Las adaptaciones que requiere la formación técnica
Las modificaciones implicarán revisar planes de estudios, actualizar los equipamientos tecnológicos de los establecimientos, y generar prácticas profesionales.
La Fundación YPF llevó a cabo una investigación prospectiva para anticipar las necesidades profesionales y tecnológicas en el sector Upstream de la Cuenca Neuquina y el Golfo San Jorge, y para analizar la oferta educativa de la región. “Es necesario que la escuela secundaria técnica tenga vinculación con la industria", afirmó Ofelia Cédola, directora Ejecutiva de la institución, en diálogo con +e.
“El cambio tecnológico con los no convencionales es muy grande, pasó a ser una industria intensiva en conocimiento, entonces cambió la organización del trabajo, las ocupaciones, los perfiles y las necesidades de calificación son muy altas”, apuntó luego de la presentación del estudio que proporcionó las bases para la elaboración de un plan trienal y la promoción del diálogo entre actores públicos y privados.
Cédola dijo que la intervención que se propone tras el estudio realizado es integral, donde se deben revisar planes de estudios, actualizar los equipamientos tecnológicos de los establecimientos, y generar prácticas profesionales.
“Si bien somos conscientes de que necesitamos un sistema de formación continua, creemos que es fundamental empezar por las escuelas secundarias técnicas y las tecnicaturas. Sabemos que va a tener mucha demanda este sector de técnicos y de operarios más calificados”, explicó.
Según la investigación, es necesario actualizar el contenido, todo lo que tiene que ver con matemática, física, química y digitalización. Y, por ejemplo, en las tecnicaturas se está pensando en un sistema de becas orientado a terciarias, para disminuir la deserción.
Cédola reconoce que hoy en día hay una gran disponibilidad del sector empresario industrial para abrir las puertas para las prácticas profesionalizantes: “Necesitamos que los mismos especialistas vayan a dar clases, es muy importante que la industria esté transmitiendo toda la curva de aprendizaje y que los chicos estén a la par de esta industria intensiva en conocimiento”.
Diagnóstico
El estudio menciona que la industria del Petróleo y Gas está transitando por un cambio de paradigma: de una industria pesada a una de industria 4.0, intensiva en conocimiento.
Las innovaciones a la que hace alusión son: la incorporación generalizada de automatismos en las tecnologías operativas y en la asociación de los mismos con tecnologías de información y comunicación; nuevos desarrollos en el campo de la química y la nanotecnología para su uso en formulaciones de lodos y fluidos de perforación y en los polímeros de recuperación terciaria de los yacimientos.
Estas requieren un fortalecimiento de la oferta educativa de nivel técnico medio y superior, de las carreras de Geología, Ingeniería en Petróleo, Informática aplicada al desarrollo de procesos de automatización, Monitoreo y control, y la creación de cursos de formación continua que especialicen a los egresados de nivel medio, superior y universitario en los diversos subprocesos de la industria del Petróleo y Gas.
En el caso del Upstream No Convencional, el eje de la especialización se orienta a los subprocesos claves de perforación horizontal, perforación direccional en multiramas, Fractura Hidráulica y Terminación y a la aplicación de tecnologías como Walking Rigs, Dispositivos Inteligentes y autónomos, Microsísmica, PLC (Programmable Logic Controller), Telemetría, Teledetección, Geonavegación, MPD (Managed Pressure Drilling) y Autodriller LWD (registro de pozo). A su vez, se menciona que junto con estas innovaciones debe impulsarse el desarrollo de proveedores en metalmecánica, informática, automatización, química, entre otros rubros.
Mapa educativo
La investigación muestra los resultados de un relevamiento de la situación actual de las Instituciones de Educación Superior a nivel nacional que tienen a su cargo la formación de pregrado, grado y posgrado. Así, la oferta académica real vinculada al área del Upstream del Petróleo y Gas relevó más de 356 carreras de 33 Instituciones. Y se destacan, 71 de pregrado, 68 carreras de grado, y 217 carreras de posgrado.
Además se identificó una serie de debilidades: alta deserción en los primeros años de las carreras universitarias; las carreras se actualizan de modo esporádico y no atienden de modo eficaz las demandas del ámbito productivo a raíz del cambio tecnológico; existen áreas de vacancia con en TIC´s y Ambiente; baja presencia de temáticas específicas relativas a la exploración y explotación de petróleo y gas no convencional en las carreras lng. de petróleo; y bajo número de empresas y escasa difusión de las Prácticas Profesionales Supervisadas (PPS).
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