Aconcagua Energía

Aconcagua Energía: Radiografía de un default en el corazón de Vaca Muerta

Aconcagua Energía no pudo afrontar el vencimiento de una Obligación Negociable. Anunció que intentará reestructurar su deuda.

La situación financiera de Aconcagua Energía (PAESA) encendió luces de alerta. La petrolera, con una fuerte presencia en la exploración y producción de hidrocarburos convencionales y activos estratégicos en Vaca Muerta, anunció un proceso integral de reestructuración de su deuda, que al 31 de marzo rondaba los USD 230 millones.

El martes fue un día clave, ya que la operadora suspendió el pago de intereses de su Obligación Negociable (ON) Clase VII, con vencimiento en esa fecha, confirmando así su entrada en default técnico. “La compañía impulsará un proceso integral de reestructuración de su deuda financiera, ante las condiciones desafiantes del mercado de capitales, que han dificultado el acceso a fuentes de refinanciamiento en términos compatibles con la sostenibilidad del giro comercial”, anunció Aconcagua en la nota enviada a la Comisión Nacional de Valores (CNV).

La compañía estima completar este proceso de reestructuración en las próximas semanas, y ha contratado a VALO Columbus como asesor financiero y al estudio jurídico Tavarone Rovelli Salim Miani, ambos con experiencia en este tipo de negociaciones, como lo demuestran en casos como el de Celulosa.

Un intento fallido de refinanciamiento

La actual crisis de liquidez y el elevado riesgo de refinanciación de Aconcagua tienen sus raíces en un fallido intento de captar USD 250 millones en los mercados internacionales. En mayo, la compañía suspendió la colocación de Obligaciones Negociables en el mercado de Nueva York debido a las "condiciones imposibles" impuestas por los bancos, que exigían tasas superiores al 12% anual, muy por encima del 10% previsto por la petrolera.

Este revés se atribuye a varios factores:

  • La condición de Aconcagua como primer emisor en mercados internacionales, en un entorno donde los inversores privilegiaron compañías con historial previo y mayor liquidez secundaria.
  • La simultaneidad de múltiples colocaciones corporativas de emisores argentinos habituales y de mayor calificación crediticia, que afectó la disponibilidad de capital.
  • El impacto sistémico de eventos de incumplimiento de otros emisores argentinos, que incrementó la percepción de riesgo para nuevos emisores.

A diferencia de Aconcagua, competidores como Telecom (9.25%), Pampa Energía (8%) y Pluspetrol (8.5%) lograron obtener financiamiento en condiciones más favorables en fechas cercanas.

La calificación de Aconcagua Energía

La delicada situación de Aconcagua ha sido rápidamente reflejada por las agencias calificadoras de riesgo:

  • FIX SCR, afiliada a Fitch Ratings, degradó la calificación de emisor y sus ON de largo plazo a BBB+(arg) desde A-(arg), y las de corto plazo a A3(arg) desde A1(arg), colocando las calificaciones en "rating watch negativo". FIX SCR advirtió sobre el "alto nivel de vencimientos concentrados en el corto plazo" y la "acotada flexibilidad financiera".
  • Moody’s Local Argentina bajó las calificaciones en moneda local y extranjera a CCC.ar desde BBB+.ar, indicando una "calidad crediticia muy débil" y la posibilidad de estar "en incumplimiento o próximo al incumplimiento". Moody's citó el menor acceso a financiamiento externo, la limitada liquidez, el incremento del endeudamiento (con una deuda neta sobre EBITDA de 3.5x en marzo de 2025) y una producción un 10% por debajo de las proyecciones en 2024.

En resumen, la compañía enfrenta un elevado nivel de endeudamiento financiero y una débil posición de liquidez. Además, Aconcagua enfrenta vencimientos de deuda por USD 10 millones en julio y USD 20 millones en septiembre, con un efectivo y equivalentes de solo USD 6.1 millones al 6 de junio de 2025.

La empresa tiene un ambicioso plan de inversiones de capital (CAPEX) de USD 260 millones hasta 2028, que requiere financiamiento externo.

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