Cae el financiamiento bancario, aparece el financiamiento bursátil
En los últimos meses se ha experimentado un fenómeno propio de procesos inflacionarios, y probablemente, recesivos: la caída del financiamiento bancario.
Por Gonzalo Chiarullo, CEO de Invar.
En los últimos meses se ha estado experimentando un fenómeno propio de procesos inflacionarios, y probablemente, recesivos: la caída del financiamiento bancario.
Tanto el financiamiento para consumo, es decir, tarjetas de crédito para consumidores finales, como el corporativo, a través de líneas de descubierto y préstamos personales, viene experimentando una caída mensual que oscila el 3% en cada uno de los sectores.
Más allá del financiamiento al consumo, y su respectivo impacto en la demanda agregada, el financiamiento corporativo resulta central en la actividad de toda economía. Empresas acuden a descubierto para cubrir sus necesidades mensuales, cuando existen descalces entre cobros y pagos, por ejemplo, de sueldos y cargas sociales. Esto origina una exposición a empresas a mayores tasas, al necesitar de urgencia financiamiento ocasionado por la baja de un descubierto o la caída de una calificación crediticia. Esta situación se vuelva aún más crítica cuando hablamos de financiamiento para crecer, donde una empresa al conseguir un proyecto, cliente o mercado nuevo que le demanda mayor producción, no consigue los fondos que apoyen este crecimiento y le permita, de forma quirúrgica, incrementar su producción a fin de satisfacer exigencias incrementales en su producción.
Muchas veces se ha hablado de los préstamos a tasas subsidiadas, donde los bancos ofrecen créditos a tasas muy por debajo de la inflación, que al momento de adquirirlas quedan en una oferta ya que los requisitos, consideraciones de la mesa de Crédito y Riesgo, o decisiones de último momento impiden que esos créditos se liberen beneficiando a la empresa.
Por el contrario, el Mercado de Capitales está demostrando capacidad de suplir esta demanda incremental de crédito que los bancos están dejando, cada vez más, insatisfechas. Instrumentos de descuento de valores, tales como descuento de cheques propios o descuento de Facturas de Crédito Electrónicas, ofrecen un camino para obtener la liquidez que en otro momento aportaban las líneas de descubiertos. Esto es, en vez de apelar a la chequera del banco con tasas considerables, la empresa descuenta valores en el mercado a tasas hasta un 30% por debajo de la inflación. Y con mucha celeridad, alcanza con un simple chequeo online del instrumento, su emisor o pagador para que el mercado decide si entra o no. En cifras, por día, el mercado transacciona volúmenes de hasta cuatro mil millones de pesos, todo enfocado a brindar soluciones financieras para PyMEs y empresas. Suele parecer intimidante, difícil e incierto, pero la mejor forma de entrar al Mercado de Capitales es la misma que a todos los mercados, manifestando que se quiere entrar. Cada vez existen más instrumentos financieros, más mercados, mejores condiciones, y hay algo que no cambia, y es la demanda de que más empresas ingresen a este robusto, y cada vez más abierto al público, mercado de capitales.
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