rystad Energy Latam, en diálogo con +e.
Para morigerar el factor argentino, la principal zanahoria es el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI). Díaz lo consideró “clave”, aunque advirtió que “no es que te hace más competitivo, sino que te pone en igualdad de condiciones par competir contra otros a nivel mundial, mitiga el riesgo”.
“La macroeconomía tiene que estabilizarse, el riesgo país tiene que bajar, porque hay que acceder a financiamiento y los socios del exterior, cuando hacen su modelo, ponen una tasa de descuento que tiene que ser razonable. No pueden poner una tasa por encima del 20% para compensar el riesgo de Argentina. Eso es clave. Y después, tienen que haber garantías internacionales. Estas cosas no se dan en simultáneo de un día para otro, sino que corren en paralelo, y es un proceso. Son proyectos que se desarrollan a lo largo del tiempo, si la situación del país se va estabilizando y baja el riesgo país en el mediano plazo”, agregó el consultor.
Asia, el mercado para el gas de Vaca Muerta
Según Díaz, el GNL argentino debe ser competitivo con el de Estados Unidos. Y la ubicación geográfica es clave para la llegada a Asia, el mercado que se proyecta con más crecimiento de demanda en las próximas décadas
“En el largo plazo vemos el GNL de EE.UU. abasteciendo Europa y Argentina a Asia, por eso es importante tener un puerto acondicionado para cargar los buques más grandes, tanto en gas como en petróleo, y sea rentable la operación”, dijo el analista de Rystad Energy Latam.
“Río Negro es la mejor ubicación, el GNL desde allí, pasando por el Cabo de Hornos para ir a Asia es más competitivo que el GNL de EE.UU pasando por el Canal de Panamá. Ahí hay una ventaja en el transporte clarísima. Y comparativamente con Puerto Rosales en Bahía Blanca también es mejor por tema teclado del puerto y condiciones generales no sólo para el GNL, sino también para el proyecto Vaca Muerta Sur de petróleo, y apuntando a los barcos VLCC más grandes para llegar a Asia”, agregó Díaz.
Quiénes dominan el mercado del GNL
En esa carrera, EE.UU lleva la delantera. En 2023, lideró la exportación y producción mundial de GNL, con 84,5 millones de toneladas, seguido de Australia (79,56 MT), Qatar (78,22 MT) y Rusia (31,36).
China fue el mayor importador de GNL con 71,19 MT, Japón y Corea se mantuvieron en segundo y tercer lugar, y la India volvió quedó en la cuarta posición. Europa fue la segunda región importadora con 121,29 MT. La competencia entre los Asia y Europa es la dinámica clave del mercado.
Hay varios elementos que generan incertidumbre a nivel global que pueden significar una ventana de oportunidad para la Argentina. Entre ellas se desatacan la pausa en las aprobaciones de proyectos de GNL no sujetos al TLC de la Administración Biden, que podría retrasar más de 70 MTPA de nueva capacidad; las sanciones al GNL ruso, que afectan a casi 20 MTPA de capacidad; la posibilidad de que Ucrania no extienda el acuerdo de tránsito de gas ruso a fines de 2024; los cuellos de botella en los astilleros; el riesgo de seguridad en curso en Medio Oriente; y la disminución de la oferta de algunos yacimientos de gas.
A nivel mundial, más de 120 MTPA de capacidad de licuefacción operativa tienen más de 20 años y comienzan a ser suspendidas debido a la producción insuficiente de gas en el upstream.
En esta nota