La menor actividad ya se siente en el número de pozos en Vaca Muerta
Entre enero y octubre, hubo una fuerte disminución en la cantidad de perforaciones realizadas en la provincia de Neuquén.
Los pozos terminados en la provincia de Neuquén tuvieron un desplome del 40,6% y los perforados un 4% entre enero y octubre de este año comparado con el mismo periodo del 2018. La reducción de la actividad en Vaca Muerta muestra sus signos en el último tramo del año donde después de la macroeconomía, el congelamiento de los combustibles motivó a las operadoras a enfriar también sus inversiones.
La diferencia entre un pozo terminado y uno perforado es que este último todavía no es productor mientras que el anterior está listo para producir petroleo o gas natural. A nivel general, la perforación es uno de los indicadores que muestran el pulso de la actividad en la industria de los hidrocarburos. Como informó +e, de agosto a noviembre las empresas bajaron 17 equipos perforadores en la Cuenca Neuquina.
Parte de la foto también se explica por el incremento en las ramas laterales de los pozos en Vaca Muerta, que llegaron a longitudes inusitadas en la historia del shale argentino. Esto permitió pozos más productivos con perforaciones laterales más largas. Sin embargo, la baja de equipos por la crisis del sector es un dato preponderante para explicar el panorama completo.
El número de pozos perforados en la provincia de Neuquén tocó su piso más bajo desde 2015, de acuerdo a los datos de octubre de la Secretaría de Energía de la Nación. En ese mes, las operadoras tenían en marcha 20 perforaciones destinadas a la explotación en un año donde la media superó los 30 pozos mensuales.
Entre los meses de enero y octubre de este año, en la provincia estaban perforándose 312 pozos para explotación de hidrocarburos que representan un 4% menos que en el mismo periodo de meses del 2018. Para tener una meta a cumplir, en aquel 2018 se realizaron 394 pozos para explotación, por lo que habrá que esperar el balance con los datos de noviembre y diciembre para evaluar si la reducción de la perforación no fue más significativa.
Por su parte, los pozos terminados, aquellos que están listos para producir petróleo o gas, tuvieron un desplome del 40,6% en el rango de comparación en análisis. A octubre de este año, había 149 pozos terminados cuando en el mismo periodo del año pasado ya rondaban los 251 (para diciembre ya se habían completado 299).
Vaca Muerta viene experimentando una reducción de su actividad por la crisis de la macroeconomía y la estocada final fue el DNU 5666, que cambió precipitadamente las reglas de juego con la fijación de un precio interno para el barril de petróleo desacoplado de la referencia Brent. Las operadoras recalcularon sus inversiones y un conflicto con los gremios se mantiene en conciliación obligatoria.
Las operadoras están reservando la menor cantidad de equipos para abocarse a sus proyectos de desarrollo masivo. Así es el caso de YPF donde observa con atención el gran potencial que tiene La Amarga Chica. De los 36 perforadores que formaban parte del parque de equipos de torre, 20 pertenecían a la operadora controlada por el Estado nacional.
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