ARMINERA

Qué dejó la Arminera y las novedades que se vienen

La feria más grande de la minería argentina volvió a reflejar el potencial exportador, pero encendió alarmas respecto a cuestiones que hacen falta resolver.

Con salas explotadas de gente, metros cuadrados de superficie récord y una asistencia de más de 20.000 personas, la Arminera 2025 fue sin dudas el evento minero más grande de la historia argentina. Y, si bien los números confirman el potencial del país en esta materia, la feria también puso en agenda serias discusiones en temáticas que todavía faltan resolver.

El reclamo anticipado en la primera jornada por parte de los ministros de cada provincia productora se volvió a repetir en el segundo día y esta vez en la voz de los propios gobernadores. En particular, la parálisis de la obra pública fue el denominador común de casi todos los discursos, incluso de provincias muy cercanas ideológicamente a la Nación como Mendoza.

La provincias fijaron posición

“El gobierno nacional tiene que comprender que es necesario que trabajemos juntos en esa infraestructura. Los caminos y las líneas eléctricas no se van a hacer solos con inversión privada, tenemos que tener una alianza estratégica púbico privada para solucionar déficit de infraestructura que tiene el país”, indicó Alfredo Cornejo.

En el mismo sentido, se expresó el rionegrino Alberto Weretilneck, quien calificó al tema como “tan importante como el orden macroeconómico o la seguridad jurídica”. “El estado de las rutas y los ferrocarriles una de las cosas a abordar en el futuro junto con el tema eléctrico”, afirmó.

Además de estos cuestionamientos, los mandatarios provinciales también reclamaron por las demoras en la aprobación del RIGI y la extensión del régimen apuntada a atender proyectos maduros de oro y plata que están en declino.

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Durante Arminera 2025, gobernadores y empresarios reclamaron por la falta de obras clave para el desarrollo minero argentino.

Durante Arminera 2025, gobernadores y empresarios reclamaron por la falta de obras clave para el desarrollo minero argentino.

El momento de respuesta del gobierno fue durante la cena de gala de Arminera. Allí, Luis Lucero, secretario de Minería remarcó el poco tiempo que llevan en la Casa Rosada, advirtió que el equilibrio fiscal no se negocia por ninguna obra y que no regalarán beneficios a cualquier proyecto.

“En diez meses se logró aprobar un régimen que ya tiene inversiones comprometidas por más de 12.000 millones de dólares. Pero lo que prima, lo que más se lee y escucha en los medios locales, es la queja por la lentitud para aprobar los proyectos que han pedido adhesión. Estamos siendo exhaustivos en el cumplimiento de los requisitos Nuestra función es crear las condiciones para que el privado invierta. Esto no podemos lograrlo de la noche a la mañana”, se defendió.

En el foco

El presidente de CAEM, Roberto Cacciola, se diferenció de las críticas a la falta de obra pública que hicieron empresas como Barrick o las de los propios gobernadores y pidió focalizarse en cómo solucionar el problema.

“Tenemos que ocuparnos de la infraestructura. El gobierno nacional ya dijo claramente que no se va a ocupar de la obra pública. Tenemos que reclamarle que avance con las licitaciones de las rutas nacionales, eventualmente el ferrocarril, pero después tenemos que entrar los privados y las provincias a conversar claramente sobre cómo se puede desarrollar la infraestructura”, subrayó.

Según pudo saber este medio en diálogo con fuentes oficiales, en las próximas semanas habrá novedades de este tipo para fomentar la obra pública en temas de redes de alta tensión, pero el modelo de privatizaciones de ferrocarriles y rutas seguirá demorado.

En tanto, dos nuevos proyectos RIGI estarían muy cerca de aprobarse, aunque otros tres serían rechazados. “Hay algunos que están muy flojos de papeles, veremos si llegan a corregir algunas cosas”, sostienen y destacan el caso de Gualcamayo.

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