Caputo: "No hay que cargar con más gastos a la clase media"
Luis Caputo defendió la postergación de los incrementos de los servicios de luz y gas. Todavía no hay fecha en la que se avanzará con el ajuste.
Luis Caputo justificó la postergación de los aumentos en las tarifas de luz y gas al sostener que, por ahora, "no hay que cargar más con gastos a la clase media". El ministro de Economía defendió la postura de Nación y consideró que se prioriza bajar la inflación.
El funcionario respondió a un tuit que manifestaba que al retrasar los incrementos "la obsesión del Gobierno por reducir la inflación comienza a colisionar con la base del programa económico: eliminar el déficit de las cuentas del Estado".
"Es exactamente al revés. Porque estamos cómodos en lo fiscal, priorizamos bajar la inflación y no cargar más con gastos de momento a la clase media", dijo Caputo en su cuenta de X.
Los nuevos incrementos en las boletas de luz y gas estaban pensados para evitar un retraso en términos reales de los ingresos de las empresas distribuidoras y transportistas. Los mismo se buscará con la actualización del impuesto a los combustibles (ICL), con un impacto del 8% que se evaluaba dividir en dos tramos, pero por ahora no se hará efectiva.
Sobre este último punto, el Gobierno publicará un decreto en las próximas horas en el cual se detallará cuándo se aplicará "el incremento correspondiente al cuarto trimestre de 2023 de los Impuestos sobre los Combustibles y al Dióxido de Carbono para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil, al 1° de junio de 2024", se informó oficialmente.
Los aumentos que postergó Caputo
En el caso de las tarifas de energía, el Enre y el Enargas aún no publicaron los cuadros tarifarios correspondientes a mayo.
Los organismos ya tenían calculado cuánto sería la suba que le correspondería a las empresas: 10,69% para las distribuidoras eléctricas, 12,5% para las distribuidoras de gas y 12% para las transportistas de gas. Ahora todo quedó en suspenso.
Economía debía definir si avanzaba con una quita de subsidios para los sectores de ingresos bajos (N2) y medios (N3) en gas y electricidad; si aumentaba el costo que pagan los comercios, industrias y hogares de ingresos altos, y si autorizaba el ajuste mensual de tarifas para las empresas.
Al final, nada de esos sucederá y todo continuará como estaba. La mirada estará puesta en la inflación y el reclamo de las generadoras de energía ante el congelamiento de las tarifas. En el medio estarán los usuarios residenciales que no logran recuperar su poder adquisitivo.
Superávit
El Gobierno nacional logró en marzo superávit fiscal con deuda flotante de 1,9 billones de pesos, a partir de no devengar una serie de gastos.
"No se ‘pisan los pagos’ para mejorar el resultado fiscal, superavitario en el primer trimestre en 1,13 billones de pesos, el equivalente a 0,17% del PIB. Directamente el gobierno no los devenga", señaló un estudio de la consultora Analytica.
Analytica precisó que "el stock de deuda flotante, la diferencia entre lo que el Tesoro devenga de gasto y lo que efectivamente paga, alcanzó los 1,9 billones en marzo de pesos”.
El trabajo sostuvo que “este nivel es bajo medido en términos reales y en la comparación histórica desde 2016. A su vez, está por debajo del tope que puso el FMI en la última versión del acuerdo”.
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