Los proyectos de hidrógeno y GNL finalmente entraron al Congreso
El Poder Ejecutivo presentó en la Cámara de Diputados los proyectos de ley para promocionar la instalación de plantas de gas licuado y el desarrollo de hidrógeno bajo en carbono.
El Poder Ejecutivo envió hoy a la Cámara de Diputados para su tratamiento dos proyectos de corte energético: la ley de promoción del hidrógeno de bajas emisiones de carbono y otros gases de efecto invernadero y la promoción del gas natural licuado (GNL).
Ambas iniciativas llevan las firmas del presidente Alberto Fernández; del jefe de Gabinete, Agustín Rossi; y del ministro de Economía, Sergio Massa, junto con correspondiente mensaje dirigido a la presidenta de la Cámara baja, Cecilia Moreau.
La primera de las iniciativas - denominada Ley de Promoción del Hidrógeno de Bajas Emisiones de Carbono y otros Gases de Efecto Invernadero- precisa que para la misma se utilizarán "definiciones y tipologías por colores -verde, azul y rosado-, consistentes con las nomenclaturas conocidas internacionalmente respecto a la fuente de energía utilizada para su obtención".
Los tipos de hidrógeno son definidos bajo un criterio tecnológico donde el verde y el rosa corresponden a su producción a partir de electrólisis de agua de fuente de energía renovable y nuclear, respectivamente. En tanto que el azul es empleado para la fuente que utiliza "gas natural incluyendo una etapa de captura de carbono".
Para el caso de hidrógeno azul, el proyecto prevé que "la autoridad de aplicación defina, en la reglamentación, los estándares de máximos de emisiones de gases de efecto invernadero por unidad producida para ser considerado como tal" y que "involucren la utilización o transformación de combustibles fósiles y en cuyo proceso productivo se incluyen una o más etapas de captura, y el almacenamiento o utilización de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas en su obtención de manera de reducir significativamente su liberación a la atmósfera".
Más adelante, la iniciativa establece "la creación de instituciones para la certificación de origen de la producción, las cuales certificarán las características del proceso de producción del hidrógeno incluyendo la fuente de energía y nivel de emisiones asociados, así como establecerán estándares de seguridad para la producción. Las certificaciones locales estarán en línea con estándares reconocidos internacionalmente".
El proyecto de ley contempla "exigencias orientadas al desarrollo de proveedores locales en la cadena de producción de hidrógeno y la consolidación de una matriz productiva nacional que contribuya a la generación de empleos vinculados al sector. Estas exigencias se van incrementando con los años, en función de la estimación de la curva de aprendizaje".
También prevé mecanismos de certificación y auditoría que sanciona a aquel proyecto de producción de hidrógeno que, a lo largo de su duración, supere los niveles de emisión de gases de efecto invernadero declarados al momento de presentar la Declaración de Inclusión al régimen de promoción, o los máximos tolerables para su clasificación como hidrógeno azul. En este sentido, ningún potencial productor de hidrógeno gris podría ser beneficiado por la norma propiciada.
El proyecto contempla incentivos fiscales de promoción de la producción para atraer inversiones; la introducción de certificaciones de calidad, de seguridad y de origen y el fomento al desarrollo de la cadena de valor local.
Por su parte, la segunda iniciativa -enviada con el título de Ley de Promoción del Gas Natural Licuado (GNL)- declara "de interés público nacional y como objetivo prioritario de la República Argentina la licuefacción de gas natural con destino a la exportación de GNL y sus actividades asociadas y vinculadas con su almacenamiento, comercialización y transporte".
A continuación dispone la creación de un nuevo "Régimen de Promoción para Grandes Proyectos de Inversión en GNL" que comprende la realización de inversiones en bienes y/u obras de infraestructura destinadas al transporte de gas natural para la producción, licuefacción, almacenaje y comercialización del GNL en el territorio nacional y en los mercados de exportación.
