Aconcagua Energía

Aconcagua Energía suspendió su emisión de bonos por USD 250 millones en Nueva York y enfrenta presiones de liquidez

La compañía convocó a asamblea de accionistas tras frenar su colocación internacional. Explora alternativas de financiamiento ante riesgo de default técnico.

La petrolera argentina Aconcagua Energía (PAESA) suspendió formalmente su colocación de Obligaciones Negociables Clase XVIII por hasta USD 250 millones, que se iba a realizar en el mercado internacional bajo su programa global de hasta USD 500 millones. El aviso oficial fue emitido el 23 de mayo y publicado por la Comisión Nacional de Valores (CNV), confirmando la interrupción del proceso de oferta pública.

Según fuentes del mercado, la decisión fue motivada por la falta de consenso con los inversores respecto del rendimiento esperado, dudas sobre la elegibilidad del bono para índices internacionales, y la creciente competencia entre emisores argentinos, que también buscan colocar deuda en el exterior.

La emisión, que contaba con el respaldo de colocadores locales como Banco Santander, Balanz Capital y Latin Securities, había sido estructurada a seis años con tasa fija en dólares. Su cancelación representa un revés para la estrategia de fondeo de Aconcagua, que ahora enfrenta una posición financiera comprometida: bajo nivel de reservas de caja, vencimientos cercanos y riesgo de incumplimiento técnico si no asegura liquidez en el corto plazo.

A esta situación se sumó, días después, la baja en la calificación crediticia por parte de FIX SCR (afiliada a Fitch Ratings), que redujo la nota de Emisor y de todas sus ON vigentes de largo plazo a BBB+(arg) desde A-(arg), y las de corto plazo a A3(arg) desde A1(arg). La calificadora justificó la decisión por los “altos niveles de vencimientos concentrados en el corto plazo, escasa liquidez y flexibilidad financiera acotada”, advirtiendo además que la cancelación del acuerdo con Vista para la recompra de concesiones refuerza el riesgo operativo. FIX también colocó la calificación en "rating watch negativo", lo que indica la posibilidad de nuevos ajustes si no se logra estabilizar el perfil financiero.

Fuentes del sector financiero señalan que la empresa está evaluando varias medidas de emergencia:

  • Negociación de un préstamo privado por USD 200 millones con una entidad extranjera;
  • Obtención de financiamiento local respaldado por activos en garantía;
  • Diferimiento de pagos pendientes a Vista Energy por derechos de concesión;
  • Incorporación de un socio estratégico mediante una ampliación de capital.

En paralelo, el directorio de Aconcagua convocó a una Asamblea General Ordinaria de Accionistas para el próximo 17 de junio, con el objetivo de analizar la situación financiera de la compañía y según fuentes del mercado consideraron que podría tratarse de una reestructuración. La convocatoria, firmada por el responsable de relaciones con el mercado, Pablo Martín Calderone, fue notificada a la Comisión Nacional de Valores (CNV) y los mercados bursátiles.

A pesar de haber cancelado la emisión de ON Clase XVIII, la empresa continúa cumpliendo con pagos de intereses correspondientes a emisiones previas. El 29 de mayo, Aconcagua abonó $282,8 millones en concepto de intereses por su Clase VIII nominada en dólares, mientras que el 4 de junio pagó AR$ 1.916 millones por su Clase XIV en pesos. Ninguna de las series ha comenzado aún a amortizar capital, lo que eleva la presión financiera a futuro. Las tasas pactadas —7,5% en dólares y más del 39% en pesos— reflejan el alto costo de fondeo que enfrenta la compañía y la necesidad urgente de reestructurar pasivos si no logra acceso a nuevos recursos.

El caso de Aconcagua se suma a una creciente lista de emisores locales en situación vulnerable, como Albanesi, GEMSA, Agrofina, Celulosa y Surcos, cuyas operaciones también se ven amenazadas por la escasez de crédito, la volatilidad regulatoria y la presión cambiaria.

En esta nota

Dejá tu comentario

Las más leídas