Escenario: la adenda, la ley y la nueva agenda de Vaca Muerta
De todos los temas que involucran a la industria del shale, la ley de inversiones sigue siendo el gran enigma. ¿Saldrá este año?
Sin vueltas, el sindicalista Marcelo Rucci confirmó que el gremio de los petroleros no firmará la Adenda Vaca Muerta, el anexo al convenio colectivo de trabajo que establece condiciones especiales para la industria del shale en la Cuenca Neuquina. Si bien el actual secretario administrativo del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa había deslizado esta definición en las recorridas por los yacimientos de las últimas tres semanas, ayer en Plottier, durante la inauguración de obras, quedó claro la postura del gremio.
Una postura que también establece el primer tema en la agenda de los petroleros en la nueva era que pareciera empezar a dar sus primeros pasos. Rucci es el elegido por Guillermo Pereyra, el histórico dirigente que por primera vez no se presentará a la cabeza de una lista. Una elección que se concretará el 20 de octubre próximo y que será histórica por todo lo que significa: el retiro de Pereyra, el escenario de indicadores positivos de producción, el desafío que implica la pandemia y la renovación de la conducción del sindicato clave de Vaca Muerta.
La roca shale tiene una nueva agenda que mezcla el recambio en el sindicato y también el contexto de exportaciones de petróleo, de expectativas por el alza de la producción de gas y las definiciones del gobierno nacional en torno a un marco regulatorio para impulsar a toda la industria.
La ley de inversiones fue anunciada en marzo de 2020 y salvo borradores extraoficiales, siguen sin conocerse los principales lineamientos de este nuevo régimen de promoción de inversiones. Es más, pareciera que el gobierno nacional volvió a foja cero dado que en las últimas semanas se vieron fotos del secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez, y del presidente de YPF, Pablo González, en reuniones de trabajo con sindicatos y autoridades políticas de las provincias de Chubut y Santa Cruz.
Incluso, llegaron críticas de otras dos provincias que apuntan a desarrollar sus recursos hidrocarburíferos como Río Negro y Mendoza.
“Las provincias estamos trabajando en conjunto, ya que la labor que promovió Neuquén dentro de la OFEPHI ha consolidado una posición en común. Desde Nación nos llamaron para exponernos, en términos generales, cuáles eran los objetivos de la ley y algunos de los aspectos tácticos de la normativa, acerca de cómo se pretendían lograr esos objetivos”, explicó Emilio Guiñazú Fader, asesor a cargo de la Subsecretaría de Energía y Minería de Mendoza, en una reciente conferencia de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Argentina y el Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG).
Con los datos que llegaron a la OFEPHI, organismo encabezado por el gobernador neuquino Omar Gutiérrez, la medida buscaría promover la producción y generar herramientas efectivas para reducir el riesgo de las empresas que invierten en el país. “Por lo que nosotros conocemos en base a lo comentado por la autoridades de la Secretaría de Energía, ya que aún no tenemos una copia, la ley contiene algunas propuestas tácticas que resultan interesantes para favorecer a la industria”, sostuvo el mendocino.
El objetivo del gobierno nacional, y que le transmitió en su momento a la OFEPHI, era que la ley esté lista antes de agosto o septiembre, dado que son tiempos donde las compañías multinacionales están cerrando sus propuestas de planes de inversión con sus casas matrices. Entre las quejas, reuniones y demoras de trabajo, el texto de la ley sigue siendo el gran enigma.
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