Argentina cuenta con más de 450 millones de toneladas de recursos estratégicos
El dato es oficial y la pregunta es: ¿Argentina está preparada para capitalizar esta riqueza y liderar la transición energética global?
Los datos son contundentes. Un informe de la Secretaría de Minería le puso números a un panorama minero de proporciones inéditas, consolidando al país como un actor fundamental en el mapa global. Con más de 450 millones de toneladas en recursos estratégicos, Argentina se posiciona para redefinir su matriz exportadora y jugar un rol crucial en la transición energética global.
El documento, elaborado por la Dirección Nacional de Promoción y Economía Minera (DNPyEM), detalla cifras impresionantes. Para empezar, el Argentina cuenta con 197,9 millones de toneladas de carbonato de litio equivalente (LCE) en recursos y 18,6 millones de toneladas en reservas.
Esto representa el 20% de los recursos mundiales de litio y el 13,3% de las reservas, situando al país como el quinto productor global con una proyección a ser el segundo a mediano plazo. Proyectos como Cauchari-Olaroz (Ganfeng/Rio Tinto) y Centenario-Ratones (Eramet) están en producción o construcción en el NOA (Catamarca, Salta y Jujuy). En 2024, Argentina produjo alrededor de 70.000 toneladas de carbonato de litio.
En cuanto al cobre, se registran 116 millones de toneladas en recursos y 17,1 millones de toneladas en reservas. Aunque actualmente no se exporta cobre a gran escala, proyectos como El Pachón (25,4 millones de toneladas en recursos), Josemaría (4,6 millones de toneladas en recursos y 3 millones en reservas), Taca Taca (19,3 millones de toneladas en recursos y 7,7 millones en reservas), y Los Azules (17 millones de toneladas de recursos inferidos) podrían catapultar a Argentina al top 10 mundial. La Secretaría de Minería proyecta que las exportaciones de cobre podrían superar los u$s5.000 millones anuales hacia 2030.
Por otro lado, nuestro pais cuenta con 138,4 millones de onzas de oro en recursos y 33,6 millones de onzas en reservas, el oro es hoy la columna vertebral de las exportaciones mineras. Minas de peso como Veladero (Barrick), Cerro Negro (Newmont) y Cerro Vanguardia (AngloGold Ashanti) ya están en plena producción.
Segun el informe, el país posee 3.839,5 millones de onzas de plata en recursos y 492,7 millones de onzas en reservas. El proyecto Navidad (Pan American Silver), en Chubut, acumula 632 millones de onzas en recursos, siendo uno de los depósitos no explotados más grandes del mundo.
Finalmente, se identificaron 36.483 toneladas en recursos de uranio, con proyectos relevantes como Amarillo Grande (Blue Sky Uranium), Cerro Solo y Sierra Pintada (CNEA).
Más números
Estas cifras no solo reflejan un enorme potencial, sino que también posicionan a Argentina como un destino atractivo para inversiones estratégicas, especialmente en el contexto de la transición energética global. La minería ya representa el 4% de las exportaciones nacionales, con u$s4.633 millones exportados en 2024, y se proyecta que cerrará 2025 por encima de u$s5.000 millones, marcando un récord histórico.
Más ambiciosamente, se estima que las exportaciones mineras podrían cuadruplicarse para 2030, alcanzando los u$s18.600 millones anuales, impulsadas principalmente por el litio y el cobre. De hecho, solo las exportaciones de cobre proyectadas para 2033 podrían alcanzar los USD 11.742 millones.
En este punto, la pregunta es: ¿El atractivo se traduce en inversión? En 2024, Argentina fue el sexto destino mundial en captación de inversión para exploración minera, superando a potencias tradicionales como Perú y Brasil.
Este interés global es evidente en la demanda creciente de cobre, impulsada por la transición energética y tecnologías verdes, con la demanda proyectada de cobre superando los 39,5 millones de toneladas en 2050.
A pesar del optimismo, la Secretaría de Minería advierte que los datos son estimaciones basadas en fuentes públicas y no asume responsabilidad por su exactitud. La relevancia de estos datos radica en su función como "mapa estratégico" para el fomento de inversiones y la planificación de políticas públicas, especialmente con la esperanza de la aprobación del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) que busca proporcionar estabilidad y beneficios para atraer capital.
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