Brasil, el gigante oculto de las tierras raras en Latinoamérica
Cuando se habla de minerales estratégicos en Latinoamérica, las miradas suelen dirigirse a Perú o Chile. Sin embargo, un gigante silencioso emerge a paso firme.
En un escenario global donde la demanda por minerales estratégicos no deja de crecer, un gigante latinoamericano emerge como un actor clave en el mercado de las tierras raras. Contrario a lo que muchos podrían pensar, no se trata de Perú ni de Chile, sino de Brasil, que se ha consolidado como el país con las mayores reservas de tierras raras en la región y el tercero a nivel mundial, solo superado por China y Vietnam.
Según datos recientes del Servicio Geológico de Estados Unidos, Brasil alberga la impresionante cifra de 21 millones de toneladas métricas de estos valiosos minerales. Esta cantidad lo sitúa muy por delante de otros países de América Latina y lo posiciona como un jugador con un potencial estratégico significativo en el contexto internacional.
Los datos más recientes revelan el siguiente panorama de reservas mundiales de tierras raras (en millones de toneladas métricas): China: 44; Vietnam: 22; Brasil: 21; Rusia: 10; India: 6.9; Australia: 5.7; Estados Unidos: 1.8; y finalmente, Groenlandia: 1.5.
Los 17
En este punto la pregunta es: ¿de qué hablamos cuando hablamos de tierras raras? Son un grupo de 17 elementos químicos que cobrado una importancia crucial en la transición energética y la industria tecnológica global. Son esenciales para la fabricación de tecnologías de vanguardia como teléfonos móviles, computadoras, autos eléctricos, turbinas eólicas, imanes de alta potencia y equipos médicos.
Las tierras raras incluyen los 15 lantánidos, además del escandio y el itrio, poseen propiedades magnéticas, eléctricas y ópticas únicas, lo que los hace indispensables en la fabricación de dispositivos electrónicos, tecnologías verdes y equipos médicos.
Su presencia dispersa y mezclada con otros minerales complica su extracción y procesamiento, a pesar de no ser intrínsecamente escasos en la corteza terrestre.
De la rareza al potencial
Aunque su denominación podría sugerir escasez, estos minerales se encuentran en diversas partes del mundo, pero rara vez en concentraciones que permitan una extracción rentable y eficiente.
A pesar de contar con estas vastas reservas, la producción actual de tierras raras en Brasil aún es modesta. En 2023, el país produjo apenas unas 80 toneladas métricas. Este contraste entre el potencial y la producción se debe a los desafíos que implica la extracción y el procesamiento de estos minerales, que requieren tecnología avanzada, inversiones considerables y procesos complejos para separar los elementos de otros materiales presentes en los yacimientos.
Superar estos obstáculos es fundamental para que Brasil pueda explotar plenamente su riqueza mineral y convertirse en un proveedor global relevante en un mercado dominado actualmente por China y con Vietnam emergiendo como un actor importante.
En este contexto de competencia tecnológica y comercial entre potencias, Brasil representa una alternativa estratégica para diversificar el suministro mundial y reducir la dependencia de un único origen.
Con su enorme potencial en reservas, nuestro vecino podría desempeñar un papel crucial en el abastecimiento mundial si logra superar los desafíos técnicos y de infraestructura que aún enfrenta. El avance de proyectos brasileños, como la inversión de 170 millones de dólares en Goiás (a 200 kilómetros de Brasilia), genera optimismo entre inversores internacionales para explorar yacimientos en países vecinos con potencial similar, como Perú, donde empresas como Minsur ya están realizando exploraciones en Brasil y podrían replicar sus modelos.
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