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Manta corta: sobra gas en Neuquén pero falta en otras zonas del país

El crecimiento de producción en Vaca Muerta saturó los gasoductos y ponen techo al desarrollo de los yacimientos. Falta gas para la generación eléctrica. Habilitan más exportaciones a Chile.

El crecimiento que mostró este año la producción de Vaca Muerta tras la implementación del Plan Gas saturó la capacidad de transporte de la cuenca neuquina hacia los grandes centros urbanos de Buenos Aires y hacia el Litoral, zonas donde se ubica gran parte del parque generador térmico del país. No habrá soluciones en el corto plazo para ese cuello de botella, porque son necesarias inversiones millonarias en nuevos gasoductos y ampliaciones a los sistemas existentes.

Un informe técnico realizado por la Dirección Nacional de Exploración y Producción de la Secretaria Energía de la Nación al que accedió +e, indica que la producción en la cuenca neuquina a través del desarrollo no convencional en Vaca Muerta, llega a niveles de producción de 89 MMm3/día, con un incremento del 27% de enero a septiembre de 2021. Esta producción se concentra en pocas empresas, entre las que se destaca YPF con el 40%, compañía que tuvo tuvo un crecimiento total en la cuenca de un 37%.

El informe señala que la producción se ve limitada por la capacidad de transporte del sistema de ductos que nace en la cuenca neuquina de TGS y TGN, con capacidades de evacuación para el mercado interno que llegan a los 77 MMm3/día.

Durante el invierno pasado, en el gasoducto de Centro Oeste se observó una saturación efectiva, mientras que para el sistema TGS (Neuba I y Neuba II) tuvo una holgura de aproximadamente 5 MMm3/día. “A medida que los consumos regionales caen por aumento de la temperatura, esta capacidad se ve restringida hasta casi niveles de saturación”, agrega el documento.

Pese a este escenario de abundancia en Vaca Muerta, aún no se alcanza a cubrir la demanda total del país y es necesario recurrir a importaciones para cubrir los picos de consumo.

Sin embargo, se espera que el principal proveedor de gas desde el exterior, Bolivia, siga declinando fuerte su producción en los próximos años. Ante ese escenario, y hasta que no se amplíe la capacidad de transporte de la cuenca neuquina, el país deberá gastar cada vez más sus escasas divisas para solventar las importaciones de GNL y líquidos combustibles para la generación de electricidad. Esa situación será particularmente preocupante cuando se liciten los buques gasíferos para el invierno 2022 en un contexto de fuerte suba de los precios internacionales.

A su vez, la saturación de los tres gasoductos que unen la cuenca neuquina con los grandes centros de consumo del país implica que los productores de Vaca Muerta no puedan seguir incrementando su producción.

Ante ese panorama, la Secretaría de Energía optó por la alternativa de permitir a las compañías que exporten a Chile los excedentes que habrá entre enero y abril de 2022.

El informe oficial plantea que la venta de gas a Chile permitiría, por un lado, mantener o incrementar el desarrollo de los recursos no convencionales neuquinos, y, por otro, “compensar, aunque sea en parte, la salida de divisas producto de la importación”.

El precio de los contratos autorizados plante a un precio mínimo del gas de 4,47 dólares el millón de BTU (MBTU) y un máximo de 6,50 dólares, para promediar 5,03 dólares el MBTU.

Según las estimaciones oficiales, se espera que ingresen divisas al país por 206 millones de dólares por esas ventas al país vecino que se aprobaron para el periodo octubre de 2021-abril de 2022.

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