Llancanelo

Llancanelo: el impulso del crudo ultra pesado de YPF

El bloque se caracteriza por contar con un crudo pesado de 12 grados API. La compañía tuvo que sortear varios obstáculos para que el proyecto sea una realidad.

Llancanelo es sinónimo de paciencia. El bloque localizado en cercanías a la localidad de Malargüe es uno de los proyectos más interesantes que tiene la cartera de YPF.

La empresa de mayoría estatal tuvo que superar varios obstáculos para que el área sea una realidad. Uno de ellos fue que el área convive con un humedal asociado al Área Natural Protegida Llancanelo. Esto significa que más del 75% de la zona está vedada a cualquier actividad y que los técnicos solo cuenten con sectores muy pequeños para realizar actividades.

Tanto Nación como el Gobierno de Mendoza son sumamente cuidadosos de la reserva natural por lo que los especialistas tampoco podían contar con sísmica 3D debido a las restricciones de los trabajos en superficie. La opción que quedó fue recurrir a las viejas líneas de 2D y trabajar con tendencias estructurales.

Llancanelo posee un crudo pesado de 12 grados API y hasta 10 mil centipoise de viscosidad con un rango de profundidad del orden de los 600 a los 1000 metros. Estas características lo convierten en un bloque único y, a la vez, se convirtió en un reto para la producción.

Es que el grado API del petróleo es tan bajo que puede solidificarse a medida que se lo extrae, por lo que fue necesario instalar calentadores de fondo. Este sistema funciona como una especie de resistencia que se baja al pozo y provoca un aumento de la temperatura para que el petróleo pueda fluir. La medida permitió cambiar la ecuación en el bloque.

La preocupación de YPF pasaba en que los costos operativos eran onerosos. La gran cantidad de restricciones y de controles, entre otras cuestiones, dificultaban que el proyecto avance en términos económicos.

En este sentido, la pandemia fue un momento clave para la viabilidad de Llancanelo. El desconcierto durante la cuarentena permitió que la empresa pueda enfocarse en el bloque y darle tiempo de maduración a los estudios.

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“No teníamos claro cuánto tiempo íbamos a estudiar, pero nos lanzamos a tratar de concatenar todo el conocimiento que se tenía hasta ese momento y ver cuáles eran los talones de Aquiles”, explicaron los ingenieros de reservorios de YPF, Diego Moglia y Gustavo Becerra, en la technical conference: "Flujo de trabajo con enfoque probabilístico para el modelado estático y dinámico de un campo de crudos pesados con fuerte influencia geotérmica Yacimiento Llancanelo, Malargüe, Mendoza”, realizado por SPE (Sociedad de Ingenieros del Petróleo).

El equipo interdisciplinario logró obtener una reinterpretación en los conceptos para avanzar en el proyecto y dar vuelta la visión de la compañía. “Mientras estudiábamos en silencio, había un equipo que estaba poniendo el campo en venta. Lo que nosotros hicimos fue trabajar y demostrar a nivel decisión que todavía teníamos un potencial alto y lo logramos en forma interna”, destacaron.

La paciencia de los técnicos permitió avanzar con la perforación de cuatro nuevos pozos que significó un salto de producción. Según datos proporcionados por el Gobierno de Mendoza, la producción del primer trimestre del 2023 en el bloque fue de 327 metros cúbicos día frente a un promedio de 2022 de 223 metros cúbicos día.

El siguiente paso de YPF fue la electrificación del área para reemplazar los generadores de gas licuado de petróleo (GLP) generando un impacto positivo en el medio ambiente. El tendido eléctrico 13,2 KW se extendió por 28 kilómetros representando un ahorro de costos. Además, se construyó un nuevo ingreso al yacimiento por fuera de la reserva ambiental lo que significó entender a Llancanelo como un proyecto integral.

La producción de Llancanelo debe evacuarse a través de camiones térmicos para ingresar a la refinería de Luján de Cuyo y formar parte de la canasta de crudos que tiene la compañía. La planta mendocina tiene las condiciones adecuadas para que los blend incluyan a los petróleos ultra pesados.

De esta manera, YPF demostró que el tiempo puede ser la mejor inversión en determinados proyectos para poder encontrar su rentabilidad o darle una segunda oportunidad. La paciencia no es un elemento cotidiano de la industria hidrocarburífera y donde cada vez se requieren resultados inmediatos.

La pandemia fue de gran ayuda para que los profesionales puedan esperar lo necesario para que Llancanelo pueda brindar un tipo de crudo que no es común en Argentina. Hoy es un yacimiento único que se está explotando y desarrollando pese a los distintos obstáculos y dificultades que se presentaron a lo largo de los años.

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