Aconcagua

Cómo es el plan que presentó Aconcagua para reestructurar su deuda

La ingeniería financiera contempla un abanico de herramientas financieras: subastas holandesas, canjes por nuevas ONs en dólares, mecanismos de incentivos para bonistas y reestructuración paralela de la deuda bancaria y comercial.

La petrolera Aconcagua Energía S.A. anunció una ambiciosa y compleja propuesta de reestructuración de deuda, en medio de una crítica coyuntura financiera que la llevó a incumplir pagos por más de 8.000 millones de pesos en tres series de Obligaciones Negociables (ONs). La jugada es presentada por la compañía como una "medida ordenada y temporal" dentro de un plan de salvataje integral.

El comunicado, dirigido a la Comisión Nacional de Valores (CNV), a A3 Mercados S.A. y a Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA), confirma que la petrolera no cumplió con los pagos de capital e intereses de sus ONs Clase I, IV y V, cuyos vencimientos operaron entre el 11 y el 14 de julio. El monto total impago supera los $8.000 millones. Sin embargo, el incumplimiento fue acompañado por la presentación de una propuesta de reestructuración que, según indicó la compañía, representa “la única vía viable para preservar la continuidad operativa”.

La reestructuración que propone Aconcagua

El proceso, que sigue los lineamientos ya anticipados en comunicados previos de junio y julio, contempla un abanico de herramientas financieras: subastas holandesas, canjes por nuevas ONs en dólares, mecanismos de incentivos para bonistas y restructuración paralela de la deuda bancaria y comercial.

La propuesta fue desarrollada con el asesoramiento de VALO Columbus y tiene como base un entendimiento preliminar con dos jugadores clave del sector energético: Vista Energy Argentina S.A.U. y Trafigura PTE LTD. Estos acuerdos contemplan desde líneas de crédito hasta un rediseño de contratos de producción, pilares que apuntalan la estrategia financiera y operativa de Aconcagua Energía.

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Aconcagua Energía anunció la reestructuración de deuda.

Aconcagua Energía anunció la reestructuración de deuda.

Entre los aspectos destacados, la compañía propone dos tipos de nuevos bonos —de mediano y largo plazo— vinculados al dólar (Dollar Linked y Hard Dollar), con tasas que arrancan en un modesto 2% y llegan hasta el 7% anual en sus últimos tramos. Los pagos de capital, en ambos casos, comienzan recién en el tercer o quinto año, otorgando un necesario oxígeno a la empresa. Además, se implementarán mecanismos de cash sweep y rescates voluntarios, todo condicionado al desempeño operativo.

Un gran desafío

Lejos de ser una solución automática, la propuesta de Aconcagua enfrenta exigentes condiciones para su implementación. La más difícil: lograr el consentimiento del 90% de cada clase de acreedores financieros y comerciales, una vara alta en un contexto de creciente incertidumbre. También se requerirá la adhesión de un nuevo grupo inversor, la firma de una adenda clave con Vista Energy, y la obtención de un rating crediticio para las nuevas ONs.

De no cumplirse estas condiciones, la petrolera recurrirá a un Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE), aunque con una salvedad significativa: tanto Vista Energy como Trafigura quedarán expresamente excluidos de este mecanismo, reafirmando su papel como socios estratégicos más que como acreedores comunes.

Impacto inmediato y señales al mercado

En el corto plazo, los efectos del incumplimiento ya se sienten. Los inversores, si bien prevenidos desde los comunicados de junio, han reaccionado con cautela ante la magnitud del impago. Aconcagua Energía busca evitar litigios al incluir una cláusula de “no acción legal” en su propuesta, siempre que se mantenga el proceso de negociación hasta la fecha de cierre.

La compañía insiste en que no se trata de una cesación de pagos tradicional, sino de una maniobra dentro de una reconfiguración total de su pasivo. “Reafirmamos nuestro compromiso con la transparencia, la gestión responsable y la preservación del valor económico y social de nuestra operación”, reza el documento oficial.

Mientras tanto, la lupa del mercado está puesta en los tenedores de bonos. ¿Aceptarán las condiciones? ¿Darán el margen que la petrolera necesita para recomponer su estructura y atraer capital fresco? El tiempo apremia y el éxito del proceso dependerá de una compleja negociación multipartita.

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