Aconcagua

Iuliano relanza Aconcagua: cómo busca transformar los campos maduros en oportunidades

La compañía pondrá el foco en mejorar la eficiencia de sus bloques y llevará a cabo un plan para estabilizar sus finanzas. Vaca Muerta en el horizonte.

Aconcagua Energía estuvo al borde de la quiebra. Las deudas acumuladas amenazaban su continuidad y los acreedores veían un futuro incierto. Sin embargo, en julio se alcanzó un acuerdo clave: Tango Energía se comprometió con un rescate financiero que se materializó con una inyección de 36 millones de dólares y la toma del 90% de las acciones. El 94% de los acreedores aceptó el plan de reestructuración, despejando el camino para relanzar la compañía.

Ese giro permitió la llegada de Pablo Iuliano, ex directivo de YPF, como nuevo CEO. Su desembarco marca el inicio de una etapa de reordenamiento que tiene como prioridad mejorar la eficiencia de las operaciones convencionales en los campos de la compañía, mientras se traza un plan a futuro en el segmento no convencional. “Hoy podemos decir que tenemos una nueva vida. Ahora depende de nosotros transformar a Aconcagua en una compañía pujante”, afirmó Iuliano en diálogo con +e.

Enfocados en mejorar la eficiencia

El primer objetivo de la nueva administración es estabilizar el negocio convencional. Según Iuliano, los equipos heredados mostraban falencias de mantenimiento debido a la crisis económica, lo que afectó la producción. Con el capital de trabajo inyectado, la firma buscará incrementar la eficiencia y aprovechar las oportunidades de crecimiento en sus yacimientos.

“Nuestro equipo tiene más de 25 años de experiencia tanto en el convencional como en el no convencional. Venimos de liderar proyectos en Vaca Muerta, pero también conocemos a fondo el trabajo en campos maduros. Creemos que hay margen para aumentar la producción en Aconcagua y mejorar los costos de operación”, explicó.

El plan de corto plazo apunta a crecer entre 5% y 10% en producción hasta fin de año. Si bien Iuliano reconoció que no se trata de una tasa sostenible todos los años, aclaró que el camino es hacer del convencional una plataforma eficiente sobre la cual construir el crecimiento de la empresa.

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El foco en Río Negro

Además del aspecto técnico, la nueva etapa de Aconcagua busca fortalecer la cercanía con el territorio donde opera. La compañía decidió instalar su sede en Cipolletti, provincia de Río Negro, lo que permitirá que la gestión esté a pocos kilómetros de sus yacimientos.

La mayoría de nuestros trabajadores vive en Río Negro. Queremos estar insertos en la comunidad y cerca de las operaciones, no a 1.200 kilómetros de distancia. La cultura que queremos construir es la de una empresa presente en el lugar donde suceden las cosas”, señaló el CEO.

Este cambio de enfoque cultural busca diferenciar a la compañía, generando un vínculo directo con la provincia y con las comunidades locales. A su vez, fortalece la confianza de los gobiernos provinciales, que ven en Aconcagua un actor comprometido con el desarrollo regional.

Eficiencia en el convencional

El reperfilamiento de la deuda y la llegada de Tango Energía le dieron oxígeno a la compañía. El desafío ahora es demostrar que puede transformarse en un jugador competitivo. Para Iuliano, la clave es sostener el negocio convencional y preparar el terreno para el salto hacia el no convencional, donde se concentra el potencial de largo plazo.

“Estabilizamos el convencional y, sobre esa base, nos posicionamos para crecer. Lo importante es hacer eficiente lo que tenemos y, en paralelo, avanzar en proyectos que nos permitan capturar oportunidades de mayor escala”, resumió el ejecutivo.

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