MPD: la tecnología que transformó la forma de perforar en la cuenca neuquina
El MPD transformó la perforación en Vaca Muerta: permite controlar la presión en tiempo real, reducir tiempos, evitar pérdidas y optimizar costos en pozos complejos.
Durante más de una década, perforar en la Cuenca Neuquina —y especialmente atravesar las formaciones Quintuco y Vaca Muerta — fue sinónimo de desafíos técnicos, pérdidas de circulación y tiempos operativos prolongados. La causa estaba en una condición estructural: la diferencia entre la presión poral y la presión de fractura en esa zona, lo que dejaba una ventana operativa extremadamente angosta.
Con el avance del Managed Pressure Drilling (MPD), esa restricción cambió. Hoy, la mayoría de los pozos de desarrollo se planifican bajo esquemas de control de presión administrada, lo que permite perforar secciones más largas, con menos entubaciones intermedias y con un nivel de seguridad y eficiencia antes imposible de alcanzar.
De la presión estática al control dinámico
En la perforación convencional, la densidad del lodo (MW) se define para mantener la presión hidrostática por encima de la presión poral más alta esperada. Este enfoque sobrebalanceado garantiza control, pero limita la flexibilidad. Al iniciar la circulación, las pérdidas de energía por fricción aumentan la densidad circulante equivalente (ECD), lo que puede superar el gradiente de fractura, especialmente en formaciones frágiles como Quintuco. El resultado: fracturas, pérdidas y necesidad de entubar antes de tiempo.
El método tradicional obligaba a perforar con un lodo liviano, entubar, y continuar con otro más pesado. Cada cambio implicaba días adicionales y un incremento de costos significativo.
El MPD introdujo una lógica distinta: controlar activamente la presión en tiempo real. Con esta tecnología, se puede perforar con un fluido más liviano (bajobalanceado), mientras se aplica contrapresión superficial controlada para mantener la presión de fondo dentro del rango operativo.
El sistema opera bajo el principio CBHP (Constant Bottom Hole Pressure). Durante las conexiones —cuando las bombas se detienen y desaparece la presión por fricción— un múltiple de estrangulación (choke manifold) ajusta automáticamente la contrapresión para compensar esa pérdida. Así, la presión en fondo permanece constante, evitando tanto el ingreso de fluidos de formación (kick) como la fractura de la roca.
Ingeniería y componentes
Un sistema MPD típico en Vaca Muerta combina tres elementos principales: un RCD (Rotating Control Device) que sella el espacio anular mientras el trépano gira; un choke manifold que regula la contrapresión desde superficie y un sistema de control automatizado, que recibe lecturas de presión y caudal en tiempo real y ajusta válvulas para mantener estable la presión de fondo.
El monitoreo digital es clave. Las operadoras integran hoy estos sistemas a plataformas de datos que permiten simular escenarios, predecir fluctuaciones y optimizar la presión de trabajo. Es un salto desde el control por diseño hacia el control dinámico y predictivo.
La tecnología MPD cambió la perforación en Vaca Muerta
Un cambio estructural en la perforación neuquina
El impacto del MPD no es solo técnico: redefinió la manera de perforar en la Cuenca Neuquina. Donde antes se requerían tres fases, hoy muchas operadoras logran perforar de un solo tramo hasta la roca madre.
Esto se traduce en:
- Reducción de tiempos de perforación (entre 10% y 25% según pozo).
- Menos pérdidas de circulación y eventos de pozo.
- Optimización del costo total (reducción de casing, lodo y horas de operación).
- Incremento de la tasa de penetración (ROP) y mayor eficiencia general del sistema.
Los actores detrás del cambio
La adopción del MPD en la cuenca fue rápida y multiservicio. Empresas como DLS–Archer (ex ADA Drilling), Weatherford, Halliburton, SLB (Schlumberger) y Nabors cuentan con equipos y tecnología MPD operando en la región:
- DLS–Archer dispone actualmente de tres sistemas MPD activos en Argentina y fue reconocida por YPF por su “desempeño en la prestación de servicios de MPD en la Cuenca Neuquina”.
- Weatherford introdujo su sistema Victus™ MPD, con resultados documentados en pozos de Neuquén y ahorros operativos relevantes.
- Halliburton publicó el caso “Implementing a Flexible MPD Approach in Vaca Muerta”, donde detalla su implementación en pozos de shale con ventanas de presión ajustadas.
- SLB (Schlumberger) ofrece soluciones integradas de control de presión dentro de sus servicios de perforación direccional y gestión de pozos, con presencia activa en Loma Campana y áreas cercanas a Añelo.
- Nabors, por su parte, equipa sus rigs PACE-F con sistemas MPD integrados, lo que permite perforar bajo control dinámico de presión sin depender de proveedores externos.
Las operadoras que ya incorporaron esta tecnología incluyen a YPF, y al menos dos compañías adicionales que aparecen en estudios de caso técnicos publicados por Nabors y Halliburton, aunque sin identificación por confidencialidad.
Un nuevo estándar operativo
El MPD dejó de ser una herramienta “experimental” para pozos complejos y pasó a ser un estándar operativo en la Cuenca Neuquina. Su adopción masiva responde a un contexto donde la eficiencia por pozo define la competitividad de toda la cadena.
El uso combinado de sensores, control digital y automatización de presión está alineando a Vaca Muerta con los estándares de perforación más avanzados del mundo.
En un entorno donde cada pozo puede costar más de 10 millones de dólares, el control milimétrico de la presión se convirtió en la nueva frontera tecnológica.
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