Comenzó el camino hacia la liberación total del mercado energético
El gobierno liberó el mercado de los combustibles y planea agilizar las exportaciones de crudo. Avanzará en una gran suba de tarifas y quita de subsidios. El sector empresarial celebra el cambio de rumbo, pero tiene dudas sobre la viabilidad política y social del ajuste.
En la primera semana del gobierno de Javier Milei, se tomaron medidas de impacto directo en la industria petrolera, aunque su alcance real aún es difícil de dimensionar. Faltan detalles que callen el panorama, pero las señales indican el camino hacia una liberación de precios y mercados, que ya se evidenció en un fuerte incremento de los combustibles, de casi un 70% en apenas cinco días.
El miércoles y jueves +e participó de dos eventos tradicionales de fin de año en Buenos Aires, el almuerzo por el Día del Petróleo, organizado por el IAPG, y el Seminario Propymes, de Techint, en los que se congregaron los principales actores de la industria petrolera, con negocios en Vaca Muerta. La sensación térmica oscilaba entre la euforia por la apertura económica y la incertidumbre por las medidas anunciadas a medias, la falta de definición de equipos de gobierno en áreas clave como la Secretaría de Energía, y la sustentabilidad política y social del feroz ajuste anunciado por el ministro de Economía, Luis Caputo.
La ausencia de funcionarios nacionales y gobernadores en el almuerzo por el Día del Petróleo, que se llevó a cabo en el Hotel Sheraton de Retiro, fue un signo de la conmoción política que atraviesa el sector.
Asesores energéticos del equipo del secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, indicaron a +e que a partir de ahora el Estado no se involucrará en los precios del petróleo y los combustibles, y quedarán supeditados a las negociaciones entre las productoras de crudo y las refinerías. La idea es que YPF ya no sea utilizada como herramienta política para contener los precios en los surtidores. Por ende, desaparecerá el “barril criollo”, que en los últimos años marcó un precio interno del crudo desanclado del internacional. El objetivo es ir gradualmente hacia el export parity.
La otra pata para la liberación total del mercado petrolero es la eliminación de los permisos de exportación que existen hoy en la actualidad, de manera que las compañías puedan hacer contratos a largo plazo libremente.
El gobierno espera que el litro de nafta se acomode alrededor de un dólar, es decir entre 800 y 900 pesos, de forma gradual. Aunque en la última semana hubo un cimbronazo del 70% en los surtidores.
Para amortiguar las oscilaciones internacionales del crudo, de manera que no varíe el precio del crudo, la idea que manejan en el gobierno es modificar el régimen de impuestos a los combustibles (ICL y dióxido de carbono) que hoy están y se deben actualizar trimestralmente de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC).
Como comodín para poder absorber las oscilaciones del precio del petróleo, desde el gobierno se reveló que buscarán modificar el actual sistema de impuestos a los combustibles (ICL y CO2) para que dejen de ser subas trimestrales por inflación y le permitan a la vez al gobierno bajarlos o subirlos, de ser necesario, sin alterar los ingresos de las petroleras.
También se pondrá en revisión la zona patagónica que beneficia a los consumidores de la región con precios de las naftas más baratos. “Todo lo que significa un subsidio nos bajaron la línea de eliminarlo, pero hay que mirar cada caso por su impacto”, dijo un asesor energético.
“Como Argentina hoy importa una cantidad considerable de combustibles premium, todos los precios en surtidor se tienen que equilibrar con la paridad de importación”, agregó.
Aumento retenciones
Más allá de la idea de liberar el mercado, lo cierto es que el ministro de Economía anunció un incremento de las retenciones a las exportaciones de petróleo del actual 8% al 15%, que actuará de tope al traslado del precio internacional al mercado interno.
Varias fuentes consultadas indicaron que la modificación debe pasar por el Congreso. Juan José Carbajales, de la consultora Paspartú, señaló que la ley 27.541 de diciembre de 2019 (Emergencia Económica) delegó en el Poder Ejecutivo Nacional variar la alícuota entre 0 y 8%. Luego, a través del decreto 488/20, se fijaron en un máximo de 8 puntos cuando el barril exportado supera los 60 dólares.
“Ahora, para subirlas, requerirán sí o sí de una ley, eso es materia vedada a un DNU y por delegación tienen ese tope del 8%”, explicó.
Es decir, con ese nivel de retenciones, las exportadoras obtendrían un precio de 736 pesos, lo que significa una mejora del 20 por ciento con respecto al “dólar Vaca Muerta” de Massa. Si se modifica el régimen, y la retención pasaría a ser del 15%, obtendrán 680 pesos por cada dólar.
El impacto en las regalías
El mayor impacto de la devaluación beneficiará a las provincias productoras, ya que hoy las regalías (12%) se liquidan sobre el tipo de cambio oficial de la divisa norteamericana vendedor del Banco de la Nación Argentina, de 400 pesos. Es decir, que Neuquén verá duplicadas las regalías en pesos que percibe por el petróleo.
Por otro lado, una de las grandes preocupaciones de la industria es la continuidad de las obras de infraestructura que permitan seguir desarrollando Vaca Muerta.
La más urgente es la Reversión del Gasoducto Norte, que entró en una nebulosa tras el anuncio de Caputo de paralizar la obra pública que no esté comenzada. Los caños ya están licitados y falta adjudicar la obra civil. Fuentes de varias empresas coincidieron con +e en que esa se concretará porque sino gran parte de las provincias del norte argentino tendrán serios problemas de abastecimiento de gas y generación de electricidad en el invierno próximo, cuando venza el contrato de importación de Bolivia.
El otro proyecto estratégico es el Oleoducto Vaca Muerta Sur y terminal de exportación en Río Negro, de YPF. Compañías privadas interesadas en financiar la obra aseguraron que la obra se pondrá en marcha, empujada por el potencial exportador del shale oil. “Lo peor que puede pasar es que con la incertidumbre política el proyecto se retrase varios meses”, comentó un alto directivo de una petrolera a +e.
El impacto de las tarifas
El otro gran tema a revolver, y que tendrá un fuerte impacto en la vida doméstica de los argentinos, será el traslado de la devaluación y la fuerte reducción de subsidios a las tarifas de luz y gas que anunció el gobierno.
Uno de los asesores indicó que la idea es subsidiar a la demanda uno la oferta, “pero antes hay que hacer toda una transición”.
“La cantidad de energía se va a subsidiar en función del decir de ingresos que ocupe el grupo familiar, se le asignará una cantidad de energía que es lógico que consuman, y si esa cantidad le cuesta más que un porcentaje de sus ingresos, la diferencia se le va a subsidiar”, detalló.
Por lo pronto, las nuevas tarifas deberán pasar el filtro de las audiencias públicas. No está claro cómo será el aumento planeado para los próximos meses, pero superarán el 300% de aumento hacia el final del camino.
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