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Vaca Muerta: las barreras que limitan su potencial exportador y el RIGI en cámara lenta

El cepo cambiario y la falta de infraestructura frenan el crecimiento de Vaca Muerta. El Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) avanza con lentitud.

Las obras de infraestructura para el transporte de petróleo y gas, sumadas al cepo cambiario, son los principales frenos que impiden que Vaca Muerta desate todo su potencial productivo y exportador. A pesar de que esta formación ha sido clave para revertir el déficit de la balanza energética y generar divisas, el sector aún enfrenta grandes desafíos.

Uno de los proyectos que busca potenciar la capacidad de transporte es la ampliación del Gasoducto Néstor Kirchner (ex Perito Moreno). La reciente licitación internacional, formalizada por la Resolución 169/2025 del Ministerio de Economía, busca aumentar su capacidad en 14 millones de metros cúbicos diarios, con una opción adicional de 6 millones. Esta iniciativa permitirá reducir la dependencia de importaciones de gas natural licuado (GNL) y combustibles líquidos, con un ahorro estimado de 570 millones de dólares anuales.

Obstáculos y demoras en la ejecución del gasoducto

El proyecto, que demandará una inversión de 700 millones de dólares, ha sufrido retrasos. La iniciativa privada fue presentada en junio de 2024 por Transportadora de Gas del Sur (TGS), pero la burocracia gubernamental demoró su puesta en marcha.

A pesar de sus beneficios, la ampliación del gasoducto no mejorará la distribución de gas hacia el norte del país, un paso clave para aumentar las exportaciones a Chile y Brasil a través de Bolivia. Esto genera incertidumbre sobre si el sector privado presentará proyectos dentro del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI) para cubrir estas falencias de infraestructura.

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El RIGI y la incertidumbre del mercado

El gobierno de Javier Milei promueve el RIGI como un mecanismo clave para atraer inversiones energéticas y mineras. Sin embargo, hasta la fecha solo un proyecto ha sido aprobado bajo este esquema: el parque solar El Quemado de YPF Luz.

La falta de inversión responde a la escasez de dólares en las reservas del Banco Central, lo que obliga al Gobierno a establecer requisitos estrictos, como la liquidación del 40% de las inversiones en los primeros dos años. A esto se suman restricciones que generan desconfianza en los inversores, como las recientes modificaciones regulatorias promovidas por el Decreto 70/23, que redefine el rol de ENARSA y CAMMESA en el mercado energético.

Los proyectos petroleros clave en el radar del RIGI

Dentro de los principales proyectos de infraestructura vinculados al RIGI, destacan dos iniciativas estratégicas:

  • Oleoducto Vaca Muerta Sur (VMOS): Impulsado por YPF, en asociación con PAE, Vista, Pampa Energía, Pluspetrol, Chevron y Shell, busca construir un ducto y una terminal portuaria en Río Negro para duplicar las exportaciones de petróleo. La inversión inicial será de 2.500 millones de dólares.

  • Planta de licuefacción de gas de PAE y Golar LNG: Este proyecto, que cuenta con la participación de Pampa, YPF y Harbour Energy, prevé instalar un buque licuefactor en el Golfo de San Matías, con una inversión de 2.900 millones de dólares en los próximos 10 años.

El futuro del RIGI y el sector energético

El informe de la consultora Paspartú, dirigida por Juan José Carbajales, advierte que el RIGI podría sufrir modificaciones debido a la presión de empresas nacionales que consideran que otorga mayores ventajas a inversores extranjeros.

El sector energético sigue siendo clave para la economía argentina, pero las demoras en la ejecución de proyectos y la incertidumbre regulatoria dificultan el despegue de inversiones que podrían consolidar a Vaca Muerta como un proveedor global de gas y petróleo.

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