La OPEP ante las acciones ambientales contra los fósiles
Las medidas para mitigar el cambio climático podría dar más poder a los principales actores del grupo y a sus aliados, y dejar en apuros a algunos de los productores más pequeños.
Por Alex Lawler (Reuters) - Los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y el denominado grupo OPEP+ -que incluye a otros grandes productores como Rusia- se enfrentan a la amenaza de que Estados Unidos y China se centren en la lucha contra las emisiones de carbono y en los planes para usar más energías renovables.
De acuerdo a Reuters, el impacto en la demanda podría desencadenar una competencia por la cuota de mercado y suponer el fin de la colaboración en la política de oferta. Funcionarios actuales y antiguos de la OPEP dicen que esperan que las rivalidades aumenten.
“La OPEP+ se enfrentará al gran reto de cómo hacer frente a la reducción de la demanda, pero también a las crecientes presiones para bajar los precios debido al exceso de oferta”, indicó a Reuters el ex ministro de Petróleo argelino y dos veces presidente de la OPEP, Chakib Khelil.
Tras décadas diciendo que la demanda de petróleo aumentará, la OPEP reconoció el año pasado que se estabilizará, pero no antes de finales de la década de 2030.
Desde la pandemia de COVID-19, los funcionarios dicen que el pico podría llegar antes. “Podría producirse en los próximos diez o veinte años, dada la tendencia actual del uso de energías renovables en la combinación energética de los principales países consumidores”, dijo Khelil.
La OPEP, integrada por 13 miembros, celebró su sexagésimo aniversario en septiembre, tras sobrevivir a crisis como la guerra entre Irán e Irak de 1980-1988 y desplomes de los precios del petróleo. Desde 2017, la OPEP y sus aliados, entre ellos Rusia, han trabajado juntos como OPEP+ para apuntalar el mercado limitando la producción.
El propio escenario de la OPEP sobre cuándo alcanzará su pico de demanda se encuentra entre las previsiones más lejanas de empresas energéticas, productores y analistas. Sin embargo, el impacto de la pandemia de coronavirus probablemente se traducirá en una previsión de demanda a largo plazo más baja cuando el grupo publique su Perspectiva Mundial del Petróleo 2021.
Otros funcionarios de la OPEP dijeron que, aunque se espera que la demanda alcance los niveles anteriores a la pandemia en 2022, se avecina una presión a la baja.
“Es posible que la OPEP modifique su previsión de largo plazo de la demanda de petróleo en su informe de 2021 debido a las cuestiones relacionadas con el cambio climático y a los avances tecnológicos en el desarrollo de las energías renovables y la mejora de la eficiencia”, dijo un funcionario de un importante productor de la OPEP.
La demanda podría alcanzar su punto máximo dentro de una década, pero tal vez más tarde, según Hasan Qabazard, jefe de investigación de la OPEP entre 2006 y 2013, un momento anterior al que había comentado a Reuters el año pasado. "El mix energético cambiará, habrá un pico de demanda de petróleo en algún momento de la década de 2030, cuando las exigencias para eliminar los motores de combustión empiecen a surtir efecto", dijo. "Este pico de demanda se estabilizará durante mucho, mucho tiempo", añadió.
"Los productores de bajo costo, como Arabia Saudita y el resto del Golfo, se esforzarían por aumentar su cuota de mercado. Las compañías petroleras internacionales más pequeñas y con mayores costos y los países sí que sufrirán".
Otros funcionarios de la OPEP dijeron que, aunque se espera que la demanda alcance los niveles anteriores a la pandemia en 2022, se avecina una presión a la baja. "Es posible que la OPEP modifique su previsión de largo plazo de la demanda de petróleo en su informe de 2021 debido a las cuestiones relacionadas con el cambio climático y a los avances tecnológicos en el desarrollo de las energías renovables y la mejora de la eficiencia", dijo un funcionario de un importante productor de la OPEP.
Lo que está alterando las perspectivas, según Khelil y algunos funcionarios actuales de la OPEP, es la mayor atención de los dos principales consumidores de petróleo del mundo al cambio climático. En febrero, el presidente Joe Biden hizo que Estados Unidos volviera a participar en el acuerdo climático de París, mientras que el presidente chino Xi Jinping se propuso en diciembre un mayor recorte de las emisiones de carbono para 2030.
Si el crecimiento de la demanda se reduce, los productores tendrán menos clientes y los que tengan los costos de producción más bajos podrían ver más ventajas en una estrategia de reparto del mercado, lo que podría debilitar los precios y la alianza OPEP+.
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