El Gobierno define el congelamiento de tarifas en el invierno
“Aún no tomamos ninguna determinación todavía, pero puede ocurrir”, reconoció hoy el vocero presidencial Manuel Adorni.
El Gobierno nacional confirmó que analiza postergar el aumento de tarifas energéticas previsto para los meses de invierno en virtud de que los resultados fiscales son mejores de los previstos, según la versión oficial. Sin embargo, la cuestión de fondo es la búsqueda de frenar un evidente impacto en la inflación que tendría una nueva suba de la luz y el gas natural, luego de que en abril el IPC cayera bajo la barrera de los dos dígitos mensuales.
“Aún no tomamos ninguna determinación todavía, pero puede ocurrir”, señaló el vocero presidencial Manuel Adorni al ser consultado al respecto durante su conferencia de prensa diaria en la Casa de Gobierno.
“El recorte del gasto público de shock que hicimos para equilibrar las cuentas tuvo resultados más veloces de lo esperado”, afirmó el portavoz presidencial.
En base a este escenario, señaló que “cuando tenés superávit fiscal podés dosificar cómo debe recaer el peso (de los ajustes) en determinados sectores de la sociedad y no ponerles una espada en el cuello”.
“No tomamos ninguna determinación todavía pero puede ocurrir, que con superávit fiscal podamos ir ajustando algunas cuestiones y acomodando para que efectivamente no haya un peso adicional sobre la gente”, añadió Adorni.
Durante su presentación ayer ante el CICyP el Presidente Javier Milei admitió que en los primeros meses de su gobierno se había “sobre reaccionado el ajuste” en virtud de la situación heredada. Para los próximos meses estaban programados una serie de aumentos pendientes que ahora volverán a postergarse.
Las tarifas de mayo quedaron congeladas
El Gobierno ya dio marcha atrás con el aumento de tarifas previsto para mayo y decidió congelar tanto los precios mayoristas como el valor de distribución que iba a empezar a ajustarse todos los meses por una fórmula entre inflación y salarios.
Según el ministro de Economía, Luis Caputo, la medida apunta a bajar la inflación y se justifica en un supuesto colchón fiscal. “Porque estamos cómodos en lo fiscal, priorizamos bajar la inflación y no cargar más con gastos de momento a la clase media”, afirmó.
Sin embargo, algunos especialistas dudan de la seguridad de esa frase. “Al no aumentar tarifas, aumentan los subsidios. Y ese aumento de subsidios pega en la clave de todo lo que ha venido sosteniendo el programa de gobierno que es la obtención del superávit financiero. El ministro dijo que tienen recursos para afrontar los costos de este diferimiento de actualización. Han priorizado el objetivo macro sobre el micro de restablecer reglas de juego y despejar el horizonte de largo plazo del sector energético”, afirmó el ex secretario de Energía, Daniel Montamat.
“La frazada es corta y el ancla de todo lo que vienen haciendo es mantener el superávit financiero aún a costa de una fuerte recesión. Ese superávit financiero ahora les permite dar un respiro a la suba de las tarifas, pero claro hay stock de deuda devengada que se tiene que patear para adelante”, agregó respecto a la deuda de Cammesa que pondría en jaque a dicho superávit.
Frenan las tarifas, suben los subsidios
Lo concreto es que, al no subir el precio de abastecimiento del sistema eléctrico ni el precio del gas en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST), el porcentaje de cobertura de la demanda bajará notablemente.
En el caso de la luz, los usuarios N2 cubrirán apenas el 3% del precio de la electricidad, los N3 el 4% y los N1, que pagaban tarifa plena sin subsidios, ahora cubrirán el 73%. En tanto, en gas los N2 pagarán sólo el 17% del precio, los N3 un 25% y los N1 un 64%.
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