Vaca Muerta Sur y la competitividad del crudo "Medanito Punta Colorada"
La logística de exportación será clave para lo que viene. La búsqueda que el crudo de Vaca Muerta que se exporte por Punta Colorada sea competitivo en precios.
El oleoducto Vaca Muerta Sur es el proyecto que permitirá destrabar los cuellos de botella del shale oil. Juan Giménez, gerente ejecutivo de Midstream Oil de YPF, destacó la importancia del proyecto como una necesidad para maximizar el potencial de la producción de shale oil.
“Este proyecto es esencial para evacuar crudo de forma eficiente, reducir costos y optimizar la producción en una ventana de tiempo clave ante la transición energética”, explicó Giménez.
El proyecto está diseñado con un enfoque netamente exportador, teniendo en cuenta las necesidades del mercado asiático, especialmente el sudeste. “Nuestro cliente objetivo es Asia, donde se proyecta el mayor crecimiento en consumo de crudo en los próximos años”, comentó el directivo.
La terminal en Río Negro, con un puerto de aguas profundas, permitirá exportar crudo a través de buques de gran tamaño, como el Suezmax y el VLCC, que transportan hasta dos millones de barriles.
Competitividad en el mercado
La logística de exportación es otro punto clave. Con la infraestructura adecuada, el crudo de Vaca Muerta podría cotizar en Platts bajo el nombre de Medanito Punta Colorada, logrando una competitividad en precios.
“El acceso a buques de gran tamaño y un puerto especializado no solo facilita el comercio internacional, sino que también asegura una posición de ventaja en términos de costos y eficiencia”, subrayó Giménez en el marco del webinar “Desafíos de infraestructura para el sector energético”, organizado por la Universidad Austral.
El proyecto está dividido en dos tramos: el Tramo 1, que conecta el núcleo de Vaca Muerta con Allen, y el Tramo 2, que va desde Allen hasta la terminal de Punta Colorada. “El Tramo 1 ya está en marcha, con un avance del 58% a septiembre. Prevemos su puesta en marcha en marzo de 2025, lo que permitirá conectar con el sistema de Oldelval y otros ductos”, indicó Giménez.
El Tramo 2, con 437 kilómetros de longitud, contempla la construcción de una terminal de tanques en Punta Colorada, equipada con dos monoboyas para facilitar la carga en buques. Este tramo se estima estará operativo en el tercer cuatrimestre de 2026.
Según Giménez, el diseño modular del oleoducto permite comenzar con una capacidad inicial de 30,000 metros cúbicos diarios y, de acuerdo a la demanda, escalar a 110,000 metros cúbicos diarios, el equivalente a 700,000 barriles.
Giménez destacó que el ducto de 30 pulgadas permite adaptarse rápidamente a la demanda, agregando estaciones de bombeo y ampliaciones en los tanques de Punta Colorada. “Este enfoque modular asegura que podamos satisfacer el mercado en tiempo real, escalando la capacidad según la demanda y maximizando el potencial de exportación de Vaca Muerta”, afirmó el directivo de YPF.
Una ventana de oportunidades para el shale
La construcción del oleoducto se da en un contexto de transición energética global. “Tenemos una ventana de tiempo acotada para explotar al máximo este potencial, antes de que la transición energética se consolide. La infraestructura es clave para aprovechar esta oportunidad y posicionar al crudo argentino en el mercado global”, consideró.
Con estimaciones que proyectan la producción de Vaca Muerta por encima del millón de barriles diarios, el oleoducto Vaca Muerta Sur es visto como una solución estratégica para evacuar este crudo. “Hemos visto estimaciones que apuntan incluso a 1,200,000 barriles diarios. La infraestructura de exportación es esencial para no limitar el crecimiento de esta producción”, señaló Giménez.
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