El petróleo se desploma: la guerra arancelaria EE. UU – China sacude los mercados
Rystad Energy advierte que, si la escalada se mantiene, el impacto sobre la demanda de crudo podría intensificarse.
Los precios del petróleo caen con fuerza tras el anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer un arancel del 100 % a todas las importaciones chinas, un movimiento que desató una nueva oleada de tensión comercial entre las dos mayores economías del mundo. En respuesta, Pekín amplió sus controles a las exportaciones de tierras raras, un paso que pone de manifiesto su dominio en la cadena de suministro global de materiales críticos.
De acuerdo con Rystad Energy, esta escalada podría “preparar rápidamente el terreno para una disociación” entre Washington y Pekín si las tendencias actuales persisten. El impacto inmediato se sintió en los mercados: el Brent retrocedió por debajo de los 70 dólares por barril y se ubica hoy en torno a los 62 dólares, mientras el oro alcanzó un récord de 4.200 dólares por onza, en lo que va de año más de un 50 % de revalorización, impulsado por la búsqueda de refugio ante la incertidumbre geopolítica. El crudo se derrumbó casi 10% en un mes.
Una ruptura estratégica en ciernes
Claudio Galimberti, economista jefe y director de análisis de mercado global de Rystad Energy, subraya que el riesgo para los inversores “no radica tanto en el tono diplomático como en la disociación estratégica subyacente”.
Según el experto, “Estados Unidos y China se arriesgan a una ruptura estructural, con cada parte intentando consolidar su posición mediante medidas que infligen un mayor daño económico al otro”.
La decisión de Pekín de restringir las exportaciones de tierras raras, donde concentra entre el 70 y el 80% de la capacidad mundial de refinación, expone la vulnerabilidad de la industria tecnológica y de defensa estadounidense.
Hasta ahora, China había mantenido un flujo estable hacia EE. UU. incluso en periodos de tensión, pero esa moderación parece haber llegado a su fin.
Impacto directo sobre las cadenas de suministro
La nueva lista de control de minerales publicada por China se centra en materiales clave para la fabricación de imanes, chips y vehículos eléctricos, sectores altamente dependientes de estos componentes. Si las negociaciones bilaterales fracasan tras el plazo de tregua de 90 días, el riesgo de interrupciones críticas se incrementará notablemente.
Actualmente, China suministra cerca del 80% de las tierras raras importadas por EE. UU., con Malasia y Estonia aportando la mayoría del resto. Pese a contar con la mina de Mountain Pass (California), Estados Unidos carece de capacidad de refinación suficiente para cubrir su demanda interna, lo que agrava su exposición.
Mercados en vilo: petróleo a la baja y oro en máximos
Los mercados financieros no tardaron en reaccionar. Las acciones estadounidenses se desplomaron a finales de la semana pasada y apenas se han recuperado ligeramente.
Las monedas asiáticas se depreciaron, y los inversores institucionales aumentaron su exposición a activos refugio como el oro y los bonos del Tesoro.
Para los analistas, este episodio podría ser un punto de inflexión hacia un desacoplamiento más profundo entre las economías de EE. UU. y China, con efectos duraderos sobre los precios del petróleo, los minerales estratégicos y las cadenas globales de valor.
Perspectiva a corto plazo
Rystad Energy advierte que, si la escalada se mantiene, el impacto sobre la demanda de crudo podría intensificarse. El endurecimiento de los aranceles y la contracción industrial en Asia podrían recortar hasta 600.000 barriles diarios de consumo global durante el cuarto trimestre, según estimaciones preliminares.
Mientras tanto, los productores de la OPEP+ evalúan si mantener sus recortes de producción para sostener los precios ante un posible escenario de menor demanda.
La nueva guerra comercial entre Washington y Pekín marca el regreso de un riesgo geopolítico de primer orden que podría redefinir las dinámicas del mercado energético global.
Con el petróleo bajo presión, el oro en máximos históricos y las tierras raras como arma estratégica, los próximos 90 días serán decisivos para determinar si el mundo avanza hacia una nueva era de desacoplamiento económico y energético.
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