Qué impacto tiene la nueva desregulación en el sistema eléctrico
El gobierno publicó una resolución que habilita la contractualización entre privados y libera la compra de combustible.
"No es una reforma radical como la que planteaba Chirillo. Esto es algo gradual, muy poco agresivo y hasta funciona como un globo de ensayo para ver la reacción del sector”, explican a +e desde una importante generadora acerca de la nueva resolución del gobierno que desregula un poco más el segmento eléctrico.
La medida publicada esta mañana destaca tres puntos fundamentales: la gestión de combustibles, el fomento de los contratos bilaterales entre privados y el cumplimiento de los contratos vigentes
Respecto al primero, se habilita a que las empresas compren su propio combustible, pero también deja abierta la posibilidad a mantenerse en el esquema actual donde Cammesa es la responsable de la tarea.
Las posibilidades
“No veo una avalancha de generadores yendo a comprar su combustible. Primero, porque necesitas un capital de trabajo de casi tres meses, que es el plazo en que terminás cobrando. Después, porque en invierno no va a haber lugar para contratar mucho gas. Por ahí funciona en verano y entre las empresas integradas que tienen acceso a su propio combustible”, sostiene un consultor experimentado.
El punto número dos es la habilitación a realizar contratos entre generadores y distribuidoras o grandes usuarios, en nuevos proyectos que agreguen oferta, pero sin cambiar las condiciones de las centrales que operan actualmente.
Un nuevo sistema eléctrico
“Es un paso adelante, pero faltan resolver muchas cosas como el sinceramiento de precios de generación. Sin eso, no creo que funcione una contractualización entre privados. Hay que ver la letra chica y esperar a las próximas resoluciones, que entendemos que van a ir saliendo paulatinamente”, opina otro jugador de la industria.
Por otro lado, la Resolución 21/2025 actualiza los costos de la energía no suministrada para mejorar la señal de potencia y deroga el régimen de energía plus que según los especialistas consultados agregó apenas unos 400 MW al sistema eléctrico en sus casi 20 años de vigencia y bajo condiciones algo exageradas.
Entre los asuntos pendientes, en la industria se destaca el interrogante de la demanda de las distribuidoras que suelen tener limitaciones a la compra de energía bajo contratos por no poder tener precios superiores a los precios estacionales y depender de los entes reguladores para su consideración en las tarifas a usuarios finales.
“Estas modificaciones permitirán normalizar progresivamente el funcionamiento del MEM, eliminando restricciones innecesarias para la libre contratación, descentralizando la gestión de combustibles y creando incentivos económicos que estimulan la incorporación de nueva capacidad de generación en condiciones competitivas”, celebraron de la Secretaría, a pesar de las dudas que todavía persiste
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