Caída del petróleo golpea al corazón energético de Argentina: incertidumbre en Vaca Muerta
El precio del barril de crudo registra un descenso significativo, arrastrado por el recrudecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y ya toca los 60 dólares el barril.
La abrupta caída del precio internacional del petróleo enciende las alarmas en Vaca Muerta, una de las apuestas más fuertes para la generación de divisas en Argentina, debido a factores internacionales que detonaron en los últimos días y que escapan al control local.
El precio del barril de crudo registra un descenso significativo, arrastrado por el recrudecimiento de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, sumado a la decisión de la OPEP+ de flexibilizar sus restricciones de producción. Este lunes, tanto el Brent como el West Texas Intermediate (WTI) —referencias clave para el mercado— cayeron más de un 3%. El Brent se desplomó a 62,92 dólares por barril, mientras que el WTI tocó los 59,38 dólares, su valor más bajo en cuatro años.
SI se sostiene en el tiempo el desplome de la cotización del crudo, tendrá un correlato directo en Vaca Muerta, donde los costos de producción son más altos que en otras regiones del mundo. El modelo de desarrollo no convencional requiere inversiones intensivas y sostenidas en el tiempo, lo que vuelve al proyecto particularmente vulnerable ante caídas abruptas en el precio del crudo.
Impacto local: señales de alerta
Fuentes del sector reconocen que -de persistir- el escenario de precios bajos podría poner en revisión múltiples proyectos de inversión. Cuando el barril baja de los 60 dólares, muchas de las operaciones en Vaca Muerta dejan de ser rentables. Las petroleras comienzan a ajustar presupuestos y eso puede traducirse en menor actividad, menos empleo y demoras en los desarrollos previstos. Aunque aún es muy temprano para trazar escenarios, en un mundo convulsionado.
Además del impacto inmediato en las finanzas de las empresas operadoras, la incertidumbre global repercute en las decisiones de mediano y largo plazo. La tendencia descendente comenzó a acentuarse a partir del 2 de abril, cuando el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció nuevos aranceles a las importaciones, profundizando las tensiones comerciales. Aunque el crudo y los productos refinados quedaron exentos de estos aranceles, el clima de guerra comercial y volatilidad financiera fue suficiente para presionar los precios a la baja.
Relación con Estados Unidos: sin aranceles, pero con precios en baja
Vaca Muerta exporta petróleo hacia Estados Unidos, uno de los principales destinos de sus embarques. A pesar de la escalada proteccionista impulsada por Trump, la Casa Blanca confirmó que las importaciones de energía, incluyendo crudo, gas y productos refinados, quedarán exentas de los nuevos gravámenes. Esto representa un alivio para la industria energética argentina, que temía perder competitividad en ese mercado estratégico.
Sin embargo, aunque las exportaciones no estarán sujetas a aranceles, la baja sostenida del precio internacional del petróleo podría erosionar los ingresos generados por esas ventas externas, restando atractivo a los envíos al exterior.
La OPEP+ y el exceso de oferta
La situación se vio agravada por el anuncio de la OPEP+ de aumentar la producción a partir de mayo de 2025 en 411.000 barriles diarios, una decisión tomada por países como Arabia Saudí, Rusia y Emiratos Árabes Unidos bajo el argumento de una “sólida base del mercado”. Sin embargo, el efecto inmediato fue un excedente de oferta que profundizó la caída del valor del crudo.
Este contexto global complica la situación para países productores emergentes como Argentina, donde el equilibrio económico del sector energético depende fuertemente del precio internacional.
El golpe a las arcas provinciales
El impacto no solo se sentirá en las empresas: si la tendencia bajista del petróleo se mantiene en el tiempo, podría tener consecuencias directas en las finanzas públicas de Neuquén. La provincia percibe regalías e impuestos asociados a la producción y exportación de hidrocarburos, por lo que una merma en el precio del crudo repercute de forma casi inmediata en los ingresos fiscales.
El desarrollo de Vaca Muerta ha sido clave para el crecimiento económico y la generación de empleo en la región, pero también para el sostenimiento del gasto público neuquino. Con precios por debajo de los 60 dólares, los ingresos por regalías podrían reducirse considerablemente, obligando al gobierno provincial a revisar sus proyecciones presupuestarias para 2025.
Una apuesta estratégica en riesgo
Vaca Muerta ha sido un pilar central en la política energética argentina durante la última década. El gobierno nacional y la provincia de Neuquén han destinado importantes esfuerzos para atraer inversiones extranjeras, con miras a convertir a la región en un polo exportador de petróleo y gas.
No obstante, el actual escenario internacional pone en jaque esa ambición. Los expertos advierten que si la tendencia a la baja se mantiene, será difícil sostener el ritmo de perforaciones, fracking y obras de transporte sin comprometer la viabilidad económica de los proyectos.
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