Entre los beneficios tributarios que impulsa la normativa, figuran la amortización acelerada del Impuesto a las Ganancias sobre las inversiones, la devolución del IVA, una alícuota máxima del Impuesto a las Ganancias 30%, la compensación de quebrantos en la deducción de las ganancias de los intereses y las diferencias de cambio originadas por la financiación del proyecto, la exención de los derechos de importación y demás tributos cuando no exista producción nacional o si existiese no pueda satisfacer a la totalidad de la demanda o no posean las características mínimas requeridas, y la estabilidad fiscal por 30 años sobre el proyecto de inversión aprobado y con alcance a los titulares de permisos de exploración y concesiones de explotación dedicadas exclusivamente al proyecto.
Por otro lado, establece un esquema de retenciones móviles que se mantienen en 0% cuando el precio del GNL permanezca debajo de los 15 dólares el millón de BTU, sube al 8% si el precio supera los 20 dólares y fluctúa en ese rango de acuerdo a una fórmula si se mantiene entre ambos márgenes.
En cuanto al libre acceso a divisas, los beneficiarios gozarán por un plazo de 30 años a partir de la primera exportación que se realice en el marco del proyecto aprobado, de un monto de libre aplicación de hasta el 50% de los dólares obtenidos en las exportaciones vinculadas al proyecto para destinarse al pago de capital e intereses de pasivos comerciales, pasivos financieros con el exterior, y/o utilidades y dividendos que correspondan a balances cerrados y auditados y/o a la repatriación de inversiones directas de no residentes.
Respecto a los permisos de exportaciones, aquellos proyectos que utilicen un gasoducto especial aislado del sistema de transporte para abastecer a su planta de licuefacción tendrán autorizaciones en firme durante los 365 días del año durante tres décadas. Si no es el caso, pero se logra acreditar que el transporte de gas natural hasta la planta de licuefacción no afecta la capacidad de transporte destinada al abastecimiento de la demanda prioritaria, se aprobarán autorizaciones no invernales durante enero a mayo y de septiembre a diciembre de cada año, por un plazo de hasta 30 años. Finalmente, el proyecto contempla autorizaciones individuales de exportación producido por el proyecto por cargamento, previo ofrecimiento al mercado interno conforme el procedimiento que establezca la reglamentación respectiva.
A su vez, la Autoridad de Aplicación podrá requerir con 180 días de antelación al inicio de cada año, que durante los meses de junio, julio y agosto los beneficiarios o las beneficiarias ofrezcan al mercado interno: i) el DIEZ POR CIENTO (10 %) del GNL a ser producido en dicho período por proyecto que tenga un ducto dedicado aislado del sistema de transporte de gas natural; o ii) el DIEZ POR CIENTO (10 %) del volumen del gas natural requerido como insumo de la capacidad productiva instalada de la planta de licuefacción, con más la capacidad de transporte de dicho volumen, cuando se trate de un proyecto que no cuente con un ducto dedicado aislado del sistema de transporte de gas natural.
En septiembre del año pasado, las petroleras YPF y la malaya Petronas firmaron un acuerdo de entendimiento para la construcción de la primera planta productora de GNL que le permitirá al país convertirse en un exportador estructural de gas, un recurso estratégico en el mundo. Ambas compañías se encuentran a la espera de la sanción de la ley correspondiente para avanzar con la iniciativa.
El proyecto de GNL comprende desde la producción de gas en un bloque de Vaca Muerta, su transporte por un gasoducto de 620 kilómetros desde el yacimiento hasta la terminal de procesamiento y su industrialización.
En la fase 1 de la industrialización, se prevé la instalación de dos barcos licuefactores y en la segunda fase, la construcción de una planta de licuefacción escalable con una capacidad de producción final de 25 millones de toneladas al año, lo que equivale a 465 barcos metaneros.
La inversión estimada es de 10.000 millones de dólares de inversión, en la primera etapa, lo que permitirá producir hasta 5 millones de toneladas/año de GNL, y se prevé que dentro de 10 años, cuando el proyecto esté finalizado, se podrán producir y exportar más de 25 millones de toneladas/año de GNL
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