¿Cómo vienen las obras de los gasoductos para seguir expandiendo Vaca Muerta?
Se espera por una segunda fase de ampliaciones a cargo de los privados que apuntaría a proyectos de exportación.
La expansión de la red de gasoductos es un paso crucial para que Vaca Muerta siga creciendo en su ventana de gas y se pueda empezar a hablar de exportaciones regionales mucho más relevantes.
Tras una primera fase de obras encaradas con fondos del Estado, ahora se espera que la segunda etapa se financie exclusivamente con el aporte de las empresas privadas que participan del negocio energético.
La propuesta de TGS
Una de las que tiene más chances de iniciar es la ampliación del Perito Moreno (ex Néstor Kirchner) a cargo de TGS. El gobierno cumplió el paso reglamentario de declarar la obra como “de interés general” y la transportista inscribió el VPU (Vehículo de Proyecto Único) necesario para poder hacer la obra en el marco del RIGI.
Se trata de una inversión de 700 millones de dólares para ampliar capacidad de transporte en 14 MMm3/d que, junto a otras reformas complementarias, permitirá sustituir importaciones en GNL y gasoil por unos 567 millones de dólares al año.
Se presume que la etapa de concurso para recibir y adjudicar las ofertas de los interesados comenzaría en las próximas semanas para poder llegar con la obra lista en el invierno del 2026, aunque los plazos son muy justos y lo más probable es que se demore a fines de ese año.
La mirada de TGN
Otra de las grandes iniciativas privadas que será fundamental para poder exportar gas hacia Brasil por la ruta de Bolivia está siendo planificada por TGN, donde prevén un caño directo entre Tratayén y La Carlota, la cabecera de la reversión del Gasoducto Norte.
El gran escollo de este proyecto de 750 km es el elevado monto de inversión que gira alrededor de los 1.800 millones de dólares para poder enviar hacia el NOA otros 20 MMm3/d y terminar de abastecer por completo la demanda local actual (donde hay mucha demanda insatisfecha de generadoras eléctricas), afrontar el crecimiento que se espera por demanda de gas minera en paralelo al gasoducto Vicuñas y exportar excedentes por unos 10 MMm3/d en firmes durante todo el año.
Para que cobre fuerza se demandará un esfuerzo mancomunado entre las tres patas interesadas para conseguir el financiamiento: transportistas, productoras de gas y compradores brasileros, junto a un ajuste regulatorio por parte de la Secretaría de Energía para tener seguridad jurídica de qué tarifa estaría vigente para el transporte de ese nuevo gas.
Mientras tanto, todavía falta que terminen las obras de las plantas compresoras de la reversión del Gasoducto Norte a cargo de la empresa Esuco para poder elevar la capacidad de 15 MMm3/d a 19 MMm3/d y dejar de importar gas desde Chile.
A su vez, se espera que en poco tiempo se presenten los proyectos de los gasoductos dedicados que se destinarán exclusivamente para exportar GNL en la costa de Río Negro. Ahí, las opciones son hacer tres gasoductos distintos o alguno de mayor tamaño.
En esta nota