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En baja: el shale oil y la caída de mayo

Las empresas aplicaron el freno de mano y hay cinco áreas que se destacan por su pronunciada reducción de barriles diarios.

Un informe del Ministerio de Energía y Recursos Naturales de Neuquén indicó que la producción de petróleo cayó por segundo mes consecutivo en la provincia. Fueron 130.985 barriles por día (bpd) de crudo los que produjeron las empresas en los yacimientos neuquinos durante el mes de mayo, lejos de aquel récord de 172 mil bpd en abril, el máximo en 14 años.

En mayo, comparado con abril, fue un 2,11% abajo, que es un 5,52% en negativo al hacer un balance interanual. El distrito cabecera de la formación shale de Vaca Muerta venía de varios meses de récords de producción y tecnológicos, como etapas de fractura y proyectos de pozos horizontales cada vez más largos.

La pandemia del nuevo coronavirus obligó a toda la economía a poner el freno de mano, siendo el sector hidrocarburífero afectado por la baja de consumo de combustibles durante la cuarentena total y las medidas de guardias mínimas que todavía tienen consecuencias. Más de 17 mil trabajadores tendrán que esperar en sus casas la reactivación en la Cuenca Neuquina con reducciones de sueldo.

El área que más sufrió fue Loma Campana, un emblema del shale oil para YPF y la formación Vaca Muerta. De 31.686 barriles por día (bpd) en abril, el área pasó a 28.218 bpd en mayo, un 10,94% de disminución. Como viene informando +e, el plan de YPF decidido en abril es recortar un 50% la producción de Loma Campana. De hecho, al comparar con el mes con producción más alta del 2020, que fue marzo con 44.964 bpd, la baja fue del 37,24%.

El descenso de Puesto Hernández es similar al de una escalera desde marzo, el mes atravesado por un ritmo de incertidumbre hasta que el día 20 se declaró el aislamiento social preventivo y obligatorio. Aquel mes el área que opera YPF logró una producción de 5147 bpd, luego en abril pasó a 2472 bpd y así se llega a que en mayo produjo un promedio de 1176 bpd.

Bandurria Sur, el área que opera YPF y que tiene dos socios gigantes como Shell y Equinor, produjo en marzo 10.878 bpd. La operación de venta se había firmado en enero y se estaba perfilando el nuevo plan de producción. La pandemia provocó que en abril se produjeran 9537 bpd y en mayo 8950 bpd.

Shell, con Bajada de Añelo, también tuvo un achique de su producción por la caída de actividad. Mucha tareas quedaron pausadas y recién a mediados de mayo volvieron a movilizarse algunos equipos para completar tareas pendientes. En mayo alcanzó una producción de 9287 bpd, una disminución de 3,75% puesto que en abril extrajo 9649 barriles de esa área cada día (en marzo, el punto más alto en los primeros cinco meses del año, llegó a 9951 bpd).

Por último, La Calera fue otra de las áreas que sufrió el embate del COVID-19. Este proyecto de Pluspetrol se perfila como uno de los más importantes para Vaca Muerta por su enorme potencial y el trabajo que la compañía le viene dedicando para extender las fronteras de la “zona caliente” de producción de hidrocarburos no convencionales. En mayo produjo 2922 bpd, antes en marzo llegó a 3196 bpd y en marzo tuvo un éxito del año con 3559 bpd.

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