¿Por qué el oro no frena la escalada? Demanda récord y crisis global

El precio del oro se mantiene cerca de niveles récord, impulsado por la fuerte demanda de bancos centrales y un contexto global marcado por conflictos geopolíticos e incertidumbre económica. El metal precioso, considerado un activo de refugio, cotizó a 3.387,95 dólares la onza troy, justo por debajo del máximo histórico de 3.400 dólares alcanzado hace ocho semanas, mientras los mercados aguardan las próximas decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos sobre las tasas de interés.

En los últimos dos años, el oro ha ganado un 60% de su valor en dólares, consolidándose como un resguardo frente a la inestabilidad global. La invasión rusa a Ucrania en 2022, la guerra arancelaria entre Estados Unidos y China, y el reciente conflicto entre Israel e Irán han marcado un ascenso sostenido en su cotización, con solo breves correcciones. En 2025, el metal acumula una suba del 13,8%, reflejo de una demanda creciente.

El dólar y los bonos del Tesoro de EE. UU., tradicionales activos refugio, han perdido atractivo en un escenario de tensiones geopolíticas persistentes, lo que ha llevado a inversores y bancos centrales a volcarse al oro. Según datos del mercado, los bancos centrales adquirieron más de 1.000 toneladas en 2024, duplicando el promedio anual de la década de 2010. Dos tercios de estas instituciones buscan diversificar sus reservas, mientras que el 40% lo hace como protección contra riesgos geopolíticos.

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Factores detrás de la escalada

El oro no solo responde a la incertidumbre política. La preocupación por una posible interrupción en el suministro de petróleo, especialmente en el Estrecho de Ormuz —ruta clave para el 26% del comercio mundial de crudo—, ha alimentado las expectativas de alzas en los precios de la energía. Aunque Teherán no ha cerrado esta vía, analistas de JP Morgan estiman que el crudo podría alcanzar los 130 dólares por barril en un escenario de escalada.

Los expertos del mercado destacan que la acumulación de oro no responde a especulaciones de corto plazo, sino a una estrategia de largo plazo. “No se trata de si el oro está caro o barato, sino de las razones estructurales que sustentan su demanda”, señala un analista del sector.

El oro en Argentina: una apuesta por la estabilidad

En Argentina, donde la desconfianza en el sistema financiero es un factor constante, el oro atrae tanto a grandes inversores como a pequeños ahorristas. El acceso al metal es posible a través de casas de cambio autorizadas, entidades financieras que ofrecen oro físico, y plataformas digitales que permiten inversiones en oro fraccionado o formatos mixtos.

Además de lingotes y monedas, crece el interés por joyas, que combinan valor económico y afectivo. Sin embargo, la seguridad es clave. “Nuestras cajas de seguridad privadas ofrecen confidencialidad y protección total para custodiar oro físico. Con horarios extendidos y operaciones ágiles, somos el aliado ideal para quienes buscan proteger su patrimonio”, afirma Ignacio Serrano, gerente de Marketing de Hausler.

Con un panorama global que no muestra signos de distensión, el oro seguirá siendo un protagonista en los mercados. Su rol como reserva de valor, respaldado por la voracidad de los bancos centrales y la cautela de los inversores, garantiza que su brillo no se apague en el corto plazo.