La fase 2 del acuerdo sindical
El 31 de este mes termina el programa acordado entre gremios y empresas por la caída de la actividad. Se evalúan nuevas condiciones.
Queda una recta final para que concluya el acuerdo salarial para los trabajadores petroleros suspendidos, y los sindicatos empiezan a evaluar las condiciones de la “fase 2”. Esta semana comenzaron las conversaciones, donde las organizaciones gremiales pedirán mejoras en relación con el acta firmada por los sueldos de abril y mayo.
A nivel global de la mano de obra, hay intenciones de reactivar una resolución del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner que permitía las jubilaciones anticipadas en operarios con 50 años de edad y que puedan justificar los años de aporte. Si la gestión de Alberto Fernández lo aprueba, se descomprimiría la base de trabajadores en los yacimientos que después de la cuarentena no tendrían actividad.
Además, se cumpliría con los petroleros que quedaron a mitad de camino cuando se firmó aquella resolución con todos los gremios del país y el ex ministro de Trabajo Carlos Tomada. Fueron los que renunciaron a la espera de completar los trámites en Anses pero nunca pasaron a ser trabajadores pasivos, quedaron desempleados.
“Son compañeros de 50 a 60 años que no tienen que esperar hasta los 65 para jubilarse. Ya hemos conversado con los compañeros de petroleros jerárquicos para reclamar por esta resolución de Carlos Tomada y darle parte de solución a la actividad. Despejaríamos el temor de perder el puesto de trabajo”, explicó Guillermo Pereyra, secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa.
Respecto del acuerdo salarial, el dirigente sindical dijo que tuvo conversaciones con las compañías pero que no hay nada para confirmar. La postura del gremio, además de tener garantías del sostenimiento de los puestos laborales, es tener alguna mejora, dado que el escenario ahora es diferente al de la cuarentena total de fines de marzo y buena parte de abril.
La industria del petróleo y el gas se considera una actividad esencial desde el primer día del aislamiento social, preventivo y obligatorio en la Argentina. Ante el derrumbe de la demanda de combustibles y el parate de la economía, los yacimientos están trabajando con el 20 o 30 por ciento de su capacidad y más de 20 mil trabajadores se encuentran en condición de stand by.
En sintonía, el gobierno neuquino publicó el protocolo de seguridad para el trabajo en yacimientos, con reglas de distanciamiento social desde el transporte hasta el campo y los tráileres. Este protocolo fue definido entre las empresas y los gremios en abril.
Por su parte, la Federación Sindical de Petróleo, Gas y Biocombustibles (Fasipegybio) activó la alerta por el precio sostén, que fija en u$s 45 el barril interno, diez dólares más que en los valores internacionales. Esta organización tiene fuerte presencia en las refinerías y polos petroquímicos, por lo que consideran que podría aumentar el riesgo de desempleo en ese sector.
“Lamentablemente, nunca nos convocaron desde el gobierno nacional para preguntarnos sobre las fuentes de trabajo en peligro”, manifestó el secretario general Pedro Milla. “Van a ser muy pocos los trabajadores que se vuelvan a insertar en la actividad con el barril criollo. Ya hay empresas pidiendo procedimiento de crisis y estamos en conflicto con algunas provincias que no están cumpliendo con el acuerdo que firmamos”, agregó.
La provincia que mantiene un desacuerdo general es Santa Cruz, que no firmó el acta con reducción de salarios y ahora tiene problemas con varias empresas pyme que no pueden afrontar los haberes completos.
Habrá que esperar que en esta fase 2 los petroleros puedan coincidir en una salida conjunta a este escenario de crisis.
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