El avance en Vaca Muerta: ¿hasta dónde llegarán las ramas laterales?
La industria estandarizó ramas laterales que superan los 3.300 metros. YPF tiene pozos que superan los 5.000 metros. Los desafíos técnicos y económicos.
Vaca Muerta está consolidando una tendencia técnica que redefine el desarrollo del shale argentino: la extensión progresiva de las ramas laterales. Con un promedio que oscila entre los 3.200 y 3.400 metros, algunos pozos superan los 5.000 metros con el objetivo de maximizar la estimulación del reservorio para aumentar la producción acumulada de hidrocarburos.
Cada pozo presenta condiciones particulares, pero el objetivo es claro: mientras más volumen de roca pueda estimularse, más petróleo y gas puede extraerse a lo largo de la vida útil del pozo. En ese sentido, la lógica productiva empuja hacia ramas más extensas, aunque esta decisión trae aparejados desafíos técnicos y económicos que las empresas deben evaluar con precisión.
Extender la longitud lateral de un pozo implica mucho más que perforar más metros. A medida que las ramas se alargan, se requiere un diseño estructural más robusto, materiales más resistentes, mayor cantidad de acero, cambios en la terminación y tecnologías específicas para rotar los tapones de fractura.
Esto incrementa sensiblemente el costo total del pozo. Por eso, cada decisión de ir “más lejos” debe sustentarse en una ecuación técnica-económica: cuánto más puede producir el pozo con esa rama extendida y si ese incremento justifica la inversión adicional. No existe una relación lineal. Perforar mil metros más no garantiza mil barriles más. Dependerá de la calidad de la roca, la presión del reservorio y la eficiencia de la fractura hidráulica, entre otros factores.
En este análisis también entran en juego condicionantes geológicos y regulatorios. Por ejemplo, el borde de la concesión puede limitar la extensión máxima. Si solo quedan 500 o 1.000 metros antes del límite, puede que la decisión más rentable sea extender la rama más allá de lo habitual para cubrir esa zona y no dejar sin estimular un área productiva, ya que perforar un pozo nuevo solo para eso no sería viable.
Un futuro limitado
A pesar del avance sostenido en la longitud de las ramas, no se espera un salto exponencial en el promedio general en el corto plazo. La industria viene aumentando la extensión de manera paulatina, año tras año, y todo indica que esa tendencia continuará. Pero hay límites técnicos y económicos que, por ahora, impiden una generalización de ramas de 5.000 metros como estándar.
Para tener un ejemplo, Estados Unidos experimenta con pozos en U, diseñados para aprovechar zonas específicas del reservorio sin perforar múltiples ramas verticales. Este tipo de tecnología aún no implementa en Argentina, pero representa una posibilidad futura si los costos se reducen y la técnica demuestra eficiencia operativa.
La clave está en la ecuación inversión-retorno. ¿Vale la pena perforar más si el volumen incremental de petróleo o gas no paga esa diferencia? Esa es la pregunta que cada compañía se hace antes de extender una rama más allá del promedio.
La física es el límite
El pozo vertical es un “mal necesario”. Es que, si fuera físicamente posible, las operadoras se ahorrarían los metros verticales solo para llegar al shale. Pero como no hay otra forma de alcanzar la Cocina de Vaca Muerta, esa inversión se vuelve inevitable.
Esto se resume a que, una vez concluido el pozo vertical, todo lo que pueda extraerse a través de la rama horizontal representa una oportunidad de maximizar el rendimiento. En definitiva, cuanto más petróleo y gas se pueda "traer" desde la roca madre, mejor será el resultado económico del pozo.
Este enfoque también explica por qué las ramas se están haciendo más largas: ya que se incurre en el costo base de llegar al reservorio, conviene aprovechar al máximo esa inversión inicial.
Las marcas de Vaca Muerta
Cada pozo es una decisión estratégica y cada operadora tiene su propia estrategia. YPF es mantiene el recórd de la rama lateral más extensa de Vaca Muerta. La empresa de mayoría estatal perforó un pozo vertical de 8.376 metros y una rama lateral de 5.114 metros en Loma Campana y, de esta manera, superó su antigua marca de 4.948 metros en el mismo bloque.
En el otro extremo podemos encontrar a Pampa Energía. La operadora mantiene un promedio de 2.500 metros en sus tres bloques en Vaca Muerta: Rincón de Aranda, El Mangrullo y Sierra Chata.
Por su parte, Tecpetrol anunció que logró su rama lateral más extensa en la cuna del shale. La compañía del Grupo Techint perforó una rama lateral de 3.582 metros de rama lateral. Mientras que Pluspetrol tiene su récord de 3.715 metros en La Calera, su mítico bloque de shale gas.
Pan American Energy (PAE) también tiene ramas laterales que superan la media. La compañía tiene dos pozos horizontales que llegaron a los 3.800 metros con objetivo de shale oil en el bloque Lindero Atravesado.
La operadora mantiene promedio de unos 3.500 metros de rama horizontal en los pozos destinados al shale oil y de 3.200 metros en el caso de los pozos de shale gas.
El mapa de Vaca Muerta muestra que algunas ramas laterales serán más largas por necesidad geológica, otras por búsqueda de eficiencia económica y otras por estrategia técnica. La industria avanza hacia modelos de desarrollo más previsibles, pero mantiene la flexibilidad para adaptar el diseño del pozo según las condiciones del bloque.
La evolución de las ramas horizontales en Vaca Muerta es un reflejo de un ecosistema en constante maduración, que combina tecnología, eficiencia operativa, conocimiento geológico y presión económica. Y aunque no todos los pozos serán de 5.000 metros, el camino hacia una mayor productividad ya está marcado.
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