Crecimiento récord de la demanda eléctrica en Vaca Muerta
En tres años, los proyectos en Loma Campana demandaron 112% más de energía eléctrica, según el EPEN. Para llegar a los 470.000 bbl/d hubo inversiones.
La demanda de energía eléctrica en Vaca Muerta crece al ritmo del desarrollo industrial y productivo más importante del país. Cada barril que se saca de las entrañas de la tierra, se mide también en un costo energético.
Los 467.467 barriles diarios (bbl/d) que alcanzó la provincia de Neuquén en diciembre pasado, de acuerdo a los datos del Ministerio de Energía y Recursos Naturales, representan casi un 23% que en 2023. Es un salto enorme, que lleva la demanda eléctrica al límite y a las operadoras a realizar inversiones.
En el corazón del shale neuquino, la Estación Transformadora (ET) Loma Campana, operada por el Ente Provincial de Energía del Neuquén (EPEN), es un punto tangible de esta transformación. Cada vez las plantas procesadoras necesitan más energía eléctrica para funcionar.
La evolución refleja el crecimiento sostenido del mayor productor de shale oil de la provincia en un yacimiento que se toma como testigo de la producción.
Loma Campana: el centro neurálgico del transporte energético
La ET Loma Campana fue construida con una capacidad de 132/33/13,2 kV, es una pieza clave en el engranaje energético que abastece a operadoras como YPF, TotalEnergies y Vista, además de atender a subestaciones como Añelo Urbana, que provee energía al parque industrial y a la zona residencial.
Según informó a +e Mario Moya, presidente del EPEN, el aumento de la cantidad de clientes y proyectos provocó que la demanda eléctrica crezca exponencialmente. Al menos en esa zona de Añelo y alrededores donde llega el tendido eléctrico. En otras zonas, se utilizan grandes baterías para electrificar yacimientos.
Para ponerlo en cifras, en 2022, la máxima potencia registrada con el Alimentador en 33 kV alcanzó los 13,2 MW. En 2023, el consumo creció un 11%, con picos de 14,7 MW, mientras que en 2024 se registró un salto abismal, que coincide con la suba de la producción de gas y petróleo en Vaca Muerta: la máxima potencia llegó a 28,1 MW, una marca que duplicó los valores en apenas dos años.
En 2022 el pico de demanda de 13,2 MW se produjo en 3 de mayo, en 2023, el incremento a 14,7 MW fue el 18 de julio y en 2024, el salto exponencial a 28,1 MW ocurrió el 9 de diciembre, justamente impulsado por la incorporación de Vista como nueva operadora y la expansión de TotalEnergies en Aguada Pichana Este.
Pero el desarrollo eléctrico en Vaca Muerta va mucho más allá del yacimiento insignia, que es Loma Campana. No hace mucho tiempo, Shell finalizó la construcción de la Estación Transformadora Sierras Blancas (en ese yacimiento cercano a San Patricio del Chañar), mientras que otra avanzó en la ampliación de la ET Loma Campana.
A su vez, según se informó desde el EPEN, están en ejecución una nueva línea de alta tensión de 132 kV y una estación transformadora en el yacimiento Aguada Pichana Este, operada por TotalEnergies.
Son obras de infraestructura eléctrica imprescindibles para sostener el crecimiento vegetativo de la región y atender las demandas de los proyectos productivos y residenciales.
En el EPEN trabaja actualmente en un ambicioso plan denominado “Desarrollo de la Infraestructura Eléctrica para Vaca Muerta”. Este estudio incluye un diagnóstico exhaustivo del sistema de transporte de energía, con el objetivo de garantizar la confiabilidad del servicio, prever futuras ampliaciones y promover la integración de energías renovables como la eólica y solar.
El crecimiento energético de Vaca Muerta también repercute en la infraestructura nacional. La región depende del sistema de transporte en extra alta tensión de 500 kV operado por Transener, del cual el EPEN toma energía para distribuirla a nivel local.
En este sentido, se evalúan alternativas de ampliación en 500 kV y 132 kV para fortalecer el sistema eléctrico que sustenta al mayor desarrollo hidrocarburífero del país.
Más que números, una oportunidad histórica
Los números reflejan una expansión sin precedentes: en apenas tres años, la demanda eléctrica de Loma Campana se multiplicó más del doble. Es una señal clara de que Vaca Muerta es símbolo de producción de gas y petróleo, pero también un signo para atender, que es la modernización de todos el sistema de distribución eléctrica.
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