La falta de caños y el marco regulatorio, los grandes desafíos para seguir creciendo
Sean Rooney se retira de la compañía y lo reemplaza Ricardo Rodríguez. Los directivos advirtieron que el cuello de botella en la capacidad de transporte es "crítico". La compañía reiteró su pedido de reglas claras para operar y comercializar crudo.
Shell, una de las principales operadoras de la Cuenca Neuquina, enfrenta un desafío en el desarrollo de su proyecto en Vaca Muerta al no tener más capacidad de transporte de crudo. Durante una entrevista exclusiva con +e, Sean Rooney, ex presidente de la empresa Angloholandesa en Argentina, confirmó que “ los planes de inversión de este año se están cumpliendo” en la medida de las posibilidades que dejan las restricciones del mercado, aunque aclaró: “La provincia sabe mejor que nadie de las trabas que enfrentamos”.
Junto a Rooney, que confirmó que deja la presidencia de la compañía que opera cuatro áreas y participa de la operación de otras tres, se presentó Ricardo Rodríguez, quien será el responsable de la filial argentina. Fue justamente él quien admitió que la situación es “crítica”.
Rooney, tras ser elogiado por el gobernador Omar Gutiérrez por ser uno de los empresarios que “cumple con su palabra”, explicó: “Desde el principio de mi trabajo tengo claro que hay que hacer promesas que podamos cumplir para los accionistas, para las comunidades, para la Provincia. Hemos cumplido. Con esto no puedo decir que la ruta que teníamos en mente en 2018 transcurrió como pensaba”. Y en ese contexto aludió al Decreto 566/19, que congeló el precio del crudo y de los combustibles por 90 días e impactó de lleno en Vaca Muerta.
Rooney reveló que esa medida causó la suspensión de construcción de una CPF de 30 mil barriles y diagnosticó que eso fue una evidencia de la falta de continuidad normativa propia del país. “Ya no hay confianza en el marco regulatorio, sumado a la falta de acceso a divisas y la diferencia del precio entre el mercado internacional y la Argentina nos hace menos competitivos”, explicó.
“Estamos en casi 45.000 barriles diarios de petróleo. Es la máxima capacidad que podemos producir a través de los sistemas existentes, aunque vamos a tener capacidad de producir más con algunos de los pozos que estamos terminando de completar”, dijo Rodríguez, al tiempo que aclaró: “Nosotros ahora tenemos un Open Access (a Oldelval) que nos permite llegar a esos niveles, pero no sabemos si esos niveles se van a mantener”.
El retraso en la ampliación del ducto fue suplido con estrategias para poder bombear más volumen desde el valle hacia Puerto Rosales. “Pero no es una solución a largo plazo. Como industria, estamos llegando a ese tope de producción y, a menos que alguien deje producir, no vamos a poder producir sobre ese nivel”, añadió el nuevo presidente.
Agregó que a ese cuello de botella hay que considerar “el problema de capacidad en la terminal para evacuar esos volúmenes”. Consideró que ambas variables “deben estar alineadas” de manera que el horizonte de comercialización de crudo a nuevos mercado pueda ser una realidad. “No tiene sentido ampliar el ducto si después llegás a la terminal y no tiene capacidad”, sostuvo, y aclaró que según su óptica, el proyecto de Oldelval “está mas maduro” como para poder resolver el tema del transporte de la producción en el corto plazo.
“Desde el punto de vista del marco regulatorio con la situación política, que es dinámica en Argentina, y el asunto a corto plazo de la capacidad de midstream actúa como un freno, no solamente a la planta en ejecución sino como freno a todo el desarrollo del plan de inversiones”, añadió Rodríguez.
Reparto de dividendos
A fines de 2021, Rooney había anticipado que recién este año Shell iba a poder repartir dividendos entre sus accionistas. Sin embargo, de acuerdo con el contexto nacional que enfrentan las compañías que tienen sus casas matrices en el exterior, ese hito en el desarrollo de los no convencionales de la compañía no se cumplirá. Tanto Rooney como Rodríguez confirmaron que 2023 será el año de inflexión.
“Si este año se mantiene la situación de desarrollo que tenemos, el año que viene vamos a estar en disposición de pagar dividendos y va a ser crítico que podamos pagar a los accionistas en términos de la confianza que podemos tener en las inversiones futuras”, dijo Rodríguez.
“Este es un tema clave. Nadie va a invertir en un país donde no pueda sacar un retorno que es necesario para accionistas e inversores”, agregó Rooney, para luego explicar que el decreto que habilita el acceso al MULC a los exportadores, y que aún no fue reglamentado, “no es suficiente, no es lo necesario para justificar las inversiones a los accionistas”. Y se esperanzó en que ese decreto (277/22) con sus alcances acotados “sea un paso en una senda que permita el acceso a un libre mercado”.
Cabe aclarar que esta situación está íntimamente ligada a las limitaciones de la actividad y a las regulaciones nacionales, entre ellas el precio doméstico (barril criollo) que ronda los 60 dólares, “que sigue siendo rentable” en términos domésticos pero que “no es competitivo”.
Según Rooney, la compañía, como otras de la cuenca, explora alternativas para maximizar los beneficios de sus inversiones. “Argentina no está bien. El precio doméstico no es competitivo. Para que nosotros podamos invertir aquí, debemos hacerlo rentable desarrollando la capacidad de exportar a la espera de poder incrementar los precios de exportación”. Si bien admitió que hay un mínimo margen, “la competitividad en el mercado interno ya no está”. Y continuó: “La segunda alternativa es el acceso a las divisas es fundamental porque nadie va a invertir en un país donde no puede sacar mucho. Es necesario que los accionistas puedan recibir un retorno de sus inversiones”.
El problema del midstream
Ricardo Rodríguez, nuevo presidente de Shell Argentina, destacó el trabajo hecho por Rooney y su equipo, y aseguró que “lo que vamos a hacer es afianzar nuestra posición en Vaca Muerta”. En ese sentido, explicó que van a optimizar el plan de desarrollo de Shell. “Dadas las condiciones que tenemos en este momento, es probable que aceleremos algunas actividades. A lo mejor hay otras actividades que vamos a retrasar, porque no tiene sentido continuar con un programa de desarrollo que asumía una capacidad de midstream que era mucho mayor que la que tenemos ahora. No vamos a perforar pozos que no podamos producir, pero vamos a seguir perforando los pozos que podamos producir. Nosotros tenemos la esperanza de que alguno de estos proyectos avance a la velocidad que nosotros esperamos para poder seguir desarrollando el asset de la manera planeada”. Finalmente dijo que los cambios más probables que se verán bajo su mando estarán más enfocados al mediano y largo plazo que a la coyuntura. “No veo cambios del punto de vista del compromiso con el país”, dijo.
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