"El marco regulatorio merece ser enderezado"
La abogada Mariana Ardizzone propone debatir las leyes de los hidrocarburos ante un escenario de transición energética.
Mariana Ardizzone es calificada en el mundillo energético local como una “excelente abogada” y un repaso por su currículum pone en evidencia que es una especialista en el entramado legal y regulatorio que rodea a los hidrocarburos en Argentina.
En el artículo “Cuestiones recurrentes y actuales en el derecho hidrocarburífero argentino” -publicado por Thomson Reuters-, Ardizzone contextualiza el escenario y dice: “Durante los últimos 10 años se han producido cambios paradigmáticos en la industria hidrocarburífera en la Argentina y en su marco legal y regulatorio que nos enfrentan hoy a problemáticas recurrentes en actividades reguladas por el Estado, pero también a otras más novedosas disparadas por avances técnicos e industriales, la federalización de los hidrocarburos, la adopción de nuevos formatos contractuales con el Estado, el desarrollo comercial de los hidrocarburos no convencionales, la geopolítica internacional e incluso la crisis climática mundial”.
“Las superposiciones legales y reglamentarias y los desapegos al marco federal de los hidrocarburos, derivados de un errado concepto de patronazgo sobre los recursos hidrocarburíferos que obstaculizan y lentifican el desarrollo de las operaciones, merecen ser enderezados”, concluye Ardizzone tras una exhaustiva descripción del contexto.
Ardizzone se propone abordar temas derivados de las tensiones que se suscitan como resultado de la creciente injerencia del Estado en la actividad y cita la cuestión de las áreas de reserva estatales, y la dinámica que las nuevas unidades empresarias del Estado pueden imprimir sobre la actividad del sector privado, así como la necesidad de ceñir los términos de las concesiones nuevas o renegociadas, y los reglamentos aplicables al marco federal de los hidrocarburos e incluso optimizarlo para permitir la recuperación de la producción convencional de hidrocarburos.
“La inestabilidad y cambios de políticas en el sector, la transición energética internacional, así como la evaluación exterior del riesgo país, han resultado en una reducción de la cantidad y diversidad de actores privados que operan en el sector”, asegura la especialista.
En esta suerte de racconto del entramado energético de los últimos años, Ardizzone llega al momento de la expropiación de YPF, allá por 2012. “Por un lado el cambio de era o paradigma denominado “Del modelo neoliberal al modelo de crecimiento con inclusión social”; el nacionalismo de los recursos naturales que aboga por el autoabastecimiento o la seguridad energética, el valor estratégico y ventajas competitivas de los recursos hidrocarburíferos internos”.
“Como era previsible, la expropiación anunciada con la intención de facilitar la puesta en valor de estos recursos fue inicialmente contraproducente, ya que descarriló la confianza de los inversores, los mercados y las instituciones financieras internacionales en la estabilidad del sistema legal argentino”, continúa la descripción
A la estatización de YPF le siguieron el comienzo de operaciones de un puñado de empresas estatales provinciales, tendencia que se profundizó con la federalización de los hidrocarburos.
En este contexto, la analista señala que las provincias deben ceñirse en su triple rol de autoridades concedentes, autoridades de aplicación y —ahora también— Estado empresario, al marco federal de los Hidrocarburos cuyo dictado delegaron previamente al Congreso Nacional, así como también respetar la política energética federal cuya fijación quedó a cargo también del Poder Ejecutivo Nacional. Concluye en que es necesario revisar las regulaciones ante el desafío de la transición hacia fuentes de energía más limpias.
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