Litio y Cobre: ¿El último recurso para salvar la privatización del Belgrano Cargas?
La privatización del Belgrano Cargas pende de un hilo. Aseguran que solo un compromiso firme de la minería asegurará el volumen que el esquema concesionado necesita.
La privatización del Belgrano Cargas, amparada en el Decreto 67/2025, atraviesa una fase crucial, y el sector minero emerge como el socio ineludible para garantizar su sostenibilidad económica. Expertos coinciden: sin una promesa de carga robusta por parte de las mineras de litio y cobre en el NOA, el modelo de desintegración vertical impulsado por el Gobierno Nacional corre serio riesgo de fracaso.
Esta dependencia fue destacada por Alejandro Núñez, presidente de Belgrano Cargas y Logística S.A., y Bruno Agosta, director de AC&A Engineers, Economists & Planners, durante el 14° Seminario Internacional de Litio en Sudamérica.
Núñez explicó que la fórmula de mitigación de riesgo para los futuros operadores privados es que consorcios de compañías mineras garanticen el volumen de carga. "Para que el privado que está analizando este negocio le baje la incertidumbre y pueda tener la garantía de que hay empresas que le van a dar un ingreso a futuro", señaló.
Un combo con potencial
Agosta reforzó la tesis, indicando que la participación minera es determinante: “En la medida en que los cargadores promuevan y ofrezcan volúmenes asociados a un proyecto serio de largo plazo, eso es lo que va a elevar el negocio”.
El ferrocarril renovado ofrece un "atractivo muy especial, con un mix entre agricultura y minería", esencialmente en el NOA, donde la rentabilidad de los proyectos de litio y cobre está directamente ligada a la competitividad logística.
Actualmente, la línea transporta tres millones de toneladas anuales. Sin embargo, las obras estructurales obligatorias para los futuros concesionarios tienen el potencial de triplicar este volumen. Según Núñez, esto "va a desarrollar y ampliar la frontera de producción agrícola y va a viabilizar muchos proyectos mineros".
Cronograma oficial y estructura de la concesión
El proceso de privatización se articula sobre el Decreto 67/2025, que autorizó la desintegración vertical de la empresa estatal, un modelo con escasos antecedentes internacionales que divide los activos en tres unidades de negocio:
- Material rodante: Se rematará en lotes.
- Vías e inmuebles: Se concesionarán a operadores privados, manteniendo la titularidad estatal.
- Talleres ferroviarios: También serán concesionados.
A esto se suma la Resolución 1049/2025, que establece una hoja de ruta de 12 meses. El cronograma oficial prevé la publicación de las licitaciones antes de fin de año y la adjudicación de los ramales en marzo de 2026. Tras ello, Belgrano Cargas y Logística S.A. será disuelta.
El espejo del agro: La demanda de cobre y litio
El ejecutivo busca replicar el interés manifestado por el sector agroindustrial. Consorcios de cerealeras como Bunge, Cargill, ACA, AGD y Louis Dreyfus ya presentaron una propuesta conjunta.
Se espera un movimiento similar en la minería de litio y cobre, cuyas proyecciones de crecimiento exigen transportar volúmenes crecientes hacia puertos y plantas. Esta carga sostenida a largo plazo no solo viabiliza financieramente las concesiones, sino que también mejora la ecuación económica de los proyectos mineros, muchos de los cuales operan al límite de su rentabilidad debido a los altos costos logísticos.
Agosta fue enfático: “Cualquier baja en el costo de transporte se refleja en una posibilidad de expandir la producción, en hacer viables proyectos que no lo son”.
Desafío financiero y la búsqueda de competitividad
La urgencia por la inversión privada se explica por el delicado estado financiero de la empresa. En 2023, Belgrano Cargas registró un déficit superior a 65.000 millones de pesos y mantenía una plantilla de 4.300 empleados.
Sin recursos para renovar material rodante e infraestructura, el Gobierno ve en la privatización la única vía para modernizar el sistema. Para el sector minero, esta transformación es crítica. Núñez lo resume: “En muchos casos el costo logístico es más grande que el margen del empresario. Es un tema muy sensible, y una baja de costo logístico es plata que va directamente al bolsillo del empresario”.
En la misma sintonía se manifestaron hace unos días las primeras líneas de mineras como Rio Tinto o, Eramine. Alejandro Moro, CEO esta última empresa, confirmó que la exploración de la reactivación del Belgrano Cargas es una prioridad para el sector. Sin embargo, el financiamiento representa el principal escollo. Ignacio Costa, gerente general de Rio Tinto, fue directo: “No podemos crecer sin infraestructura, sin eso no podemos seguir creciendo”.
La consolidación de consorcios mineros de litio y cobre determinará si el Belgrano Cargas se convierte en una palanca de competitividad para el Norte argentino o si el complejo proceso de privatización colapsa por falta de masa crítica.
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