Vaca Muerta: las proyecciones que alientan a los proyectos de GNL
Un informe de Shell prevé que la demanda mundial de GNL crezca significativamente hasta 2030 en todos los escenarios.
El GNL es la gran apuesta de la industria hidrocarburífera para monetizar a gran escala las reservas de Vaca Muerta. Las dudas para desarrollar los proyectos están puestas en los costos logísticos, la demanda y el marco geopolítico que azotan al mundo.
Sin embargo, el informe Escenarios de Seguridad Energética 2025, que lleva a cabo Shell, da una bocanada de aire fresco para las propuestas que están en carpeta para el shale argentino. Europa y Asia son los mercados que demandarán más energía.
Según el documento, se prevé que, para 2030, la demanda de GNL se verá impulsada por el creciente consumo en Europa para compensar la pérdida de suministro de gas por gasoducto ruso y garantizar un almacenamiento de gas suficiente para las temporadas de calefacción invernal, así como por el aumento de la demanda en las economías asiáticas, para sustituir parte de la generación de electricidad con carbón y utilizar más gas en la producción industrial.
La oferta, por otro lado, también crecerá, especialmente después de 2027, gracias a los nuevos proyectos de expansión en el segundo mayor exportador de GNL del mundo, Qatar, y a los nuevos proyectos que se pondrán en marcha en el mayor exportador del mundo, Estados Unidos.
Proyecciones
En los tres escenarios que plantea el informe de Shell, el GNL registra un crecimiento significativo a corto plazo, impulsado por los proyectos en curso en Qatar y Estados Unidos, hasta alcanzar unos 550 millones de toneladas anuales (mtpa) a finales de la década.
“La divergencia entre los escenarios está en función de los plazos de los proyectos hasta 2030 aproximadamente, pero después de esa fecha, los escenarios divergen significativamente a medida que se afianzan los diferentes impulsores de los escenarios”, afirma el documento.
Los tres escenarios se denominan Surge, Archipelagos y Horizon y reflejan distintas hipótesis económicas, geopolíticas y de transición energética para el futuro próximo y a largo plazo.
En el escenario Surge, Shell parte de la base de que las tecnologías de IA arraigarán y conducirán a un periodo de mayor crecimiento económico y a un aumento de la demanda de energía en todo el mundo.
El escenario Archipiélagos supone que la mentalidad de seguridad que es muy visible hoy en día se afianza en todo el mundo, prevaleciendo el interés propio nacional. En este escenario, Shell espera que el sentimiento global pase de la gestión de las emisiones a la seguridad de los recursos, las fronteras y el comercio.
Por último, el escenario Horizon supone que el mundo alcance cero emisiones netas de CO2 en 2050 y que la temperatura media mundial aumente por debajo de 1,5 grados centígrados en 2100.
La oferta de GNL
La mayor parte del suministro adicional procedería de nuevos proyectos en Estados Unidos, algunos de los cuales implicarán la producción de nuevos yacimientos y nuevas instalaciones de GNL. La cuota de mercado del GNL en la demanda global de gas se situaría en torno al 25% en 2050, frente al 14% en 2024, según Shell.
La mayor atención prestada a la seguridad energética en el escenario Archipiélagos tendrá como efecto neto un mercado de GNL bien equilibrado y estable a lo largo de la década de 2030, que se estabilizará en torno a los 600 mpta.
En Horizonte, el escenario neto cero, la demanda mundial de gas tendría que empezar a disminuir esta década para llegar a cero neto en 2050. Esto empezaría a afectar al GNL, con una demanda máxima a principios de la década de 2030. El resultado sería que las infraestructuras existentes funcionarían con tasas de utilización bajas, ya que la demanda disminuiría más rápidamente que la tasa de declive natural de los activos.
La evolución económica y política mundial real y la demanda de combustibles fósiles, incluido el GNL, se situarán sin duda en algún punto entre estos escenarios. En la actualidad, el mundo parece acercarse más al modelo de los archipiélagos, en el que la seguridad energética y comercial ocupa el primer lugar en la mente de los compradores.
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