RIGI

El sector de renovables no está conforme con el RIGI y propone una nueva ley

Sostienen que el régimen de promoción no los beneficia por las características que tiene el negocio y los problemas de infraestructura en transporte.

Luego de la sanción de la Ley Bases, muchas empresas del mundo energético salieron a manifestar su entusiasmo públicamente y hasta hubo algunas que ya anticiparon anuncios de inversión. Sin embargo, hay un sector en particular que siente que el régimen no lo beneficia y están pidiendo por una nueva ley que permita acelerar los proyectos en carpeta.

Se trata de la industria de energías renovables, que cuestiona que el esquema que quedó sancionado esta madrugada fue pensado para las petroleras y mineras y no tuvo en cuenta las particularidades de este negocio.

El primer reproche contra la ley estrella del gobierno de Javier Milei pasa por no evaluar la complejidad que implica la saturación de la red de transporte eléctrico y cómo solucionarlo. “Los proyectos que se pueden hacer con la red actual son más chicos que los 200 millones de dólares que exige el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones). Y Los grandes no se van a hacer porque no hay líneas suficientes. No existe un esquema bajo el cual un privado puede invertir en líneas y hacerse de una renta”, dice el consultor Juan Carlos Villalonga.

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Los proyectos renovables se destacan en la región.

Los proyectos renovables se destacan en la región.

Al mismo tiempo, los proyectos de gran envergadura requieren un período para hacer las mediciones de vientos y los estudios de factibilidad que no encuadran en los plazos planteados en el RIGI. “Tenés sólo dos años para aplicar, es un periodo muy corto y no sabes si vas a poder conectarte a la red si no tenés las líneas. Así como están las regulaciones, hoy es un tema”, coincide el abogado especialista en regulación, Juan Cruz Azzari, del estudio Martínez de Hoz & Rueda.

Hidrógeno verde, muy rezagado

Por el lado del hidrógeno verde, el escenario es todavía más complicado por el tiempo que requiere la planificación de los proyectos y el monto de las inversiones. “Para poder entrar el RIGI tenés una ventana de oportunidad de dos años y un proyecto de hidrógeno verde necesita 10, 12 o 15 años. Además, uno de los artículos habla que las inversiones tienen un piso en 200 y un techo en 900 millones de dólares. Una planta de hidrógeno supera los 5.000 o 6.000 millones”, explica Juan Manuel Alfonsín, director ejecutivo de Cader.

Es por eso que la cámara sectorial está impulsando un proyecto de ley aparte, con el consenso de la Secretaría de Energía, que conduce Eduardo Rodríguez Chirillo, que espera presentarle al Poder Ejecutivo y al Congreso de la Nación durante los primeros días de agosto próximo.

“Es un proyecto de transición energética que comprende siete ejes de trabajo con todo lo que se necesita para acelerar el crecimiento del sector. Tenemos que tomar la experiencia de países vecinos como Chile y Brasil”, sostienen.

Por otro lado, en el sector estarán atentos a la reglamentación de la Ley Bases, ya que “plantea aspectos que merecen o necesitan de una regulación para poderlos bajar a tierra”, indicaron las fuentes del negocio de las energías renovables consultadas por +e.

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