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Uranio: Cómo se hace el muestreo participativo de agua en el proyecto Ivana

La provincia lanza muestreos participativos de agua en el Proyecto Ivana, mientras Eurnekian invierte $160 millones en uranio de la Patagonia.

El gobierno de Río Negro avanza con los muestreos participativos de agua en los proyectos de minería de uranio cercanos a Valcheta. Estas jornadas buscan fortalecer los mecanismos de control y la transparencia ambiental en el sector.

Esta semana, en el Proyecto Ivana, perteneciente a Ivana Minerales S.A., se llevó a cabo el tercer muestreo participativo. Esta campaña marca la culminación del programa de perforación 2025, un esfuerzo de seis meses que apuntala el estudio de detalle para la evaluación de la factibilidad del yacimiento.

Paralelamente, se completó el primer muestreo participativo en los proyectos Ivana Central e Ivana Este, desarrollados por Minera Cielo Azul S.A. Estos se encuentran en la fase de preperforación. Esta exploración temprana prevé la perforación de unos 2.000 metros para identificar sistemas de almacenamiento de uranio similares a los hallados en el depósito Ivana.

La actividad incluyó la presencia de representantes de la Secretaría de Minería, la Secretaría de Ambiente y Cambio Climático, el Departamento Provincial de Aguas, la Defensoría del Pueblo, docentes y estudiantes del Instituto Superior de Valcheta, y vecinos de la comunidad. Durante la jornada, especialistas de la consultora Hidroar S.A. detallaron los procedimientos técnicos de muestreo y los criterios de control aplicados, subrayando el cumplimiento de las Buenas Prácticas Mineras y el Código de Procedimientos Mineros. Las empresas responsables deben presentar los resultados de laboratorio ante la autoridad minera dentro de los próximos 15 días.

El Proyecto Ivana, corazón del uranio de Río Negro

El proyecto Ivana, ubicado a 25 kilómetros al norte de Valcheta en la región sur de Río Negro, representa el depósito de uranio más importante de Argentina. Forma parte del extenso corredor minero de Amarillo Grande, un área de 300.000 hectáreas con alto potencial de exploración que se extiende por 145 kilómetros.

Este yacimiento no solo incluye uranio, sino también la explotación de vanadio, un mineral usado en la producción de acero. Su particularidad geológica, con el mineral cerca de la superficie, sugiere un potencial de minado y procesamiento de bajo costo.

La revalorización de la energía nuclear a nivel global, impulsada por la transición energética, la demanda creciente de China y Estados Unidos, y la explosión de la Inteligencia Artificial —que exige centros de datos de alto consumo energético—, convierte al uranio en un recurso estratégico para garantizar la seguridad energética. El Proyecto Ivana busca fortalecer el suministro energético local y reducir la dependencia argentina de uranio importado. Argentina, un país pionero en desarrollo nuclear, importa concentrado de uranio desde 1997, cuando se suspendió la extracción en Sierra Pintada (Mendoza).

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La apuesta de Corporación América

El futuro del Proyecto Ivana recibió un impulso decisivo con la incursión de Corporación América, el grupo del empresario Eduardo Eurnekian. El acuerdo se firmó con la canadiense Blue Sky Uranium Corp y su filial Minera Cielo Azul S.A..

Mediante el convenio de Corporación América con la canadiense Blue Sky Uranium Corp y su filial Minera Cielo Azul S.A.., la compañía accedió a una participación inicial del 49,9% gracias a una inversión de 35 millones de dólares. El grupo tiene la opción de ampliar su participación hasta el 80% invirtiendo un total de 160 millones de dólares en los próximos tres años.

El presidente de Blue Sky Uranium Corp, Nikolaos Cacos, destacó el potencial de Ivana para liderar un desarrollo minero de bajo costo y asegurar suministros energéticos seguros a escala global.

Actualmente, el proyecto avanza firmemente hacia la prefactibilidad. La fase de perforación de relleno, clave para aumentar la certeza en la estimación de recursos, incluyó 4.959 metros de perforación en 328 pozos, lo que eleva el total de perforaciones en el depósito a 15.839 metros en 1.166 pozos. Además, Ivana Minerales inició un "análisis de brechas" (gap analysis) integral que identifica los trabajos adicionales de ingeniería, metalurgia, diseño de mina, infraestructura, y requisitos de permisos necesarios para el estudio de factibilidad definitivo.

Un aspecto clave de la exploración reciente incluye un estudio de tomografía eléctrica polo-dipolo (ET) en el objetivo Ivana Gap, buscando delinear posibles objetivos de perforación en la zona al norte del yacimiento principal.

El contexto nacional: Proyectos en etapas tempranas

A pesar del dinamismo del Proyecto Ivana, la minería de uranio en Argentina enfrenta desafíos en sus fases iniciales. El país cuenta con 17 proyectos identificados de uranio, pero ninguno se encuentra en producción. De estos, 14 están en la Patagonia, con 8 concentrados en Chubut.

La mayoría de los proyectos argentinos, de hecho, se encuentran en etapas incipientes, como prospección y exploración inicial. En Río Negro, además de Amarillo Grande (en evaluación económica preliminar), se encuentran el Catriel U ISL (exploración inicial) y Kaia y Lucho U (prospección). Solo dos proyectos a nivel nacional, Sierra Pintada (Mendoza) y Don Otto (Salta), alcanzan la etapa de factibilidad, aunque aún carecen de las inversiones y el consenso social para avanzar a la construcción.

El Plan Nuclear Argentino, relanzado por el presidente Javier Milei en diciembre de 2024, busca posicionar a la Argentina como un líder global en el uso pacífico de la energía nuclear, incluyendo la producción local de uranio para abastecimiento interno y exportación. El desarrollo de Ivana, junto con otros proyectos de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) en el país, como Cerro Solo (Chubut), marca una ruta crítica para que Argentina pueda finalmente completar localmente el ciclo del combustible nuclear.

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